✨*゚ ゚☆・𝗖𝗮𝗽. 𝟵: 𝗘𝗯𝗿𝗶𝗼

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Ya eran pasadas de las diez de la noche, y MinGi aún no llegaba

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Ya eran pasadas de las diez de la noche, y MinGi aún no llegaba. El rubio se encontraba bastante preocupado a decir verdad.

El centro comercial no estaba tan lejos de casa, no le tomaría más de una hora llegar, cómo máximo unos cuarenta y cinco minutos, si ibas lento. Pero ya había pasado una hora y algo.

Decidido, tomó su celular y sus llaves, para buscarlo, o podría encontrarlo, mientras venía para acá.

La noche se veía algo tranquila, pero estaba bastante oscuro, y se podían pocas estrellas, lo que le daba un aspecto más terrorífico. Algunas luces, provenientes de los grandes faroles que habían en las orillas de la calle, se encendían y apagaban, aunque no se interesó mucho en ello.

Unas pocas calles más adelante, pudo ver a un grupo de chicos pateando y golpeando a alguien. Vió al chico levantarse, su sorpresa y rabia fueron instantáneas al ver a su roomate lleno de golpes y moretones.

—¿¡QUÉ CREEN QUE HACEN!? —gritó. Vió cómo los otros lo volteaban a ver, mientras que, el más alto, tenía una expresión de miedo

—¡Sal de aquí! ¡Van a lastimarte! —esta vez, gritó MinGi.

JongHo no podía, ni quería dejarlo así. Hace tiempo que no peleaba físicamente con alguien, y, al ver a dos acercarse, supo que era su oportunidad.

Los movimientos, e intentos de golpes, no sirivieron de nada en el menor. La fuerza que tenía, era superior, y ni hablar de la agilidad para esquivar los golpes. Pelear con dos no era nada para él. Fue fácil vencerlos.

Corriendo, se acercó a Baek, y, antes de que pudiera decir algo, comenzó a golpearlo. Primero con una patada en el estómago, que lo hizo caer, y luego lo golpeó un par de veces más en el rostro, dejándolo casi inconsciente.

Rápidamente vió cómo y apenas se levantaba, buscando a sus amigos, se fueron.

—Dime por favor que no tienes nada roto.

—Estoy bien. Son sólo golpes. —habló bajito, aún sorprendido de que la persona al frente de él, no tuviera ningún rasguño ni ningún golpe.

—Vamos a casa, te ayudaré a curarte. —se posicionó a su lado, mientras pasaba su brazo por la cintura del más alto, y el brazo del mayor, quedó sobre sus hombros, caminaron con un poco de lentitud y dificultad a casa.

 —se posicionó a su lado, mientras pasaba su brazo por la cintura del más alto, y el brazo del mayor, quedó sobre sus hombros, caminaron con un poco de lentitud y dificultad a casa

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𝗔𝗡𝗦𝗪𝗘𝗥 ↝ jongminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora