La coherencia ya era lo que menos tenía. La acción de pensar se fue al carajo.
La besaría.
En una acción rápida metí mi mano tras su cabellera, tomando fuertemente su nuca para acercarla a mi.
Estando a centímetros de sus labios susurré
-Perdón, no aguanto
Y me dejé llevar totalmente. Posé suavemente su labio inferior entre los míos, dándole tiempo a la espera a ver si me correspondía. Al parecer fue mucha sorpresa, porque no me correspondió al instante, pero tampoco me alejó. Tomó el tiempo necesario para seguir el vaivén que comenzaron los míos.
Nuevamente tuve la oportunidad de sentir sus carnosos y suaves labios. Siempre me volvió loca la manera en que los sabía mover.
Todo era muy calmado e indescifrablemente parado el tiempo. No supe quien era dueña de quien, pero una lengua cruzó camino para encontrarse con la otra. Pequeño suceso que hizo que las respiraciones comenzarán a cortarse.Necesitaba oxígeno, mis pulmones lo exigían. Pero no me importa morir de asfixia si al menos moría teniendo un beso así de increíble y sin freno alguno.
Fue el momento en que su lengua entró a explorar dentro de mí boca, lo que me hizo erizar cada extremo de mi piel. Sabiendo que si no frenaba esto, terminaría en algo más. No es que no quisiese, moría por sentir nuevamente su piel blanca contra la mía, pero en este momento ella debía ir a su compromiso y yo, bueno, yo debía irme.
-Lo, lo siento -dije acariciando sus labios con mis pulgares-... perdón Joy
-carraspeó sin pronunciar nada aún, intentaba descifrar su mirada, pero no lo lograba- Ashley...
-Lo sé, estuvo mal
-No, no es eso. Pero, estoy casada, mi vida es un lío y tu... Bueno, tu debes conocer a alguien más, mereces ser muy feliz.
-Joy, contigo soy feliz, lo sabes
-Pero no soy libre, no puedo. Lo mejor creo que sería alejarnos
-¿De verdad me alejarás?
-Sí, es lo mejor para ti
-No sabes que es lo mejor para mi
-Verás que sí
-¿Podemos seguirnos viendo de vez en cuando?
-Ashley
-Por favor
-Te marco
-¿Tienes mi número?
-Sí, lo tengo
-Curioso -intenté bromear, pero al parecer todo era muy serio-
Después de eso, no hubo mucho que decir. El camino en el taxi, no hubo pronunciación de palabra alguna. Solo le agradecí cuando pasamos fuera del edificio donde estaba el apartamento donde estaba.
No quería dejarla ir, no quería. Me necesitaba y yo a ella. Pero si esa seria la decisión, no me opondré, quizá sea lo mejor.
Subí por el ascensor, abrí la puerta y me encontré con el que antes era mi color favorito. El azul profundo de una mirada.
Me acerqué hasta el sofá en donde se encontraba Anya, parecía estar viendo una película hasta que llegué y su atención se enfocó totalmente a mí.-Hey hola, ¿Qué haces? -le dije antes de que notara que sus ojos no estaban normales. -¿Q qué ocurre? ¿Pasó algo? - Solo suspiró y se puso de pie
-No pasa nada, solo, estoy un poco cansada, iré a dormir -dió vuelta en su propio eje y se dirigió a la habitación
-Hey -la detuve y la hice girar hacia mi - Griffin, estoy aquí ¿Qué pasa? Dime, anda- Ella quería al parecer armar una oración, pero solo abría la boca sin pronunciar nada- Ambas sabemos que no sabes mentir rubia