Era una mañana como cualquier otra, los rayos del sol salían con intensidad despertando de su sueño a nuestro aventurero, el estaba pensativo, mirando a la nada, no era normal en el tener sueños que no tuvieran que ver con su hermana, con el destino de su aldea o matar goblins, aun así, tuvo un sueño extrañó, uno donde el podría jurar, que estaba al lado de un chico que parecía un conejo, de piel pálida, ojos color rubí y cabello blanco, le recordaba a los conejos, pero aun así, era extraño, pero decidió dejarlo de lado para comenzar su rutina, comenzó por ponerse su armadura, ajustarla y después moverse un poco para asegurarse que tenia bien puesta la misma -listo- dijo en un tono un poco audible, casi un susurro al viento, al ya tener su equipo listo, salio de su habitación y comenzó su ya tan normal recorrido, revisando la cerca para ver si estaba floja, buscando huellas por la hierba y tierra, entrenando sus técnicas de combate y su puntería con sus armas arrojadizas, si la cerca estaba floja, buscaba madera y cuerdas para arreglarla, pero ahora en su mente tenía otro pensamiento, después de todo, habían pasado 6 años desde que comenzó a matar goblins, seguía si creer que los goblins estaban casi extintos, pero era una realidad, la pregunta que rondaba su mente era simple y justificada, -¿que haré cuando esto termine?- se preguntaba en voz alta debido a que el entreno, lucho, pensó, pensó, pensó y pensó muchas formas diferentes de matar goblins con el fin de matarlos a todos, tal fue si venganza que llego al punto del exterminio, pero su pregunta ahora era esa, ¿que haría? Tal vez, solo tal vez podría tener su vida tranquila al lado de su amiga de la infancia, tal vez podría seguir su vida como aventurero y tener verdaderas aventuras como la elfa arquera siempre insistía, incluso podría preguntarle a la sacerdotisa y la recepcionista del gremio que podía hacer después, -no debo pensar en eso- eso basto para parar esos pensamientos que no lo dejaban tranquilo.
-buenos días!- dijo la animada voz de su amiga de la infancia, aun recordaba el valor que ella mostró cuando el le informó sobre el lord goblin y su ejercito, ella se negó a abandonar la granja, o mas bien, a abandonarlo a el de nuevo, sabiendo que el se quedaría a morir, -si- respondió con su ya habitual tono apagado, para el, esto se había vuelto lo de todos los días, pero no podía negar que era agradable, -el desayuno estará pronto, así que no te vayas sin desayunar- eso era una especie de regaño con una broma, aun que el no era bueno con esas cosas, el le pidió un día estofado para desayunar, eso fue cuando mato a un elfo oscuro que lideraba una orda de goblins, la sonrisa de su amiga y regaños, era como volver en el tiempo en que vivían en su aldea, -entiendo- para el, cuidar la sonrisa de su amiga se volvió importante, debía mantener esa sonrisa con todas sus fuerzas, lo había hecho 2 veces, esperaba seguir haciéndolo, pero con esas ideas en la cabeza, fue a desayunar con su animada amiga y el tío de la misma, el cual siempre era serio y distante por precaución, aun que el también le había tomado cariño.
La extinción de los goblins fue gracias a que noble fencer, junto a la doncella de la espada estaban patrocinando a nuevos aventureros, aventureros que sentían admiración a que decidieron llamar "héroe de la frontera", para ellos, goblin slayer bien podría ser un rango platino, pero era un rango plata, no mataba demonios, no mataba dragones, mataba a los que torturaban a los aldeanos y aldeanas, los goblins, apareciendo y desapareciendo como el viento, salvando a las cautivas y vengando a los muertos, el era consiente de que nada podría cambiar aun si dedicaba toda su vida a matar goblins, pero gracias a esa organización de cacería que fundaron noble fencer y la doncella de la espada, claro, con la ayuda de goblin slayer cuando le ofrecieron una misión de goblins a cambio de su permiso y consejos, los aventureros novatos llegaban ahí, aceptaron los consejos y por alguna razón, ellos miraban el trabajo de matar goblins como un bien mayor para todos, ellos recordaban el miedo que sentían cuando los goblins rondaban, el alivio que sentían era aun mayor al escuchar las palabras " mate a todos los goblins" viniendo de el, el era un experto, no le interesaban los blobs, los dragones, los devoradores de roca, ogros o demonios, el solo cazaba goblins para cumplir su venganza, había pasado 1 año desde que se fundo esa organización, por alguna razón, a goblin slayer decidieron premiarlo con el rango oró en el gremio, haciendo que el ejército lo intentará reclutar, basta con decir que su respuesta fue "no me interesa" para retirarse a cumplir una nueva misión de goblins, el ejército si bien era necesario, se podría decir que a el no le agradaba, por lo que siguió igual que siempre, saliendo con sus compañeros a una nueva matanza, el era raro, estoico y bastante directo en sus palabras, aun con eso, robo el corazón de la doncella de la espada, las palabras que el dijo, las dijo como una verdad absoluta, el no podía salvarla de su miedo, pero si alguna vez habían goblins, el los mataría por ella, ese poder en sus palabras se volvió rápidamente una luz cálida para la doncella, y para noble fencer, ella lo admiraba, el entendió que ella debía vengarse, debía volver por lo que le fue robado, el entendía eso, para por que el se vio a si mismo en ella, pero no había necesidad de otro goblins slayer, ella lo entendió cuando la pelea contra el paladín goblin termino, perdió su pureza, sus amigos y fue marcada por un dios oscuro, pero aun así, el había acabado con los culpables, admiración, eso era lo que sentía, pero dejo de ser aventurera para ayudar de otra manera, la cual funcionaba, su odio no desapareció, pero estaba apuntó de hacerlo.
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un cazador de duendes en orario
Fanfictionuna vez terminada su labor de asesinar a todos los goblins, goblin slayer, activando un misterioso artefacto mágico en el último nido de goblins que quedaba, fue transportado a las afueras de la ciudad de orario, sin saber que mas hacer y con solo s...