AHORA. Libro II de "Secretos" (Tom Holland, Danielle Campbell)

Capitulo 16: Reencuentro

Tom.

Cuando Liah se levantó de la mesa, inmediatamente mi mirada fue hacia Olivia. Ella la siguió con la mirada y suspiró

— Enseguida vuelvo— dijo y se levantó.

— ¿Un baño, Adam?— pregunté, sabiendo que estaba arriba

— Arriba, al final del pasillo— dijo. Me levanté y al pasar por el pasillo, me quedé escuchando tras la puerta de la habitación de Liah

—...quiero que me digas la verdad Olivia— reconocí la voz de Liah

— Hay cosas que son muy difíciles para que las entiendas— la voz de Olivia sonaba estresada

— ¿Esa es tu excusa? Soy lo suficientemente capaz de entender las cosas

— Ya se hija, pero esto no, a veces ni yo lo entiendo

— Pero vos sos vos y yo soy yo. Me merezco saber la verdad— oí un suspiro por parte de Olivia— ¿el es mi padre?— me tensé de inmediato

— Liah...

— Contéstame. Me dijiste cosas de mi padre que coinciden con el, me contó algo de ti y me siento...siento que el vacio que siempre tuve se llena cuando el esta. No soy tonta... Mamá dime ¿Tom es mi padre? — apoyé mi frente en la puerta

— ¿Para qué me preguntas si ya lo descubriste sola?

— Porque necesito que me confirmes, que salga de tu boca

— Si Liah, Tom es tu papá— un suspiro salió de alivio salió de mi— necesito que guardes el secreto y que no se lo digas a nadie— escuché ruido de la cama y me imaginé que se estaban abrazando

— Gracias por decírmelo, en serio es muy importante para mi

— Lo se— dijo sorbiendo la nariz. Esta llorando

— ¿El lo sabe?

— Si, se enteró el primer dia que te vió. Esta dispuesto a estar de ahora en adelante en tu vida

— ¿Por qué se fue?

— Mucha información, duérmete

— Te amo mamá

— Yo más hija

Escuché como se iba acercando a la puerta, pero no me moví. Cuando se abrió, Olivia se sobresaltó al mirarme. Puso sus manos en mi pecho y me empujó ligeramente mientras cerraba la puerta detras de ella

— ¿Escuchaste todo?— asentí

—Ella es increíble— le susurré. Su aroma llegaba a mi, solo quería fundirme en ella y olvidar todo

— Lo es— ni se porque susurrábamos, pero lo hacíamos.

Abrió sus brazos y rodeó mi cuello, para luego hundir su rostro en mi hombro. Tarde un segundo en reaccionar, solo un segundo para rodearla con mis brazos y sentir como cada pieza rota de mi se componía.

— Gracias, por volver... ella te necesita— escondi mi rostro en su cuello e inhalé profundamente su olor, ese olor que me brindaba seguridad cada vez que estaba triste.

Pueden pasar mil años, pero ella sigue siendo ella y es lo único que necesite siempre.

— perdón, por todo— le susurré. Ella suspiró y lamentablemente se separó de mi. El vacío y el frío que senti fue inmediato.

— tengo que bajar— dijo tímidamente. Me dedicó una pequeña sonrisa para luego irse. Puse una mano en mi pecho, y respiré profundamente. Estabamos tan cerca, pero sentía que muchos kilómetros nos separaban aún.