DOS ALMAS EN UN CUERPO. Emilie debe saber por qué hay dos almas en su cuerpo. Debe descubrir la verdad detrás de Elizabeth. ¿Conseguirá encontrar los recuerdos perdidos antes de que la maten? ¿Ella podrá evitar enamorarse de su pecado otra vez?
💖 R...
Han pasado unos cuantos días desde que vi a Emilie, había estado buscando señales de que otras almas estuvieran atrapadas, tal y como estamos nosotros, sin ninguna pista.
Aspiré lo último de la colilla de mi cigarro y miré por la ventana abierta de mi habitación, sintiendo el aire helado de la noche en mi cara. En las calles sólo se veían algunas personas festejando y riendo, después de todo era sábado. Miré mi celular, 10 p.m. <<tal vez era hora de ir y acompañar a Emilie>>.
"¿Alex, crees que Anastasia estará aquí? ¿crees que ella haya quedado atrapada?" Jean me habló, sentía su esperanza.
—Si ella en realidad esta atrapada como nosotros, debe ser por ella, lo más seguro es que esté atrapada por Emilie —teorizó al aire.
Salí de mi habitación, bajé las escaleras al primer piso tocando levemente el cuadro que había al bajar las escaleras, tomé las llaves de una pequeña repisa a los pies de las escaleras, y abrí la puerta, antes de dejar mi casa, miré alrededor.
La cocina blanca y la mesa color negra estaban limpias, casi relucientes. El sofá beige de loneta estaba algo desordenado pero aún limpio. En la mesa del centro sólo estaba el control de la pequeña televisión en frente de éste. Respiré y apagué las luces antes de cerrar la puerta color negra.
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Caminé por las calles sin tomar tanta atención a la gente que pasaba. Me había preocupado lo suficiente durante esta última semana, buscando alguna otra persona que estuviera atrapada como nosotros, ...tratando de encontrar a Anastasia. Comí un cicle de menta para quitar un poco el olor a cigarro antes de llegar a la casa de Emilie. De pronto, tuve el presentimiento de que alguien me seguía, hace ya dos cuadras que los mismos pasos me seguían. Giré en un callejón para encontrarlo, pero nadie entró. En cuanto noté los pasos de esta persona ya no los escuché más.
<<Serán ideas mías>>.
Luego de esperar unos minutos, continué avanzando hacia la casa de Emilie. Salté la pequeña cerca de su casa y miré hacia el ventanal de su habitación, se veía la cortina iluminada levemente. Escalé con agilidad el muro por unas salientes y llegué al balcón. Toqué el ventanal y a continuación, mi castaña favorita abrió. Vestía un polerón gris, un pantalón de buzo negro y unas pequeñas pantuflas afelpadas.
—¿Qué haces aquí? —La vi sonreír abiertamente, —te desapareces una semana y luego llegas aquí como si nada.
—Pues —respondí a su sonrisa con una medio de lado—, vine a buscarte para salir—. Pestañeó rápidamente, y se mordió el labio, al tiempo de que desaparecía su sonrisa.
—¿Acaso sabes que mi tía no está?
—Claro, por eso pasé, sé que puedes salir. —<<La verdad no tenía idea de que estaba sola en casa>>.
—Claro, ¿sabes hace cuantos días no está? —mofó con una pequeña sonrisa—, estás mintiendo.
