Lefiya: Por una vez

2.3K 196 63
                                    

El amor es un sentimiento indescriptible.

Existen muchas palabras y frases que han intentado expresarlo, tales como, sentir mariposas en el estómago, no poder dejar de pensar en esa persona, ser feliz con tan solo ver su sonrisa, etc...

Tal vez todas sean verdaderas.

Sin embargo, el amor es algo que simplemente no puede ponerse en tales palabras, no existen palabras para expresar lo que se siente el verdadero amor.

Así que una persona solamente lo entenderá cuando ella misma lo experimente.

Lefiya ahora mismo era una de esas personas.

Una de las personas que estaba experimentando en carne propia el maravilloso y molesto sentimiento que es el amor, así como lo irrazonable que este sentimiento vuelve a las personas.

Ella suspiro a la vez que el color azul de sus ojos miraba el techo de la mazmorra, el cual se encontraba cubierto por hermosos cristales destellantes, pues ella se encontraba en el piso 18. Sus extremidades se estiraban por todo el césped en un intento de relajación.

¿Por qué no podía dejar de pensar en él?

Fue lo que se preguntó con un agridulce sentimiento brotando de su interior, el cual se veía reflejado por la amarga sonrisa que se formaba en sus labios.

Pues en su cabeza no dejaba de rondar una imagen, la imagen de un lindo chico de cabellera banca como la nieve y ojos cual rubí.

Simplemente no podía dejar de vislumbrar su sonrisa una y otra vez en su cabeza, provocando que un sentimiento de dulzura llegara a ella cada vez que la imaginaba.

Ella no había podido dejar de recordarlo desde que lo noto.

Desde que noto los sentimientos que nacieron en su interior en algún momento, y por supuesto, estos nacieron sin su permiso.

Ah... estúpidos sentimientos irrazonables...

Sin embargo, ahora que los había notado, era demasiado tarde para hacer algo, esos sentimientos que no sabía existían en su ser ya habían florecido en una hermosa flor que no se atrevía a arrancar.

Una que simplemente no podía arrancar.

"Sí que soy tonta... ¿Ahora que se supone que haga?"

Murmuro la elfa de cabellera anaranjada a la vez que cubría su rostro con sus delicadas manos.

Hacía tiempo ya que no se sentía tan perdida con respecto a lo que se supone debería de hacer, pues desde que se convirtió en una aventurera de primera clase por fin se había creído lo suficientemente madura para no dudar de si misma.

Y sin embargo... aquí estaba de nuevo... dudando de cada cosa que hacía y no sabiendo que acciones tomar cuando se enfrentaba al peliblanco que se adueñó de sus pensamientos.

Realmente deseaba no haber notado estos sentimientos.

Tal vez de esa manera todo habría podido continuar de manera normal, ella siendo amiga del peli blanco y pudiendo riese sin complicaciones a su lado, sin tener que pensar en cosas más complicadas como ahora.

Pero ahora eso era imposible.

Porqué un día, sin previo aviso, simplemente lo supo, o tal vez simplemente lo admitió.

Un día ella vio su sonrisa como tantas veces lo había hecho en el pasado y algo cambio.

No sabía si fue el ángulo, el momento, el ambiente, su estado de ánimo o lo que sea, pero ella simplemente lo entendió.

One-shots: Romance en la Mazmorra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora