CAPITULO 3. ENCUENTRO SORPRESA

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—Solo un poco mas!!— Gritaba frenéticamente intentando animar a Turtwig, los ataque por parte de chimchar eran feroces y certeros, y la barra que marcaba los PS rápidamente se torno de un color rojo; comencé a entrar en pánico, mientras pensaba en alguna forma para remontar.

—Chimchar usa ascuas—

Sabia perfectamente que eso seria muy dañino para Turtwig, así que le ordene que lo evitara, pero fue en vano, sus ataques eran mas rápidos que los míos. intentando acabar con el combare pase de una estrategia defensiva a una ofensiva y ordene a turtwig usar absorber para intentar recuperar algunos PS, al darse cuenta de mi desesperación el chico ordena a su Pokémon usar arañazo para evitar que lograra contraatacar, después de eso Turtwig cayo inconsciente al piso.

Al terminar el combate, no pude evitar caer al suelo para tomar un pequeño descanso, el aire soplaba muy suavemente dejando una grata sensación en mi cara; me costaba mucho creer que esto era un mundo virtual, pero al pelear algo dentro de mi se sintió diferente, algo que no podía describir claramente.

De repente fui bañada con una inesperada sombra que se interponía entre los rayos del sol y yo, el chico de antes se encontraba parado frente a mi preguntándome si me encontraba bien, por lo me levante del suelo sacudiéndome el polvo de mi falda y asentí con la cabeza.

–Hola, me llamo Sack, gusto en conocerte — Dijo con un tono muy amigable.

Desafortunadamente para el supe su nombre leyendo su perfil al inicio del combate, pero no quise verme grosera y decidí presentarme apropiadamente.

–Me llamo Cyan, espero podamos llevarnos bien — De inmediato la cara del chico se torno roja, y su actitud cambio repentinamente, dejando de lado ese temerario oponente, y pasando a mostrar a un chico un poco tímido.

—Yo quería saber...— Inesperadamente un alerta salto frente a mi impidiéndole al chico terminar la oración.

La alerta había saltado debido a que ya eran casi las 2 de la mañana y debía levantarme temprano para el entrenamiento con el club de voleibol. Por lo que me despedí de Sack y abrí la ventada del menú esperando poder cerrar sesión sin ninguna complicación, pero antes de poder presionar el botón el chico me tomó de la mano para impedir que saliera del juego.

–Lo siento, pero podría agregarte a mi lista de amigos — Dijo un poco temeroso.

He de admitir que eso me tomo un por sorpresa, pero al final accedí a su petición de amistad, y después de intercambiar solicitudes pude cerrar sesión.

De inmediato mi cuerpo fue envuelto en una gran oscuridad, el clima era frio en comparación con el de antes, las paredes de color miel me recordaron que había vuelto a mi habitación.

—Lo bueno es que solo seria un rato no es así Cyan — Susurro en un tono burlón mientras con todo el cuidado destiendo la cama para poder meterme en ella, las sabanas de inmediato envuelven mi cuerpo para casi inmediatamente perder el conocimiento hasta que un agudo chirrido interrumpe mi sueño, a lo que molesta me levanto de la cama con la intención de saber de donde proviene el muy molesto ruido, el cual después de unos cuantos segundos supe que venia de mi celular que se encontraba vibrando en la cómoda de alado de mi cama.

Yuki: ¿DÓNDE DEMONIOS ESTAS? TE ESTAMOS ESPERANDO.

En seguida mi mirada se dirige al reloj, el cual indicaba que faltaban tan solo 15 minutos para las 8, lo que significaba que no había puesto el despertador anoche.

—llego en 10 minutos — Inmediatamente cuelgo el teléfono mientras en mi cabeza no paraba de repetir DEMONIOS, DEMONIOS, DEMONIOS e intentaba desesperadamente ponerme el uniforme.

Ya habiendo logrado terminar de vestirme, salgo de mi cuarto bajando lo mas rápidamente posible las escaleras evitando el tropezarme y morir, hasta llegar a la puerta donde mi madre algo molesta se encontraba sosteniendo una pequeña mochila con mi almuerzo.

Al salir de casa tome la bicicleta de Dereck esperando que no se moleste conmigo ya que esta se encontraba mas accesible que la mía. Era 26 de diciembre por lo que el frio seguía estando presente, y los últimos copos de nieve de la ventisca de ayer aun podían verse caer del cielo, lo que hacia difícil el moverse por la ciudad, pero a pesar de todo pude llegar a la escuela sana y salva.

Como era de esperar, Yuki se encontraba esperando por mi frente a la puerta del colegio, algo que sabia no podía desaprovechar, por lo que intento acercarme a ella sin que se diera cuenta esperando poder sorprenderla, pero a uno cuantos centímetros una voz casi siniestra hace que mi cuerpo se quede completamente congelado.

–Nunca lo lograras, eres muy ruidosa– Dijo la molesta chica mientras me miraba con resignación.

Nunca e logrado saber como lo hace pero nunca he podido asustar a esta chica. Después de intercambiar saludos ambas nos dirigimos adentro para encontrarnos con el resto del equipo y comenzar con el entrenamiento.

El tiempo paso rápidamente, en el gimnasio pequeños susurros se escuchaban por parte de otros compañeros acerca de diversos juegos de Morfeo, haciéndome recordar sobre el gran desastre que fue mi primera batalla, la campana sonó anunciando el almuerzo; inmediatamente me levante de la banca para dirigirme al comedor de la escuela y contarle con todo lujo de detalle a Yuki lo que había pasado ayer.

Al salir del gimnasio algo me obligo a ir hacia atrás haciendo que callera al piso, rápidamente levanto la mirada para saber que había ocurrido solo para encontrarme con un chico casi el doble de mi estatura quien en sin titubear estira su mano en señal de ayuda.

—Lo siento no te vi— Dijo el chico mientras me ayudaba a levantarme.

–No, yo lo siento por no estaba prestando atención– Conteste con la cara ruborizada por la vergüenza.

Después de eso el chico se despidió y yo retome mi camino hasta el comedor sin olvidar lo que había ocurrido. Al entrar me dirigí a la mesa en donde se encontraba el resto de los miembros del club.

— Bien, quiero todos los detalles — Dijo Yuki casi impaciente

— Veamos, ¿por donde comienzo? — En seguida proseguí a relatar todo lo que me había ocurrido desde que inicie sesión, hasta que me desconecte.

—No me sorprende que llegarás tarde — Contesto Yuki con un tono de burla, dando a entender que esperaba que eso ocurriera.

—En ese caso no voy a darte tu regalo — Dije sarcásticamente mientras sacaba de mi mochila una pequeña caja envuelta con papel rojo y adornada con un moño de color verde.

—Sabia que serias tu — una voz detrás de mi se hizo presente, rompiendo toda la atmósfera.

Hacia lo mas alto de Sinnho (Re-editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora