Capitulo 23: Ven gan za

569 32 14
                                    

Olivia.

Cuando Tom se fue, Casey me bombardeó a preguntas, pero no tenía tiempo ni ganas de explicarle la complicada y para nada sana relación que llevaba a escondidas con Tom. Ni siquiera yo lo entendía.

Pasaron ya dos semanas de la fiesta, y las aguas parecieron calmarse. Adam volvió a casa y Tom en persona le pidió disculpas por su escenita. No había quedado muy convencido, pero su naturaleza lo obligó a perdonarlo.

— ¿Vino?— me pregunto Casey. Nos encontrábamos todos cenando en su casa: Haz, Lily, Jace, Adam, Liah, Tom y yo.

— Claro— le di mi copa y luego saboreé el delicioso líquido.

Tom se encontraba sentado frente a mí, y no dejaba de mirarme. Cuando los demás se distrajeron en su conversación, aproveché

— ¿Qué?— module no sin ruido. Se señalo la boca y entendí a lo que se refería. Me había puesto un labial rojo, y a el le encantaba como me quedaba. Sonreí y me mordí el labio, provocándolo. Tomó aire y me señalo con sus ojos, el pasillo que daba al baño. Negué con mi cabeza, riendo.

— ¿Que es tan gracioso?— me pregunto Adam con una sonrisa. Estaba a punto de contestarle pero el timbre sonó. Fruncí el ceño y miré a Casey

— ¿Alguien más viene?— noté en sus ojos la culpabilidad

— ¿No le contaste?— preguntó Jace, antes de levantarse

— Lo siento— me sonrió inocente. Jace desapareció por el pasillo y volvió con lo último que necesitaba justo ahora.

— Hola, vecinita— me mostró una enorme y diabólica sonrisa.

— Amanda— dije fingiendo un tono educado.

¿Por que mierda la habían invitado? Rara eran las veces que nos veíamos, nunca nos invitaban a hacer cosas cuando la otra estaba presente. No era un secreto que no nos toleramos.

— ¿Tom? Oh por dios, creí que no lo decían enserio— se acercó corriendo y el se levantó para saludarla. Amy le rodeó el cuello y lo apretó muy fuerte. Era un abrazo totalmente innecesario y fuera de lugar ¿qué se creía esta imbecil apareciendo y abrazándolo como si no hubiese un mañana?— te ves excelente, incluso mas guapo que antes, si es que eso es posible— le dijo cuando sé separaron. El le dedicó una sonrisa espléndida y tuve ganas de vomitarlos a los dos.

— Lo mismo digo. Te ves preciosa— tomó asiento junto a él e ignorando a todos los que estábamos alrededor se pusieron a tener una charla como si fuesen los mejores amigos del mundo.

Me serví mas de mi fiel amigo, el vino y esperé a que me ayudara a pasar el resto de la cena sin tener que matar a alguien.

Ya habíamos terminado de comer, Liah estaba acostada en el sillón con su kindle y el resto de nosotros aún seguíamos en la mesa comiendo unos pequeños postres que hicimos esa misma tarde con Casey.

— ¿Sabes Tom?— preguntó Amy en voz alta. Se había portado de lo mejor conmigo y sabía que tarde o temprano, arrasaría con eso— jamás voy a perdonarte que te hayas ido sin llevarme contigo, te juro que si me lo pedías me hubiese largado sin pensarlo— rodeé los ojos

— ¿Y tu que pintabas en esa decisión?— me metí en su conversación. Me sonrió, satisfecha con que haya mordido el anzuelo

— Pues que el y yo, obviamente teníamos una especie de conexión— solté una carcajada

— ¿Conexión? Por favor, si Tom apenas si te pasaba la hora

— Si es lo que piensas para no torturarte, quien soy yo para contradecirte— me sonrió cínicamente— Además nunca intenté nada, porque yo si respeto las relaciones ajenas

AHORA. Libro II de "Secretos" (Tom Holland, Danielle Campbell)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora