Capítulo 8

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Antonio: No se si esta bien que me quede aquí.

Deborah: No digas eso, además ¿a dónde irás? ¿A un hotel? Ya, entra.

Antonio: Gracias Deborah.

Deborah: No me des las gracias.

Antonio: No lo digo solo por dejarme quedar aquí sino por abrirme los ojos.

Deborah: Lo hice porque eres un gran hombre Antonio y no mereces que te hagan eso.

Antonio: Eres una gran mujer.

Deborah: Sientate en el sofá, te traeré algo para tomar.

Antonio: Algo fuerte porfa.

Deborah: Ok (prendiendo un cigarro).

Antonio: ¿Que haces? (tosiendo).

Deborah: Fumando ¿quieres uno?

Antonio: No, no apaga eso Deborah.

Antonio sacó de su bolsillo una inhalador...

Deborah: ¿Que haces?

Antonio: Es que soy asmático y el humo de cigarrillo me hace (tosiendo) mal.

Deborah: Ay no, perdón (apagando el cigarro) ¿estás bien?

Antonio: Eso creo.

Deborah: Cada día descubro algo nuevo de ti.

Antonio: Y yo de ti no, aún no te conozco bien.

Deborah se acercó a él y lentamente se quitó el antifaz...

Deborah: Ahora si ya sabes de mi, ya me conoces.

Antonio: Tú...tú eres la del supermercado.

Deborah: Si (riendo).

Antonio: Y no me dijiste nada.

Deborah: No quería que supieras ¿pero que te parece? ¿Es como me imaginabas?

Antonio: No.

Deborah: ¿No?

Antonio: Eres más hermosa de lo que imagine (acariciendole la mejilla).

Los dos se sentaron en el sofá pero Antonio no podía parar de pensar en lo que paso con Noelia...

Deborah: Antonio (trato de besarlo).

Antonio: Deborah (alejandola).

Deborah: ¿Tanto te duele? (con lágrimas en los ojos) ¿tanto la amabas?

Antonio la miró y se acercó a ella, le acaricio la mejilla...

Antonio: Tienes razón mi amor, fui un idiota (la beso).

Deborah lo tomó del cabello y los besos se hicieron más intensos, sus lenguas rozaban y así estuvieron varios minutos...

Deborah: Repiteme lo que me dijiste.

Antonio: Mi amor.

Deborah: Ven (lo tomó de la mano).

Deborah lo llevo a la recámara y se acostaron juntos...

Deborah: Quiero que nos quedemos así, que no hagamos nada, solo quiero consentirte y que sepas que no estás solo.

Antonio: Porque no te conocí hace años, quiero que sepas que eres una gran mujer y que ahora no estás sola.

Deborah: Gracias (lo abrazo) ¿y sabes que?

Antonio: ¿Que?

Deborah: Esta noche no iré a trabajar, me quedaré contigo.

Antonio la abrazo hasta que se quedaron dormidos...

A la mañana siguiente...

Deborah despertó y sintió los brazos de Antonio rodeandola, era una sensación tan linda que jamás había vivido, despertar en la mañana con un hombre abrazados y que no piense solo en tener sexo contigo, Deborah sonrió y se levanto muy despacio para no despertarlo...

Rato después ella estaba preparando el desayuno...

Antonio: Buenos días (la abrazo por la espalda).

Deborah: Buenos días ¿quieres café?

Antonio: Primero quiero un beso.

Deborah: ¿Como dormiste? (se puso frente a él y le rodeó el cuello con sus brazos).

Antonio: Muy bien, hace mucho no dormia abrazado a alguien.

Deborah: Yo nunca y me gustó mucho.

Antonio: Te prometo que así será siempre.

Deborah: ¿Siempre?

Antonio: Si, siempre porque....te amo Deborah.

Deborah sonrió y lo abrazó tan fuerte como pudo, pero sentir que le digan eso por primera vez, sentir dentro de su pecho esos sentimientos de amor que jamás había sentido la ponían nerviosa...

Deborah: Vam...vamos a desayunar mi gordito.

Antonio: Ok (sonrio y entendió sus nervios).

Deborah: ¿Puedo preguntarte algo?

Antonio: Si, puedes.

Deborah: ¿Que pasará con tu esposa?

Antonio: Sin dudas iniciare el divorcio y hoy quiero ir a hablar con mi hija.

Deborah: ¿Le dirás la verdad?

Antonio: Si, jamás le miento.

Deborah: Va a ser muy duro para ella.

Antonio: Lo se pero tendrá que entender.

Deborah: Antonio, quiero que traigas tus cosas, puedes quedarte aquí.

Antonio: No quiero molestar, iré a un hotel y después iré a ver departamentos.

Deborah: ¿Pero porque? Puedes quedarte, mira tu trabajas en el día y yo en la noche, este depa está solo en la noche y que mejor que te quedes aquí ¿o no quieres por el que dirán? Quizás te da pena que hablen que vives con una pros....

Antonio: Deborah, no digas eso, no me importa lo que hablen, y ya no te nombres así, eres una mujer, una hermosa mujer, una dama ¿ok? Y si esta bien, me quedo.

Deborah: Ay siiii!!!! (lo abrazo).

Antonio sabía que no sería fácil hablar con su hija, su familia, su mundo se derrumbó en unos minutos pero aunque estaba deprimido ¿porque no sentía tanta rabia y enojo? ¿Seria porque sin darse cuenta perdió ese amor por Noelia? ¿Y el amor que dejó salir por Deborah le estaba dando fuerzas?

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