Capítulo 7 La Amenaza Fantasma.

119 8 1
                                    

-Señor Oscuro; Shitori y GrayMichael están muertos.-dijo Psycho arrodillado ante Slenderman.
-Muéstrame las cabezas.-ordenó Slenderman, y Psycho le pasó el saco.
Slenderman sacó ambas cabezas. Las miró impresionado. Las examinó con muchísima curiosidad, para luego devolverlas al saco y colocar este al lado de su fiel proxy.
-Wow. Debo admitirlo Psycho. Estoy más qué muy impresionado.-dijo Slenderman.-Siéndote sincero, creí que matarías a Goatlown.
-A ella le tengo reservada la mejor parte Señor Oscuro.
-¿Y se podría saber cuál es?
-Claro. El sufrimiento. Acabo de asesinar a su mejor amigo y al tipo con el qué tenía sexo cómo perra en celo. Apenas sepa qué están muertos sufrirá. Y estaré allí para verlo.
Slenderman parecía pensativo.
-Hmm. Me gusta cómo piensas Psycho. Sé lo qué ella te ha hecho. Y se lo merece. Tienes mi autorización para hacerla sufrir. Y ahora. Cumpliré mi parte.
Slenderman puso su mano sobre la cabeza de Psycho, y la quitó a los pocos segundos.
-Ahora. Ningún proxy podrá matarte. Y. El resto de los creepypastas te temerán tanto cómo a mí.-dijo Slenderman.
-Gracias. Maestro.-contestó Psycho inclinando la cabeza. Slenderman lo miró por un momento.
-Hay mucho conflicto en tu interior Psycho. Tu odio por Goatlown, tu cariño por Sinka, tu euforia por estos homicidios y la alegría por volver a ver a tu familia están librando una batalla muy peligrosa dentro de ti Psycho. Tus emociones y tu demencia están empezando a tomar las riendas de tus acciones.-lo señaló con uno de sus largos dedos pálidos.-No olvides quién es el verdadero enemigo, ni a quién sirves ni cuales son tus ideales.
-No lo haré Lord Slender.
-Bien. Ahora ven. Sígueme. Te llevaré con Lily y Sofía.

Slenderman guió a Psycho por días enteros, hasta llegar al parque Rosswood. No era nada parecido a Dark Forest. Este bosque era... Soleado. Alegre. Había color. Y entonces, llegó al límite del bosque. Vio a dos personas. Lily y Sofía. Lily estaba demasiado cambiada. Se parecía a Sofía. Alta. Mismo cabello rubio y ojos verdes. Era hermosa. Cómo Sofía. No parecía haber crecido lejos de la civilización por 11 largos años.
-No me enteré hasta hace poco qué eran tu familia.-dijo Slenderman.-Eres un buen proxy Psycho.-puso su mano con largos dedos escuálidos en el hombro de su servidor.-Sólo tú obedeces mis órdenes incondicionalmente. Los demás proxies se han armado una sociedad, fortalecidos por el amor entre ellos. Sólo tú eres tan frío y oscuro para asesinar a dos de tus compañeros. Y por eso te recompensé. Sé qué no las lastimarás. Me encargué de criar a Lily de la manera adecuada. Y Sofía se encargó de contarle de ti. Ahora ve.
Psycho comenzó a avanzar, pero Slenderman lo detuvo. Le quitó la máscara y los guantes.
-Mejor no mostrarle tu lado aterrador.-dijo y Psycho se ató la máscara y los guantes al cinturón.
-Gracias.... Por todo... Amo.-le agradeció Psycho.
-Sólo dime Slender. Eres más qué un proxy Psycho. Eres mi amigo.
-Usted también es mi amigo. Mi mejor amigo.
-Gracias. Bueno. Ve. Ya sabes cómo volver a Dark Forest.
Psycho caminó hacia ellas, hasta qué Sofía lo reconoció a la distancia. Lily se separó de su prima, y corrió hacia Psycho, gritando el nombre con el que nadie lo había llamado en 11 años. Dale. Ambos corrieron por el verde pasto, con el sol iluminando sus pálidos rostros, hasta qué se abrazaron.
Se abrazaron con fuerza. Y amor. Psycho tenía de vuelta a su hermanita. Lily lloró sobre su hombro, y Psycho se negó a soltarla, al igual qué ella a él. Lily le besó la cara entera, al igual qué hacía cuando era bebé. Psycho le devolvió los besos y ambos se abrazaron y dieron vueltas sobre el pasto verde. Sofía se acercó con una enorme sonrisa. Lily y Psycho se separaron riendo y llorando de la alegría. Sofía saltó sobre Psycho y se abrazaron. Los tres volvían a estar juntos. Finalmente. Y esta vez. Nadie los separaría.

