10: MARCAS DE COLORES

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POV NARRADOR
Grace abrió de par en par sus ojos marrones, parecía imposible y pesado, pero por fin los abrió, al hacerlo lo primero que observó fue la ciudad a través de un ventanal, suspiró y bajó su mirada para observar el resto del lugar dónde se encontraba. Sintió un pinchazo y notó que estaba atada, miró su mano, y la vio conectada a un catéter el cual conectaba hacia una maquina que tomaba sus latidos y al parecer también su ritmo cardiaco frente a la cama dónde estaba ella. Al mover su otra mano chocó con algo suave.

Y ahí la miró durmiendo nuevamente. Ania posaba dormida sobre su cama, se notaba que estaba en una posición realmente incómoda sentada sobre un banco, pero pudo ver una tranquilidad que hace mucho no veía. La pequeña rubia dormía plenamente, miró sus labios rosados, los cuales permanecían entre abiertos, subió un poco más y vio las pestañas rizadas de aquellos ojos, los cuales estaban..... ¿hinchados?

A tres kilómetros se podía notar que estaban hinchados, pues por lo blanca que era su piel se podía observar ese color rojizo en sus sacos bajo los ojos. ¿Cómo pudo haberle hablado así de mal? Después de haber tenido unas charlas tan entretenidas, debió haber tocado el tema con calma, pensó

Aquellos ojos azules abriéndose fue lo necesario para hacerla salir de sus rotundos pensamientos

-Mmmg -frotó sus ojos, al abrirlos se dio cuenta que estaba siendo muy observada, no pudo evitar volver a sollozar y lanzarse a los brazos de la morena- ...despertaste... dios... sentí que te perdía de nuevo

-¿Qué? -Grace modificó su pregunta- ¿Qué... qué pasó?

-¿No recuerdas?

-No y ¿por qué lloras?

-Me asustaste, idiota

-Ey, voy despertando, ten mas cuidado Grffin odiosa

-Ya... pues después de lo sucedido, te encerraste, me acerqué a decirte que me iba a ir, no respondiste, me di la vuelta y escuché un gran golpe -comenzó a cortarse la voz de aquella mujer rubia- volteé para volver, y ahí te vi tumbada en el suelo, con una fuerte convulsión al parecer... Me asusté demasiado, que solo tomé el móvil y marqué a emergencias, no tardaron mucho afortunadamente, y bueno, ya estamos aquí tras haberte estabilizado -limpió las lágrimas que le salieron tras haber narrado los hechos-

-Tragó en seco- Lo lamento Ania

-Descuida, estoy muy feliz de que ya hayas despertado... llamaré al doctor

-No -la tomó de su mano- Lo siento por haberte dicho todo eso, no debía decirlo de esa forma tan cruel

-No mentiste, tuviste la razón, no hay más culpables mas que yo- oh de verdad ¿eso creía?

-Claro que no... tuvo que ver en parte las acciones que tomaste, pero tu no eres culpable de todo lo malo que me pasa... aunque yo lo haya dicho -suspiró- de verdad lo lamento -soltó la mano de la rubia-

-Descuida, habrá tiempo para hablarlo, pero si te hará sentir mejor, te perdono.. y espero que también tu lo hagas

-Entiende que no es fácil para mí

-Dio un largo suspiro- Si, en parte lo entiendo y lo acepto -intentó dar media sonrisa- iré por el doctor -Ashley solo asintió y también medio sonrió-

Tras un chequeó general, se supo que aquella convulsión, tal como las anteriores fue a causa de ataques de ansiedad, los cuales ya tienen que urgentemente ser controlados. La chica asistiría a un psicólogo de la universidad de Cambridge, sesiones semanales y todo gracias a que pertenece a esa bella universidad.

Quedaron a solas, un momento con ambiente un poco incómodo, pero ambas sabían que estaban mucho mejor que antes.

Griffin ayudó a la morena a guardar sus cosas para poder irse de ese lugar. Ambas regresaron al apartamento y Ania de inmediato se dedicó a prepararle algo para comer y asimismo bajarle el medicamento inyectado en el hospital.

Oscura Tentación JoyleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora