26: AUTO BLANCO

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POV TIRZAH

-Entra, anda! -dijo Anya, yo fingí estar dormida

-Quiero ir allá

-Mejor ven a dormir, tus copas se te pasaron muy rápido

-¿y? A nadie le importa

-Claro que sí, mira quienes están en la habitación. Tu chica y tus hijos

-Ella dijo que no eran míos

-Lo son, ve al baño, lávate la cara y vete a dormir con ellos

-Anya, quería pedirte perdón

-No lo haré, esto lo hago porque aún te quiero, pero debes ir con tu familia deseada

-Anya, quiero tu perdón

-No lo tendrás, no seas necia

-Anya, por favor -escuché como besó algo

-Hey, deja de hacer eso, no beses mi mano, ENTRA!

-No Anya, vamos afuera a hablar

-De verdad que no Ashley, estamos bien así

-Anya

Era suficiente. Me levanté acomodando a los pequeños y di a notar mi presencia. Las dos me vieron de golpe y la reacción de Anya fue siempre seria

-Entra ya Pérez, ahora -le dije en una voz

-Uy, ya llegó la ley -le dijo divertida a Anya

-Cállate y haz caso

-Entras ahora, o te largas y no vuelves

-Ya, ya estoy entrando policía -dijo chocando su aliento a alcohol contra mi

-Gracias -dije rápidamente hacia Anya, quien solo sonrió antes de cerrar la puerta

No podía creer que con solo cervezas se hubiese puesto como está. Y ni mencionar el hecho de que entró rogándole a Anya, eso me hacia sentir un punzón de dolor y decepción. Gracias al jet lag no tenía sueño ahora, mencionando que como extra al regresar a la cama ella ya estaba tumbada junto a los dos mellizos.

La idea del viaje comenzó con la insistencia de Hanna porque Ashley hablara con sus padres, la reunión sería mañana por la noche, un día teníamos para acoplarnos. 

En la cama ya no había más espacio para mí, Ashley ocupaba todo el espacio juntos a los niños.

Grandioso.

En este lado del mundo eran las 11 pm, y yo tenía hambre. ¿Sería muy tarde para salir? Gracias a que no tenía ni una pizca de sueño me decidí por ir a un servicio 24 horas, lo que fuera pero quería comer. Nadie me vio salir de la casa, de todos era su hora de dormir, finalmente el uber llegó en poco, me llevó al servicio, la tienda estaba vacía, solo estaba Adam, el chico que atendía, yo decidí quedarme ahí a comer. Perrillos calientes, estaban deliciosos para mi paladar, decidí igualmente comprar algunos para llevar, seguramente Ashley en cuanto despertara tendría hambre.  Estaba por salir, pero Adam me llamó

-Hey chica, no saldría si fuera tú

-¿Qué? ¿Por? -dije medio sacada de onda

-Ese auto -a través del ventanal disimuladamente señaló un auto blanco que estaba parado

-¿Qué tiene? 

-Venía tras el uber en el que llegaste, y desde entonces está parado

-Estás loquito Adam, no creo, no se ve nadie en él

Oscura Tentación JoyleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora