capítulo 27: sensaciones efímeras

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El inicio de la expedición fue dado por Bell y David, quienes estaban caminando tranquilamente por el piso 7, los soportes estaban tomando las piedras que caían con el blandir de la alabarda de David y la daga de Bell, algunas veces de los cuchillos arrojadizos de David, los cuales se los regresaban, por supuesto, el estaba agradecido, pero parecía que lo hacían más por miedo que por otra cosa, debió ser por las palabras de Bell, si, era por eso, como no tener miedo del que casi mata a los 3 más fuertes de su familia, era un miedo tremendo pero a la vez respeto, sentimientos efímeros ante el paso incesante por el calabozo, Bell dijo que se adelantaría, Ryuu quiso detenerlo pero en un destello de velocidad comenzó a matar monstruos, al punto que ya solo encontraban las piedras de los mismos, irónicamente, David hablo relajando un poco la tensión

-no lo admite, pero está emocionado por la expedición... Supongo que es inútil tratar de detener a un conejo de correr en el campo- Ryuu rio levemente y miro con una sonrisa el camino por el que Bell se había ido, lo que nadie espero, fue que aiz fuera tras el, usando su magia de viento pudo igualar su velocidad, pero Bell ya estaba un poco alejado, podían salir mal muchas cosas, pero David confiaba en él, ya que muchas veces demostraron ser mejores en muchos sentidos a la familia Loki, eran un ejército por su cuenta, pero juntos, eran imparables, Bell se alejaba siempre que podía de aiz, no quería tener que hablar con ella, así que en un intento de librarse de ella, grito con todas sus fuerzas

-¡David, si no te apuras te ganaré!- eso dejó extrañados a todos en más de un sentido, pues, no estaban compitiendo, ¿Verdad? La respuesta a esa pregunta era un simple no, no estaban compitiendo, pero aún así, paso lo que debía pasar

-cielos... Ya vuelvo revis- una vez dijo eso comenzó a correr cada vez más rápido con su espada pequeña en manos, había dejado atrás sus límites anteriores gracias a la bendición de un dios, y ahora, ahora se sentía más fuerte, más formado, incluso, más vivo al sentir el frío aire de la mazmorra pegar contra su yelmo y rostro junto a unas gotas de sangre que caían de monstruos que quisieron frenarlo, para los niveles altos eso era normal, lo que no esperaban era que el lanzará su arma después de matar a 5 para matar a otros 3, luego volvía a tomar su esposa clavada en el suelo o la pared y la agitaba para limpiar la sangre y repetía el proceso, avanzando más rápido que Bell en el sentido de matar monstruos, ya que el no se detenía, solo avanzaba y avanzaba, hasta que alcanzó a Bell en el piso 10, sentado en una parte alta mientras aiz intentaba llegar con el, aún que siempre que pasaba, el saltaba a otra roca o árbol, era algo bastante curioso a decir verdad, pero era entendible, Bell aún tenía conflictos en su corazón, al parecer, eso debería ser adelantado, puede que sonará cruel, pero de no hacerlo, muchas cosas mañas podrían pasar, un corazón con dudas o deseos de venganza, es uno salvaje e indomable, alguien muy experimentado en eso lo decía, pues era mi misma persona

-bell, cuando lleguemos al piso 27, hablaremos de algo- todos quedaron en silencio al escucharme, estaban curiosos, pero debía ser algo privado para ambos, pero el único que sabía que algo no andaba bien, era welf

-oye, David... Es necesario que...- y no pudo terminar de hablar por tener un asentimiento de parte de David, eso le bastó para no hablar más, incluso sonrió al final y suspiro, -cielos, menudo lío- y con eso, llegaron al piso 17

Matar al Goliath no fue difícil, después de todo, bastaron solo los ejecutivos de la familia Loki junto a Bell y David para despejar el camino, revis estaba mirando los movimientos de David, recordando cómo el domino un combate contra ella y su ex compañera que portaba una espada maldita, como aún con las de perder, asesino a su deidad y a su compañera, el único hombre que realmente podría enamorarla era así de salvaje y impredecible, pero le gustaba, era una buena forma de recordar cómo empezó a sentirse atraída por el, en sentidos literales, su amor llegó como un huracán de dolor, pero se quedó ahí cuando estaba sanando y le hizo compañía, era una extraña manera de decirlo, pero ahora revis estaba al lado de Riveria, Alicia y Lefiya, ellas tenían un rostro complicado, pies recordaban lo que pasó en sus citas y lo que más le dolía a cada una de ellas, como al momento de estar por acabar con Bell, el partió con solo su espada los ataques mágicos y les dejo saber a toda la familia Loki lo que pasaría, incluso el ver cómo bete lo apoyaba, el como Finn al ordenar que atacarán, bete mediante la magia de aumento de nivel de haruhime, diera una patada al capitán para noquearlo, nadie espero esa acción del lobo, hasta que en ese momento hablaron entre la sorpresa de todos, verlos chocando palmas después de matar al Goliath solo les hizo recordar esa plática

un cazador de duendes en orarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora