Psycho avanzó hacia Madeline lleno de ira y odio puro. Sinka lo detuvo.
-¡No Psycho!-le dijo sosteniéndolo.
-Voy a matarla.-contestó Psycho. Sinka era más fuerte qué él.
-¡No! ¿Por qué?
-Esa mujer terminó de arruinar mi vida. Le abriré la garganta para tenerla agonizando en mis brazos mientras la atormento hasta qué le estalle cada una de las putas venas de su puto cuello pálido de mierda.
-¡No Psycho! ¡Si la matas el Amo te matará a ti! Ella ya hizo el juramento. Está bajo la protección del Amo.
Psycho se relajó, y miró a Madeline con todo el odio imaginable. Apretó los dientes. Sinka lo soltó.
-Si la odias tanto mantente al margen. Lejos de ella. Si la matas las consecuencias podrían ser catastróficas. Trata de ignorarla ¿sí?
-Sí...
Sinka le sonrió desde detrás de su espeluznante máscara, y Psycho y ella volvieron a la formación.
-¿Y cómo te conocen mi servidora?-preguntó Slenderman.
-Goatlown. Es un honor servirle Maestro.-respondió Madeline.
En su mano derecha sostenía un libro negro con el dibujo del cráneo de una cabra con un pentagrama en la frente, y debajo el logo de un círculo tachado con una equis. El recuerdo del día del secuestro de Lily vino a su mente. Fue hace tantos años... Pero lo recordaba cómo si acabara de suceder. Psycho maldijo mentalmente a Madeline de todas las maneras posibles. Chocó con delicadeza y un sonido casi inaudible sus garras de acero, deseando hundirlas lentamente en la carne de su enemiga. O mejor. Atormentarla con su ojo hasta la locura, para tenerla encerrada cómo a un animal de zoológico y contemplar con todo el placer del mundo cómo la locura la devoraba viva lentamente. Lo haría. Algún día. Mataría a Madeline o mínimo la vería muerta. Ésta cruzó al lado de Psycho.
-Qué gusto volver a verte Dale.-dijo con una sonrisa detrás de su máscara. Slenderman, Hoody, Masky y Ticci Toby estaban alejándose. Sólo quedaban Sinka, Madeline y él.
Sin esperar a una respuesta siguió avanzando y Psycho levantó sus garras para darle un golpe mortal. Cuando estaba apunto, y cuchillo se puso en su camino, bloqueando el ataque. Sinka. Miró a Psycho con una muy fría seriedad. Negó con la cabeza. Psycho bajó la mirada, y bajó la mano. Madeline ya se había ido, y Sinka comenzó a avanzar.
-¿No vienes?-le preguntó a su amigo.
Psycho se limitó a seguirla a manera de respuesta. No habló en el resto del viaje. Ni tampoco Sinka. Psycho se limitaba a mirar con odio puro a Madeline, quién en esos pocos segundos se estaba ganando a los otros tres proxies. Los cuatro conversaban de sus crímenes. Psycho se detuvo de golpe cuando vio qué Madeline sacó un collar con los ojos y corazones de sus víctimas.
Sinka le puso una mano en el hombro.
-Lo sé. Lo sé. Es macabro. No la mires.-dijo e iba a abrazar a Psycho pero éste dio un tajo con sus garras en el árbol qué tenía a la derecha. Cinco cortes profundos en la madera negra del pobre árbol.
Sinka lo miró sorprendida, al igual qué los otros proxies. Madeline estalló a reírse de Psycho. Los demás proxies estaban sorprendidos. Psycho era más peligroso de lo qué creían. Ticci Toby, Masky y Hoody avanzaron callados junto a Madeline quién siguió riéndose cómo loca. Sinka colocó una de sus manos en el hombro de Psycho.
-No la escuches. Ven. Vamos a caminar.-dijo Sinka y se llevó a su amigo por otra dirección.
Al cabo de un rato, Sinka le preguntó a Psycho la razón de su inmenso y oscuro odio hacia Madeline. Psycho le contó toda la historia hasta el más mínimo detalle. Sinka comprendió entonces. Le aconsejó a Psycho mantenerse lo más alejado posible de Madeline para no meterse en problemas con Slenderman.
Siete años más tarde, Psycho se había vuelto más maduro y su alma más oscura. Asesinaba sin dudar. No dudaba en derramar sangre. Fuera alguien inocente o no. Se había vuelto poderoso. Casi tanto cómo el mismo Ticci Toby. Dos nuevos proxies. Shitori y GrayMichael. Psycho los odió a ambos desde qué los vio, y más porque entre ellos dos y Madeline le hacían bullying. Y por más qué Sinka, Ticci Toby y Masky intervinieron, "Los Tres Chiflados de Mierda" cómo los llamó Psycho, no cesaron su horrendo bullying.
Shitori era un ex narcotraficante qué se coció la boca y el corazón, quién se volvió el novio de Madeline, y GrayMichael era el hijo de un reconocido científico. Michael fue utilizado cómo sujeto de pruebas por su padre al cual asesinó y luego escapó, para ser hallado por Madeline, quién lo agregó a su macabra causa contra Psycho. Y Psycho sólo los acechaba. Cómo un lobo esperando por una presa. Esperando la oportunidad para atacar.
En un día de invierno, Slenderman llamó a Psycho a solas. Psycho se arrodilló ante él.
-Eras débil cuando te encontré. Ahora tu alma se ha llenado de oscuridad y odio.-dijo Slenderman, pasando la garra de uno de sus tentáculos cerca de la cara de Psycho. Listo para apuñalarlo en un abrir y cerrar de ojos si así lo quería.-Y por último. La muerte y la oscuridad son tus aliadas.-alejó el letal tentáculo de Psycho.-Levántate mi proxy.
Psycho se levantó, mirando a Slenderman a los ojos.
-¿Cuál es su voluntad Señor Oscuro?-preguntó Psycho.
-Es momento de tu primera verdadera prueba.
-¿Va a mandarme a asesinar a Smile Dog a Jeff the Killer?
-No. Jeff es mío. Al igual qué muchos otros creepypastas qué están en guerra contra mí. Y Smile Dog es peligroso. Pero no una amenaza. Y menos para nosotros. No interactúa con nosotros porque me teme. Al igual qué a ustedes al estar a mi servicio y bajo mi protección. Todos ustedes mis proxies están fuera de su alcance. Y en tu prueba. Deberás mostrarme lealtad a mí y mis órdenes. Debes asesinar a otros dos proxies de tu elección. Asesínalos y tráeme sus cabezas.
-Lo qué usted ordene Señor Oscuro.-Psycho ya tenía sus víctimas seleccionadas.
-Los demás proxies no pueden descubrirte. Asegúrate qué no haya testigos. Y no podrás contarle a nadie de esto. Ni siquiera a tu amiguita Sinka.
-Cómo usted diga.
-Bien. Asesínalos, y a cambio, te protegeré.
-¿De qué?
-De la ira de los demás proxies. Si no te temen y te consideran una amenaza después de qué hayas asesinado a los otros dos acudirán a mí para cazarte. Pero no lo haré y no tendrán mi autorización. Y si me desobedecen, no podrán matarte. Ningún proxy podrá matarte. Y además. Te llevaré con tu hermana y tu prima.
-¿Ha visto a mi hermana?
-Sí. Una muy gentil niña de 13 años. Tu prima la ha estado cuidando. Te recuerdan y te extrañan. Darían cualquier cosa por verte. Mata a esos proxies. Y ella, tu prima y tú volverán a estar juntos.
-Mis víctimas no sabrán qué las golpeó. Dalas por muertas.
-Perfecto. Y no olvides arrancarles la cabeza y traérmela. Tú eliges cómo matarlos. No tengas piedad. Ahora retírate y ve tras ellos.
-Cómo usted desee. Maestro.-dijo Psycho, y se retiró luego de una leve reverencia, haciendo chocar el filo de sus garras de acero, y con una enorme sonrisa detrás de su horripilante máscara.
ESTÁS LEYENDO
Prøxies
ParanormalUn joven de 20 años llamado Dale Dixon esta deprimido. Su única felicidad son los pocos minutos que pasa con sus 2 amigos y con su hermanita menor. Un día, ella desaparece. La policía no se esfuerza en buscarla y el joven poco a poco va perdiendo su...