Carta 13: T

53 4 0
                                    

He caído tan profundo y constante que he aprendido a reconocer la felicidad con sencillez.

Pero normalmente es tan breve que casi pasa desapercibida.

Con el tiempo me he acostumbrado a aceptar la tranquilidad en lugar de la felicidad. Es igual de placentera pero no ostensible.

Pero ahora que junto a ti he experimentado tanta felicidad y tranquilidad junta, me cuesta resignarme al hecho de recaer nuevamente en la desdicha que siempre ha sido mi cama, desde que descubrí que la felicidad no se trata solo de sonreír y pasar buenos ratos.

La verdadera felicidad, al igual que el amor, es tan fuerte que duele.

Eres mi felicidad.

Y sin tí solo queda una desesperante y desgarradora tranquilidad que me destruye por completo antes de volverme más fuerte.

Me despido de La realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora