Pansy, mi chica misteriosa

Un viaje al pasado

Jueves 16 de Diciembre, hoy es la primera prueba de el torneo de los tres magos, según Harry Potter la primera prueba iban a ser dragones así que estos tres días he estado practicando echizos con Cedric para que así salga victorioso, mucha gente cuestiona eso de el ya que suponen que quiere la gloria eterna cuando no es así, el solo quiere que su padre esté igual de orgulloso de él.

Estoy con Cedric detrás de la carpa antes de que entre a ella para que comience el torneo, el sostiene mi mano mientras yo miro los hermosos ojos color avena que tiene.
—Se que lo harás perfecto— pongo mi mano en su mejilla y el recarga su cabeza en ella.
—Pues gracias a tu ayuda eso es lo que espero—guardamos silencio por unos instantes hasta que saco una caja de terciopelo color verde.
—Me gustaría darte algo— al abrir la caja un anillo con una piedra de esmeralda en el centro estaba ahí.
—Mi padre se lo dio a mi madre cuando eran jóvenes, era una promesa de su amor y ahora me gustaría dártelo a ti— al tomar mi mano izquierda alzo delicadamente mi anular colocando el anillo que estaba algo frío.
—se qué tal vez solo ha pasado un mes desde que estamos juntos, pero desde que te conocí supe que te iba a amar toda la vida, tal vez no seamos de las mismas casas o el mismo tipo de persona, pero aun así se que los polos opuestos además de atraerse, de alguna forma se complementan— nuestros ojos se miraron y lentamente nuestros rostros se acercaron dejándome sentir su aliento mientras el me tomaba de la cintura, podía ver detalladamente cada parte de su rostro, hasta que Dumbledore entró.
—Oh, lamento interrumpir, señor Diggory ya es hora que entre a la carpa de los en este caso cuatro campeones, mientras tanto señorita Longbottom la invitó a pasar a las gradas como todos sus demás compañeros— nuestras manos estaban sujetas y de nuevo nuestros ojos se miraron.
—te veré más tarde— dio un beso en mi mano y lentamente se fue. —suerte—

Al llegar a las gradas me senté a un lado de Hermione quien fue a apoyar a Harry, al sentarme vi como de una cueva salía poco a poco un Dragón y no mucho después escuché el cañón sonar, en ese momento Cedric Diggory salió, mientras lanzaba hechizos para poder conseguir el huevo color dorado que protegía el dragón el profesor Snape me llamó para que fuera con el a las gradas donde se encontraban los demás profesores y futuramente los campeones.

Cedric salió, consiguió el huevo y derrotó al dragón, realmente fue un momento de verdadera presión para mi, el pensar que le podría pasar algo me derrumbaría de cualquier manera pero aun faltaban dos pruebas más.

Pasaron todos los campeones y finalmente fui a la sala común de Hufflepuff para celebrar con Cedric, todos sus amigos estaban ahí, bebían vino tinto, paso el tiempo y ellos se fueron, acompañe a Cedric a su cuarto y rápidamente me tomo de la cintura sin que yo me diera cuenta y deposito un beso en mis labios, el beso fue largo y placentero, la pasión se sentía entre los dos y era una tensión que realmente no quería romper hasta que el lo hizo.

—realmente quiero que si esto va a pasar sea en el momento que tú te sientas lista, en un momento que no solo sea por una victoria, quiero que sea en el momento justo donde sepas que me amas como yo te amo.—

Sus ojos, esos hermosos color avena viéndome con tanto amor y preocupación me hicieron saber que por más que yo lo amara el sabía que yo seguía amando a la chica misteriosa por que de alguna manera u otra fue de la primera persona que me enamore.

—Cedric—
dije rozando sus carnosos labios con mis dedo pulgar, mientras no podía contenerme para que esos labios rosas me besaran.

—Perdón, solo creo que te amo demasiado como para permitirme perderte, para permitirme que después de esto algo sea diferente—

Después de sus palabras me dio un beso más y se adentró en la cama esperando que fuera tras el, me recosté a su lado esperando un abrazo, pero solo se escucharon tres palabras salir de su boca.