Capitulo 7: Zorras y estupidas

1K 58 7
                                    


Narra Olivia:

Bajamos en silencio tomados de la mano.
Tengo miedo de entrar y ver los rostros de una familia destruida por mi. Tom me dijo qué no es mi culpa, pero no puedo evitar sentirme...solté todo asi sin mas.

Entramos al apartamento. Casey esta sentada en un sillon con las rodillas en su pecho y con sus brazos rodeándolas. Su madre llora en el otro sillón, tapándose la cara con las manos. Y su padre esta parado cabizbajo a un lado de Casey.
Al percatarse de nuestra presencia, la familia Scott nos observa.

—Perdón, no queriamos molestarlos— dijo Tom

— Esta bien... no se preocupen...vayan a dormirse, nosotros ya nos vamos— dijo el padre de Casey, siempre admire al señor Scott. Su amabilidad y su fuerza ante todo. Le dediqué una sonrisa.

—Buenas noches— dije

— Gracias a ti no serán tan buenas querida— dijo Anne. Miré a los ojos a esta señora que tanto quiero a pesar de todo. Me escondí mas en la espalda de Tom y me aferré a su remera.

— Gracias a las mentiras...de todos nosotros— dijo el con tranquilidad.

Caminamos despacio hacía mi habitación y cuando llegamos solté todo el aire que no sabia que estaba reteniendo. Tapé mi cara con las manos y me deslicé por la puerta.

La habitación entera daba vueltas y mi corazón latía con rapidez.

No otra vez

— ¿Amor?— me miró preocupado. Se agachó y tomó mi cara entre sus manos— calmate ¿entendiste? respira y tranquilízate— intentaba hacer lo que el me decía. Mi respiración comenzaba a calmarse.

Dejó un beso en mi frente y me alzó como a una princesa. Me llevó hasta la cama y con cuidado me acosto. Luego se acercó a mi ropero y sacó mi pijama. Se acercó nuevamente y se puso encima de mis muslos sin aplastarme demasiado, con las piernas a cada lado. Metió sus manos debajo de mi blusa y me estremecí ante su tacto. Con cuidado me sentó y empezó a besar mi cuello, mientras sus manos quitaban mi remera. Sus labios sé dirigieron a mi mandibula dejando besos húmedos a su paso. Se acercaba a mi boca pero no me besaba. Lo tomé del rostro desesperadamente provocando que el soltara una risita.

Tomó mi remera de pijama, que en realidad es una de sus remeras que tanto me gustan. Me la colocó con cuidado y volvió a acostarme. Empezó a dejar besos por mi pecho y luego en mi panza. Una de sus manos se metió por debajo de la falda de jean que llevo puesta. Comenzó a acariciarme. Solté un grito ahogado y levanté mi espalda del colchon. Sin dejar de tocarme, Tom empezó a desabrochar los botones de la ahora estorbosa falda. Seguía dejando besos en mi panza y cada vez más abajo.

— Tom— supliqué entre suspiros y tapé mi mano con la boca.

Sé deshizo de mi falda. Subió un momento y besó mi boca. Apretó sus caderas contra las mías demostrándome cuanto me desea, al igual que yo a el.
Volvió a bajar y me quitó las bragas. Flexione mis piernas y el metió su cabeza entre mis muslos. Solté un chillido y tiré del pelo de Thomas. Me tapé la boca tratando de no hacer tanto ruido. Los Scott podrían aún estar en la cocina.

— Tom— mis piernas se tensaron y por fin terminé con todo el estrés de esta semana. Agarre de los hombros a Tom obligándolo a acercarse de nuevo a mi. Lo besé enrollando mis brazos en su cuello. Me dió un último beso y se acostó a mi lado.

— ¿Estas más tranquila?— me dijo divertido y agitado. Comencé a reirme y golpeé su brazo. Me levante para ir al baño. Tome mi bata— ¿donde vas?

— Al baño, voy a ducharme

— ¿Te acompaño?— le sonrei y me acerqué gateando hasta donde esta acostado

AHORA. Libro II de "Secretos" (Tom Holland, Danielle Campbell)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora