un cazador de duendes en orario

capítulo 24: un completo apego a la muerte

Ahí estaba yo, sin saber bien el por qué, estaba ahí, sin mi Yelmo delante de la diosa Freya y sus hijos, todos me veían con duda, pues no era normal ver a alguien como yo sin el Yelmo, pero está vez, lo había quitado por qué debía dejar que mirarán mi rostro, mis anteriores batallas habían borrado los últimos atisbos de esperanza para mí, al menos... Con ellas 3... Fue entonces, que hable como suelo hacerlo, directamente y con la verdad, pues esa era la única manera en que realmente podía hablar

-realmente entiendo ese sentimiento- ellos se quedaron estáticos al escucharme, una mirada que podía no reflejar nada, ahora reflejaba odio y tristeza, fluyendo de la persona más inexpresiva que conocían, incluso más que ottar, pero ahora habían más preguntas en la mente de todos los presentes, ¿A qué me refería exactamente? Era sencillo... Me refería... A lo que ocurrió tras el Ragnarok

-¿De que estás hablando?- la sonrisa de Freya seguía mostrándose, aún que de notaba que apretaba un poco la misma para no ceder ante los recuerdos que está charla podría provocar, pero esto debía hacerse

-perdiste todo en una guerra, la guerra del Ragnarok- en ese momento, todos los hijos de Freya se pusieron en guardia, Freya al escuchar esa frase, solo contenía como podía las ganas de llorar, se mantenía firmé, pero en su mirada, me rogaba que parará, pero no podía hacerlo

-es doloroso... Perderlo todo, a todos... Entiendo ese sentimiento- ahora ottar parecía más preocupado que molesto, pues sabía que esos recuerdos torturaban a su diosa todo el tiempo, aún con su sonrisa, con su mirada y afecto, el sabía, que estaba guardando todo su sentimiento, pero ahora, no podía hacerlo, tenía enfrente a alguien que pasó por lo mismo, el mundo que el conocía, fue aniquilado de la noche a la mañana, todo eso paso en la guerra del Ragnarok

-no sigas...- ahora, con una voz quebrada, Freya apretaba sus manos y labios, los recuerdos que invadian su mente la estaban torturando, como una presión interna que no la soltaría nunca, el dolor de simplemente recordar su impotencia, como solo pudo escapar de esa guerra cruel, nada de los recuerdos que tenía eran bonitos, todos eran dolorosos, las personas que la querían murieron, dejándola como sobreviviente junto a Loki y algunos dioses o descendientes de los mismos, pero para ella, era insoportable revivir eso

-es por eso... Que no puedo salvarte- ella al escuchar eso, paso a mirarme fijamente, lágrimas caían por sus mejillas, incluso sonreía con tristeza al saber que nadie estaría dispuesto a tanto por ella, no sin que ella los encantará

-asi que es así...- las lágrimas en ella no paraban, incluso sus hijos apretaban sus armas en impotencia, una impotencia de saber que ellos no podían salvarla, no habían probado el abismo como lo habían hecho Bell y David, sus pruebas a superar fueron difíciles, pero comparando las pruebas de Bell y David, se quedaban atrás

-pero...- esas palabras volvieron a llamar la atención de la diosa, fijando su mirada en los ojos rojos del hombre que ahora estaba de pie, algo extraño que había en su rostro y que logró calmar las lágrimas de Freya por unos pocos segundos, era una sonrisa llena de calidez, -si aún después de que mi vida terminé, quieres mi ayuda y compañía para ir a buscar a los que tanto esperas ver de nuevo, tómame en tu salón... Y seré tu campeón, no soy un héroe, no soy como Bell, yo solo... Cumplo con mis misiones sin importar que tan duras sean- está vez, mientras David se alejaba, había algo en Freya que había sido liberado, esa era... La sensación de culpa, estaba llorando, lloraba todo lo que había contenido, pero no lo hacía por tristeza, estaba feliz, feliz de saber por esas simples palabras, que los que fueron sus hijos, sus compañeros y sus amigos, aún podían ser salvados, todo eso era lo que las simples palabras de un hombre que se llamaba así mismo "desperdicio" habían logrado, ottar solo lo miraba irse mientras abrazaba a la diosa para consolarla, ese momento, fue liberador para ambos, tanto ottar sentía como su diosa estaba siendo liberada de pesadas cadenas, el haber Sido aceptada por alguien sin necesidad de nada, el darle esperanzas que nadie había podido, era todo lo que necesitaba, así que mientras David se alejaba, el dió solo una palabra