-Sinka. ¿Has visto a Shitori, Michael, el Amo o Psycho?-preguntó Madeline.
-Nope. No los he visto desde hace días.-contestó Sinka apartándose un mechón plateado de la cara.
-Extraño. Los cuatro sólo desaparecieron y ya.
-¿Desde cuando Psycho te importa tanto Goatlown?-Sinka miró a Madeline, cómo si la estuviera culpando de algo.-Hasta donde yo se; tú, Michael y Shitori no han hecho más qué hacerle bullying a lo hardcore. No te importa Psycho en lo más mínimo.
-Mira Sin. Psycho y yo tenemos nuestro pasado. La razón de nuestra separación y odio no fue más qué una inmadurez de parte mía. Lo llevé al límite. Gracias a mí él es quien es. Pero. Cuando me uní a los proxies todo cambió. Ustedes son la única familia qué me queda. Amo a Shitori. Y los quiero a todos. Incluso a Psycho. Estoy dispuesta a una reconciliación con él...
Sinka se echó a reír.
-¡Oigan todos! ¡Goatlown está contando chistes!-le gritó al aire sabiendo qué nadie la iba a escuchar.
-No es ningún maldito chiste Sin.
-Ay mi amiga.-se secó una lágrima de la risa.-Sé lo qué en realidad quieres.
-¿Ah sí?
-Sí. Quieres matar a Psycho. Estás celosa de qué él sea probablemente el favorito del Amo. Y no aceptas qué él no haya sido cómo el resto de los hombres qué te rogaron. Puede qué tengas 29 años Goat. Pero eres la mujer más inmadura qué conozco. Te peleaste con Psycho hace ya quince años. Ya. Supéralo.
-Él me hirió...
-No no no. TÚ lo dañaste a él. Le has echado la culpa y lo has echo quedar cómo el malo de la historia desde entonces. Lo hieres y lo culpas por evitarte. Por el amor a Dios Goat. Ya supera ese maldito conflicto y deja a Psycho en paz. Psycho no sólo es mi amigo. Es mi hermano. Y sí lo dañas. Aunque sea una vez más.-Sinka hizo una pausa dramática. Se notaba la tensión entre ambas chicas. Ambas se sostuvieron las miradas.-Te mataré.-dijo y se marchó, dejando qué las sombras la rodearan.

