Toxic Love (Wigetta)

12. Celular

- Que loco lo de Alek — dijo Alex, ahora me encontraba con ellos y con Samuel caminando hasta la salida de la escuela

- Lo sé, quién diría que se le rompería la nariz — dijo ahora Frank, ya que si, el golpe que le había dado Samuel está mañana había sido tan fuerte que su tabique nasal se desvió

- Que mala suerte tiene, yo creo que su rostro era muy delicado, casi ni sentí que lo toque — explicaba Samuel fingiendo nervios — espero no esté molesto conmigo —

- No creo, todos vimos que fue un accidente, él se pego mucho a ti — contesto Frank y empezamos a caminar hasta la parada del autobús, al ver qué se acercaba mi ruta tome una decisión rápida

- El autobús paso temprano, adiós chicos tengo que ir por Carol — me despedí rápidamente y antes de correr sentí como me tomaban del brazo con fuerza evitando que cruzara la calle y regresando me a la acera, fue ahí cuando un auto paso a gran velocidad a solo unos centímetros de mi, aquello me dejó en shock y voltee para ver quién me había agarrado

- Joder, ¿Quieres que te maten? Revisa antes de cruzar la calle — me decía irritado Samuel mientras mantenía su agarre con fuerza, sentí que me ponía pálido gracias al susto que había pasado y mis piernas temblaban, estuve a punto de ser arrollado por un auto

- L-lo siento — susurré aún sin poder asimilar lo que había pasado y escuché como suspiraba el castaño

- Vamos, a ver si alcanzamos el autobús, adiós amigos de Guillermo — dijo mientras me tomaba de la mano y caminábamos algo rápido hasta la parada mientras el camión se acercaba a esta, veía la espalda ancha del castaño mientras me arrastraba hasta aquel lugar, era un poco más alto que yo y no entendía porque el calor de su mano provocaba que me sonrojara.

- Samuel — lo llame en un tono bajo, este no me hizo caso y solo siguió caminando, tal vez no me había escuchado, pero está sensación que aparecía en mi pecho ahora que lo veía, me resultaba rara y desconocida.

- Menos mal lo alcanzamos — dijo el castaño mientras nos sentábamos en un par de asientos dentro del autobús, yo del lado de la ventana, mis amigos aún se encontraban caminando por la acera mientras mi transporte avanzaba, ahora mismo me sentía tan extraño, estaba aún asustado, confundido, preocupado, nervioso, emocionado y pensativo, mis manos aún temblaban — ¿que pasa? — escuché que me preguntaba

- Es que...acabas de salvarme la vida, aún me siento asustado, ¿Tu por qué actúas tan normal? — pregunte al ver qué él ni siquiera parecía asustado o alterado por todo aquello

- No le des muchas vueltas al asunto, no te paso nada y no salve tu vida, solo evité que acabará hoy, aún así tú morirás algún día — me dijo mientras buscaba algo en su mochila, no me sorprendió ver cómo sacaba un libro de está, su comentario sonaba cruel, pero era verdad, algún día todos moriríamos

- Tienes razón... — susurré mientras recargaba mi brazo en el fino borde de la ventana y empezaba a observar el camino, quería escuchar musica, pero mi teléfono tenía poca batería, tenía que guardarla para cualquier emergencia — aún así, gracias por haberlo hecho — dije sin verlo y podía notar su figura en el reflejo de la ventana, creo que ni siquiera me prestó atención, aquello me hizo sentir frustrado, el castaño era alguien tan diferente, nunca me había tocado conocer a alguien con tan poco tacto en su habla, alguien que se la pasará con la mirada en un libro, desde que fingimos el noviazgo a penas y hemos hablado, pero no pude evitar recordar aquel momento en mi hora libre, como me había abrazo y me había dejado sollozar por unos minutos contra su pecho, aquella situación me parecería una locura si me lo contarán, conocía a De Luque lo suficiente para decir que aquello no era normal.