Las gotas de agua chocaban contra el cristal de la ventana mientras el viento golpeaba con intensidad las hojas de los árboles, haciendo que estas se deslizaran suavemente atreves del aire hasta tocar el suelo, siendo seguidas por un par de ojos dorados como el oro.
Estos vieron como hoja tras hoja caían ante la intensidad de la llovizna mientras sus delicadas manos tan pálidas y delicadas como el jade llevaban a sus oídos sus auriculares y se perdía en un mundo que ni siquiera ella conocía.
"Aiz, el viaje tardara más o menos 4 horas, deberías de aprovechar para dormir durante el camino, no creas que no me di cuenta de que te trasnochaste otra vez mientras mirabas la luna..."
La mencionada, Aiz, detuvo los movimientos de sus manos durante unos instantes mientras sus ojos dorados se movían y visualizaban a quien la llamo.
Siendo que en estos se vio reflejada la hermosa figura de una mujer de cabellera y ojos dorados idénticos a los de ella, y no era la única cosa en la que se parecían, pues la hermosa mujer parecía ser un clon un poco mayor a la pequeña rubia.
Esto no deberá de ser una sorpresa, pues esta mujer era su madre, Aria.
"Está bien mama, dormiré en un rato más, solo dame algo de tiempo..."
Aiz hablo mientras mostraba una pequeña sonrisa en sus delgados labios, una sonrisa que se vio reflejada en los labios de su madre al escucharla.
"Está bien, pero sabes que no deberías de trasnochar tan seguido, es malo para tu salud, ¿Verdad Albert?"
Hablo la rubia mayor mientras sus ojos dorados se fijaban en la única figura masculina dentro del coche, un guapo hombre de cabellera negra y ojos de igual color que emanaba una misteriosa aura a la cual las dos mujeres ya estaban acostumbradas.
"Tu madre tiene razón Aiz, debes de cuidarte mejor, después de todo debes de estar en la mejor condición para este torneo internacional de esgrima en el que tanto te esforzaste en llegar, ¿No quisieras que por falta de sueño te equivocaras en algún momento verdad?"
"Mmm, entiendo... intentare no hacerlo tan a menudo..."
Respondió Aiz mientras dejaba escapar un pequeño suspiro de entre sus labios, ella sabía que dormir demasiado noche podría afectar su rendimiento en esta ocasión, pero a pesar de ello, ella no pudo evitarlo en esta ocasión...
Porque hay algo que ella ni puede olvidar, pero a pesar de no poder olvidarlo, ella no podía recordarlo... y Aiz sentía que esa sensación de recordar pero olvidar no la dejaba dormir por las noches...
Porque cada noche sentía que se estaba olvidando de algo importante, y cuando estaba a punto de recordarlo esto simplemente desaparecía... dejando solo fragmentos para recordar.
Pero en esta ocasión, por algún motivo, ella sintió que esta vez era diferente, que algo estaba a punto de pasar, y esto le provoco insomnio... otra vez... además recordaba haber soñado algo interesante e importante... pero como un buen sueño... fue olvidado al despertar.
Ambos padres miraron la expresión complicada de su hija pero solo pudieron suspirar internamente, ellos conocían el motivo de dicha expresión, pero a pesar de conocerlo, no tenían métodos para solucionar tal problema.
Por lo que solo podían esperar que algún día este problema se solucionara, así que Albert encendió el coche y piso el acelerador para empezar su viaje con un ligero chapoteo de agua surgiendo por donde las ruedas del coche pasaban.
Aiz por fin se puso los audífonos que tenía en sus manos y se recostó con su codo apoyado sobre la puerta mientras miraba por la ventana como el mundo se desarrollaba, pero a pesar de que sus ojos estuvieran allí para observar el pasar de los edificios, su conciencia ya se había desvanecido en el mar de sus pensamientos.
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One-shots: Romance en la Mazmorra
FanfictionOne-shots de Bell y las mujeres que lo aman, cada capítulo traerá con sigo el romance de una mujer con el conejo de ojos rojos y pelo blanco que tanto conocemos. Nota: la imagen de la portada no es mía, derechos de autor a su respectivo creador. Pd:...