Capítulo 18

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Cabaret Moulin Rouge...

Olga: Jefa te buscan.

Deborah: ¿Quien?

Antonio: Yo.

Deborah: ¿Se puede saber que demonios haces aquí?

Antonio: Necesitamos hablar.

Deborah: Yo no tengo nada que hablar contigo.

Antonio: Santi me contó todo, se lo que paso, perdóname Deborah, sabes que te amo y se que lo que dije no estuvo bien, estaba muy enojado y decepcionado y lo dije pero te juro que no lo sentí, de verdad amor por favor.

Deborah: Lo lamento Antonio, me dolió demasiado lo que dijiste, podría esperarlo de cualquier persona pero no de ti, y decías amarme.

Antonio: No sabía lo que decía, de verdad lo siento mi amor, perdóname, te amo Deborah perdóname.

Deborah: No puedo y ya lárgate de aquí.

Antonio: No lo haré, además este es un lugar para todos ¿no? Así que puedo venir así como lo hace el idiota de Federico.

Deborah: Pues has lo que se te antoje, adiós.

Antonio: Vendre todas las noches hasta que me perdones, no pienso moverme.

Deborah se fue dejándolo hablar solo...

Antonio iba cada noche, se sentaba en la misma mesa sin dejar de ver un segundo a Deborah, quería su perdón y no se movería hasta lograrlo, sabia que había sido un idiota y que le sería difícil....

Antonio: Deborah, escucha.

Deborah: ¿Que desea señor? ¿Necesita alguna de las chicas? Tenemos unas muy buenas.

Antonio: Deborah por favor.

Deborah: Sabri ven!! Atiende al señor por favor (llendose).

Olga: Ay Deby, lo estás haciendo sufrir.

Deborah: Que sufra todo lo que yo sufrí.

Olga: ¿Que harás?

Deborah: Ya verás (sonrió).

Deborah amaba a ese hombre pero aún estaba dolida, era muy difícil para ella...

Deborah: ¿No te gustó la chica?

Antonio: Sabes que no vengo a eso.

Deborah: ¿Algo de tomar?

Antonio: No tomo y lo sabes.

Deborah: ¿Sabes que? (muy cerca de él) quizás quieras otra.

Antonio: Te quiero solo a ti.

Deborah lo tomó de la mano y lo llevó a la habitación...

Antonio: Amor ¿me perdonas?

Deborah: Si (lo rodeó con sus brazos) eres tan guapo (se pegó a él moviendo sus caderas).

Antonio: No hagas eso (jadeo).

Deborah: ¿Porque no? (bajo su mano a la erección).

Antonio: Debo...rah!! Aaahh

Antonio la beso con locura, Deborah lo llevo a la orilla de la cama y él se sentó, ella encima de él a horcajadas, siguieron los calientes besos, Deborah bajo los tirantes del body dejando los senos afuera haciendo que Antonio los bese, primero un pezon y luego el otro, él bajó su mano a la intimidad, corrió la tela y metió sus dedos, ella comenzó a moverse mientras el atrapó un pezon succionando y lamiendo, Deborah gemía sin parar, sus movimientos eran cada vez más rápidos hasta que llegó a un intenso clímax, Antonio la beso apasionadamente cuando ella se levantó de repente...

Antonio: Amor ¿qué pasa?

Deborah: Ya se le terminó la hora señor.

Antonio: ¿De qué hablas?

Deborah: Su hora terminó (poniendose su bata) ahora tiene que pagar y apurese que tengo otros clientes que atender, no crea que es el único.

Antonio: Deborah, estas loca.

Deborah: Las mujeres como yo no cambian ¿no? Bueno....solo lo atendi como cliente, lamento que no pudo (señalando la intimidad de Antonio) ya sabe....pero la hora terminó.

Antonio: Basta Deborah!!

Deborah: Pase por la caja a pagar y espero que vuelva (saliendo).

Antonio se lavó la cara con agua fría y salió de la habitación...

Deborah: ¿Va a pagar?

Antonio: ¿Es enserio Deborah?

Deborah: Por supuesto señor (estirando la mano).

Antonio enojado sacó se su bolsillo dinero y le pago a Deborah...

Deborah: Gracias señor y espero que vuelva, adiós.

Antonio salió enojado de allí...

Olga: No puedo creerlo (riendo).

Deborah: Creia que le sería fácil el perdón, pues no, que le duela lo que me dolió a mi.

Los días pasaron y Antonio seguía llendo y cada noche pedia estar con Deborah, ella no lo dejaba irse sin que pague, pero él con tal de estar con la mujer que ama lo hacia...

Deborah: Que no se le haga costumbre estar conmigo señor, hay más chicas.

Antonio: Yo te quiero solo a ti, quiero que seas exclusiva, solo para mi.

Deborah: Le costará más.

Antonio: Haré lo que sea mi amor por ti, lo que sea por tu perdón (intento besarla).

Deborah: No!! Besos no, eso le saldrá más.

Antonio: No me importa (la beso a la fuerza y ella se dejo, sus lenguas jugaban, se acariciaban con locura....
Deborah se arrodilló en el piso, le abrió el cinturón, bajo su pantalón y el bóxer, dejando afuera la erección ya abultada,  Deborah lo miró y sonrió, puso la erección en su boca y lo hizo como solo ella sabia y a él lo volvía loco, hicieron el amor como tantas veces pero al terminar ya no habían mimos y abrazos, solo se vestía y Deborah le pedía el dinero, lo haría sufrir y que le duela como a ella tanto le dolieron sus palabras...

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