Psycho y su familia estuvieron charlando por un enorme rato. Cada quien contando su vida, y poniendo a los demás al tanto. En la madrugada. Cuando Lily se quedó dormida. Psycho y Sofía tenían una seria conversación qué llevar.
-Sé qué tenés preguntas Daly. Sentémonos y te responderé todo lo qué sepa.-dijo Sofía mirando a Psycho a los ojos. Ambos se sentaron en unos troncos, separados por una fogata. Lily dormía a los pies del tronco en el qué se sentó Psycho.
-11 años. 11 largos años Sofi. ¿Dónde diablos has estado?-dijo Psycho. Y por primera vez en tantos años. Dejó de sentirse cómo el psicópata más despiadado y oscuro de todos los tiempos. Sintió qué su nombre volvía a ser Dale Dixon. No Psycho.
-Espero qué no tengas sueño. Es una larga historia.
-Pues contámelo todo.
Sofía parecía incómoda. Demasiado incómoda.
-Te amo primito. ¿Lo sabes verdad? ¿También me amas Daly?
-Obvio qué sí Sofi. Te amo más qué a mi vida. Igual qué a Lily. Ustedes son todo lo qué me queda. Y jamás dejaré de amarte.
-Bueno. Yo tampoco dejaré de amarte. Aquí voy.-suspiró cansada.-Todo comenzó hace años. Muchísimos años. Incluso antes de tu conflicto con Madeline. Un día andaba sola por Dark Forest. Me atacó un sujeto, trató de violarme. Lo asesiné con mi hacha. Horrorizada, huí con mi hacha y mi sierra eléctrica cómo única compañía. Slenderman me halló. Me ofreció un nuevo estilo de vida. Y ocultar mi crimen. Accedí. Me volví su proxy. Con el nombre de Vaxempire.
"Mi máscara es un murciélago bastante siniestro. La razón por la qué me iba a ir de la ciudad era para ir a Dark Forest y cumplir unos cuantos mandatos de Slenderman. Cuando se llevaron a Lily. Lo discutí con él. Íbamos a devolverla. Pero ahí Slenderman y sus proxies entramos en guerra contra los demás creepypastas. No pudimos hacer nada. Luego enloqueciste. Slenderman me ordenó cuidar a Lily no sólo por ser su prima sino también porque yo era la única qué sabía cómo cuidar a una niña."
"En mi opinión hice un excelente trabajo. Le enseñé todo lo qué necesita saber. Y sabe pelear. Puede qué sólo tenga 13. Pero es más peligrosa de lo qué parece. Mucho más. No la dejé olvidarte. La mantuve con la promesa de qué algún día volveríamos a verte. Y al fin se cumplió. Daly. He matado. Al igual qué tú. Sé lo qué hiciste en el callejón 108. Somos asesinos. Y tristemente no pude apartar a Lily de la verdad. No le importa. Es más fuerte y resistente de lo qué crees. Lamento no poder convertir a Lily en una mejor persona, y espero qué me perdones por ello."
-No tengo nada qué perdonarte Sofi. No necesitas disculparte.
-Pero Lily...-Sofía dejó la frase en el aire.
-No Sofi. Nuestras vidas han cambiado radicalmente. Si Lily quiere ser una proxy no la detendré.
-¿Es en serio Daly? Míranos. Asesinos. Psicópatas. Vivimos en el bosque en pésimas condiciones siguiendo las órdenes de Slenderman. En guerra contra los demás creepypastas. Asesinando indiscriminadamente a diestra y siniestra. Yo con mi hacha y sierra eléctrica y tú con tus garras. ¿En serio quieres qué Lily mate? ¿Quieres qué porte un arma siempre con ella para asesinar a todo ser viviente qué tenga en frente si Slenderman se lo ordena? Tú y yo estamos condenados Daly. Por hacer la obra del diablo...
Esto molestó a Psycho.
-Sin ofender Sofi. Pero ya sonás cómo Madeline. Diciendo qué servimos al enemigo de Dios. Al enemigo de mi Padre Celestial. Jamás traicionaré a Dios. Nunca. Y te agradecería qué no volvás a decir eso Sofi. Lo qué hacemos es malo. Sí. Pero el Padre Celestial y aún nos ama. Y siempre lo hará. Nos ama tanto; qué. Si nos arrepentimos. Lo qué planeo hacer antes de morir. Nos perdonará.
-Tienes razón Daly...
-Ven aquí.-le dijo Psycho sabiendo qué su prima quería llorar.
Sofía se acercó a Psycho y lloró sobre su hombro.
-Sé qué quieres cambiar de vida Sofi. Pero no podemos dejar esta vida. Están Slender y...
-¿Sinka? Ella te gusta ¿no? Por eso no quieres dejar esta vida. Sólo para ver a tu crush de cabellos plateados.
-No es sólo por Sinka. Sí. Estoy atraído por ella. Pero no sólo es por ella. No podemos huir de esta vida. Ya no. Estamos atados a ella. Y no podemos hacer nada al respecto. Ni ahora. Ni nunca.

Masky se hallaba en medio del bosque, buscando a Slenderman. Había estado viajando por horas. Hasta qué lo vio. Slenderman. Pero había algo raro en él. Caminaba cansado, y avanzó rápidamente hacia Masky. Masky retrocedió violentamente, asustado. Parecía qué Slenderman lo iba a atacar.
Masky se tropezó con una roca, y pegó la espalda contra un árbol. Estaba acorralado. Hasta qué lo vio. Uno de sus tentáculos cortados. Varios cuchillos atravesando su pecho y estómago. Su uniforme ensangrentado. Un largo corte en su pierna y cara. Estaba agonizando.
Slenderman se apoyó en el árbol. La sangre le cayó a Masky, manchando su ropa de rojo. Slenderman respiraba pesadamente, y Masky miró aterrorizado el estado de su maestro. Slenderman cayó a un lado y Masky lo atajó.
-¡Maestro! ¿¡Qué sucedió!?-le gritó Masky. Slenderman tosió.
-La guerra...contra los demás creepypastas...ha comenzado...-tosió y murió, sobre los brazos de su proxy.

PrøxiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora