8. No son necesarios los alardeos → Parte 2

97 5 7
                                    

Llegué a casa. No puedo creer que haya sucedido lo que creí no me pasaría.

-¿A dónde vas? Parece que a un lugar importante - la pequeña Applebloom me vio entrar casi corriendo.

-Ehh, sí, por supuesto. Obvio.

Tengo un talento terrible para mentir. Noto que mi hermana sospecha, pero no dice nada.

Luego de terminar con algunas cosas pendientes, salgo de nuevo para dirigirme al parque.

-¡Felicidades por ganar la competencia!

-¡Gracias!

...

-Me alegra que hayas venido. Por un momento creí que darías tu brazo a torcer.

-Lo que digo lo cumplo - se sentía incómoda, no estaba acostumbrada a romper la rutina.

-¿Por dónde empezamos?

Que sonrisa tan encantadora.

-No lo sé, solo espero que esto no tarde.

-Vamos, relájate. Eres buena en lo que haces, el talento no se va a esfumar en un par de horas - antes de siquiera pensar en cómo contradecirle, agrega - ¡Ya sé! El parque de diversiones puede hacer maravillas.

-Ok, vámonos.

...

-¡No me había divertido así desde que Applebloom cumplió los 6!

-¡Pues claro! - se da cuenta de que sigue gritando y carraspea - es decir, todas las generaciones han sido criadas y formadas para trabajar en el campo. El tiempo es empleado casi siempre para eso.

-Bueno, ahora ya sabes en qué más podemos perdernos...digo, puedes, separarte del mundo. Eso.

Luego de esa charla con un final inusual, deciden dar una vuelta por las atracciones que les faltaban.

Disfrutó cada instante. Desde los tres algodones de azúcar hasta el vértigo en la montaña rusa. Había olvidado por completo las responsabilidades y el estrés de antes, que la impulsaban a volver a la granja.

Ya saliendo del parque, comienzan a compartir anécdotas y risas hasta que cada uno debe retomar su camino y su vida.

-Fueron, hasta ahora, las mejores horas del año.

-¿En serio? ¿No de tu vida? - añade, a modo de broma, para intentar seguir sacando sonrisas de aquella chica maravillosa.

-Me gusta ser honesta, eso implica dejar las exageraciones para Rarity y su sofá.

-Bueno, estoy feliz de ser yo quien te haya acompañado a esta...

-Experiencia diferente.

-¡Exacto! No pude haberlo dicho mejor. Bien, creo que es hora de la despedida.

-¡Fue un placer!

-¡Lo mismo digo!

AJ se la pasó todo el trayecto caminando con parsimonia, tarareando y haciendo uno que otro truco con un par de manzanas que tenía guardadas.

Al llegar a su hogar, su rostro pasa de tener una sonrisa a hacer un gesto de confusión.

La abuela Smith y Big Macintosh la veían enojados, su pequeña hermana lucía más triste, prediciendo lo que iba a suceder.

-¡Familia! ¿Qué lindo día verdad? Jeje. El sol está brillando allá...arriba - ahí es cuando se da cuenta del imponente ocaso.

Por Celestia.

-¡¿En qué establos estabas pensando al irte de esa forma?! Pudiste avisar a dónde ibas al menos.

-Yep.

-Es que en ese momento no sabía...

-¡¿Tienes idea de qué hora es?! Íbamos a llamar a la Guardia.

-Yep.

-En serio lo...

-¡¿Acaso quieres que me dé un infarto?!

-Ye...Nope.

-¡Estás castigada!

...

Y ahí estaba yo, recolectando manzanas a la velocidad de un caballo que intenta escapar de su domador con cara de serpiente cascabel.

No puedo creer que haya permitido sucediera todo esto. Por suerte, no tenía deberes de la escuela. No quita el hecho de que no podré entrenar hoy.

Applebloom se ofreció a ayudarme cuando acabó con lo suyo, pero no iba a dejar que se involucrara en mi problema.

Ya era casi medianoche. Por alguna razón suelo acostarme dos horas antes. Miro al cielo, repleto de estrellas rodeando a la luna llena.

Tomo un baño, me visto y caigo en mi cama para dormir como si no hubiera un mañana.

Debería, pero no me arrepiento de este día.

...

Llegó aquella fecha tan esperada por todos, el campeonato nacional de carreras de caballos.

«¡Bienvenidos competidores!»

Luego de ese día, vinieron otros como ese. No se notaba mucho, pero esa voluntad inquebrantable que aquella chica tenía se había casi desmoronado.

Así es, no entrenó como era debido.

Se sentía confiada, pero en el fondo tenía miedo. Era realista, por eso, sabiendo lo que hizo y lo que no, predecía las consecuencias.

«Ya es momento de presenciar la carrera que tanto esperábamos.»

A pesar de eso, decidió dar la cara. No había razón para darles de que hablar.

«Preparados...listos...¡Ahora!»

...

Puedo decir que puse mi vida en esa carrera. Había una conexión especial entre mi caballo y yo, así que nos entendíamos. Como Lucky y Spirit.

¿Acabas de romper la cuarta pared?

Eso no es lo que significa exactamente.

Es similar.

Admito que me descuidé. Me equivoqué. Asumiré las consecuencias.

Pude ganar, lo hice, pero también pudo ser un empate. Pude haber perdido.

Ahora entiendo a Twilight cuando me dijo que debía organizarme. Esa idea parecía una locura cuando el tiempo del día me alcanzaba para todo.

-¿Vamos a celebrar? - nos hicimos novios dos semanas atrás. No olvidaré ese día.

¿Por qué fue muy especial?

No, porque no hice absolutamente nada. Es horrible.

-¿Puede ser al anochecer? Tengo unos cuantos asuntos pendientes.

-Está bien, cuando puedas. Estaré por ahí. Nos vemos.

-Adiós.

A Applebloom le cae bien. Y a mis amigas. Y a Applebloom.

💟💟💟💟💟💟

Si llegaron hasta aquí, en serio gracias xd

Me dio mucho gusto hace este libro. Parece despedida. Pero nah, falta un apartado más (~•w•)~

Tienes la magia •MLP EG• [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora