-Tu gato es lindo, me dejó cargarlo -dijo la morena con alegría mientras le mostraba al pequeño gato peludo en sus brazos
-¿De verdad estás aquí? -dijo aún del otro lado de la habitación
-Am sí, es muy temprano, lo sé. Pero de allá salí de día y al parecer llegué aquí de madrugada
-Ash! -se abalanzó a los brazos de aquella alta
Solo eran ellas dos, envolviéndose en el calor que les ofrecía aquel abrazo. Ashley no pudo evitar verla fijamente a los ojos, aquellos que había hechado tanto de menos. Esos ojos, esos labios.
Por su parte Joy no pudo evitar darle un vistazo rápido al cómo iba. Esa sudadera gris que decía "Australia" con letras blancas y amarillas, y ese pantalón ajustado que le sentaba de puta madre. Su olor a fresco que siempre lo tuvo presente, tantos recuerdos se vinieron como flashback a su mente.Ashley le veía fijamente el rostro, y ella ya estaba totalmente perdida, quería besarla. Sabía bien que no debía, pero era lo que quería.
Si burbuja fue rota por terceras voces que provenían al parecer de la planta de abajo-Solo falta checar la habitación de la señorita
-Pues que esperan, suban rápido
Mierda.
Se habían olvidado de que quizá Ashley era quien se había colado a la casa.
-Ash, corre, vienen hacia acá
-¿Y a dónde corro? -dijo frunciendo el sueño de confusión- Oye, ¿este control remoto era tu pistola? -le mencionó en burla
-Callate -dijo sacando al aire media sonrisa- escondete en el armario
-Está de nervios ¿no?
-Ashley, no hay tiempo de jugar. Dame a Ramón -quitó de sus manos aquel gato color entre naranja y amarillo- Entra
Ashley se metió en aquel closet y lo cerró luego de mover hacia un solo lado todos los vestidos y ropa colgante.
Enseguida Joy se paró en el marco de la puerta esperando a todos los hombres que subían lentamente las escaleras-Hey ¿Qué pasa?
-Señora Montull, creemos haber visto algo por el jardín, y creemos que alguien está dentro de la casa
-¿De qué demonios hablan? ¿Están muy muy seguros?
-Bueno, muy seguros no... Pero podría ser cierto
-Deberías de asegurar que tus hombres estén seguros de lo que ven -le dijo a quien tenía el mando
-Está bien señorita, solo pasamos a ver su cuarto y ya. Es lo último que nos falta por ver
-No hay nada, he estado aquí, solo escuché ruido y era Ramón que venía ya a dormir
-¿Su gato?
-Si, a él fue a quien vió su compañero. Ahora si me hacen el favor, dejen dormir. O le daré aviso a Farith de este escándalo
-No, no le diga por favor. No volverá a pasar señorita Montull
-No, no me digas así, llamame Joy
-de acuerdo, con permiso.
Finalmente parecieron convencidos los guardias. Joy dio media vuelta y decidió poner seguro en la puerta al entrar. Más vale que no vieran a Ashley dentro de la residencia. Dejó a Ramón recostado en su camastro escondido en un costado del closet, un lugar donde no podría ser visto con facilidad. Después de darle unas cuantas caricias se puso de pie y enseguida fue jalada hacia dentro del armario.