4. Dia uno

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- Guille — escuche que me llamaban y tronaban sus dedos frente a mis ojos sacándome de mi trance temporal

- ¿Eh? ¿Que? — pregunte mientras volteaba hacia mis amigos que se encontraban de pie a un lado de mi — ¿Qué pasa? —

- Iremos a la cafetería, ¿quieres acompañarnos? — pregunto Frank mientras veía algo en su teléfono

- Ah no, creo que mejor dormiré un poco, no dormí mucho por la tarea jeje — dije algo avergonzado y estos dijeron un par de cosas que la verdad no escuché, se despidieron y salieron del salón, yo suspiré mientras me estiraba y tronaban algunos de mis huesos, en verdad no había podido dormir gracias a que pensé de nuevo en lo que decía Samuel

- ¡Oye Díaz! — escuché que me gritaban y vi uno de mis compañeros en la puerta señalando por fuera del salón, yo confundido me levanté y al salir del salón sentí como si fuera a darme un infarto

- Samuel, ah hola — saludé intentando esconder mi miedo y nerviosismo

- Hola chiqui, ¿Cómo estás? — dicho esto se acercó a mi y algo asustado me paralice pero para mí sorpresa sentí como plantaba un pequeño beso en mi mejilla derecha, tengo que admitir que se me paro y no hablo del corazón

- Ah, estoy bien, ¿Y tú? ¿Por qué tu visita? — al ver su sonrisa podría jurar que ahora mismo me encontraba sonrojado, pero no podía evitarlo, acababa de recibir un beso de tremendo dios griego, un dios griego lunático

- Solo quería saber si querías ir a desayunar conmigo, ya sabes, al final me cambié de escuela para poder estar más tiempo contigo — ¿Que locura estaba diciendo? Iba a preguntarle que carajo le pasaba, pero antes de poder hablar sentí como me abrazaba de la cintura y pude escuchar como murmuraban personas a lo lejos, al parecer había personas en el pasillo que nos observaban

- Ah entiendo, supongo que si está bien, vamos y así hablamos de lo que te contaba ayer — dicho esto me separé de él, de alguna forma me sentía incómodo con su cercanía y empezamos a caminar a la cafetería, pero el castaño tomo mi mano rápidamente, yo no dije nada mientras bajaba la mirada al sentir las miradas de todos

{×××}

- Ese mal nacido — susurré mientras cruzaba los brazos mal humorado por tener que hacer fila para comprar un poco de comida, a lo lejos podía ver al castaño recargado contra una pared y saluda a cualquier chica que pasaba frente a él, al parecer aquello de ser su "esclavo" no era ninguna broma, por un segundo sentí que me golpearía cuando me negué a comprarle comida

- ¿Guillermo? — escuche que me llamaban y entonces me encontré con Frank y Alex, quienes me veían confundidos

- Macho, pensé que habías dicho que dormirías — dijo Alex con el seño fruncido

- Ah si lo sé, pero... — no pude evitar voltear hacia De Luque y este pareció notar mi mirada, ya que levanto la mirada y me saludo con una sonrisa un tacto coqueta

- ¡Oh! Entiendo — dijo Frank mientras intercambiaba miradas con el más bajo

- Si, es que me invitó y pues no pude rechazarlo — explique un poco ¿Avergonzado? No sabía ni porque me sentía así, el muy desgraciado acababa de ordenarme que le comprara algo con mi dinero

- Si si si, claro, al novio lo que quiera y a los amigos a tomar por saco — dijo Alex en plan bromista y y no pude evitar reír ante su comentario

- Joder macho, me harás sentir mal —

- Es lo que quiero idiota — dijo entre risas hablando como si fuera lo más obvio del mundo — pero en fin, nosotros iremos al salón, diviértete con tu Mr. Músculo — dicho esto ambos chicos se fueron mientras reíamos y yo solo seguí avanzando en la fila, al notar que el castaño me miraba deje de reír, su mirada era intimidante

- Siguiente — dijo la que tomaba la orden

- Ah si — dije mientras me acercaba para pedir la comida

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- Joder — me queje mientras me sentaba sobre una banca que se encontraba fuera de la cafetería, aquí no había muchas personas y el día estaba nublado así que me era agradable estar aquí, De Luque se sentó frente a mi y tomo la comida que hace unos minutos había comprado — oye, un "gracias" no te va a matar — dije mal humorado al ver qué empezó a comer sin siquiera agradecerme

- ¿Por qué tengo que agradecerle al esclavo que siguió una orden? Creo que lo más indicado sería decirte...buen trabajo — dicho esto siguió comiendo y apreté mi puño intentando no estamparse lo en la cara, pero creo que de hacerlo, el golpe de regreso dolería más

- Haré como que no dijiste nada — dije cansado y tome mi comida para comenzar a comer sin decir nada más

- Dime algo — dijo después de un rato

- Algo — respondí rápidamente y me había dado gracia, pero por su ceño fruncido, tal parece que a él no le dio nada de gracia

- Vale, ¿Haz tenido pareja antes? — pregunto de golpe y empecé a atragantarme con la comida por la sorpresa

- Pues...la verdad no, ¿por qué la pregunta? — sonreí nervioso

- Con razón, se te nota — dijo sin más y volvió a ponerle atención a su plato de comida, yo solo lo observé confundido y esperé unos segundos creyendo que tal vez se explicaría

- ¿Podría saber por que dices eso? — dije al borde de perder la paciencia

- Ah, pensé que era obvio para ti también — una pequeña risita salió de su boca — bueno, tu comportamiento es de alguien que nunca ha tenido pareja, digo, te sonrojaste por un beso — tras escucharlo sentí como de nuevo mi cara ardía por la vergüenza — se nota muy rápido porque eres de piel blanca, además de que tu mano temblaba cuando la tomé en el pasillo —

- Pero eso fue porque podemos incomodar a los demás - explique intentando justificar mi comportamiento penoso

- ¿Incomodar? Eso no debería importarte, tu debes de ser como gustes - me dijo mientras recogía todo lo que había utilizado para comer

- Lo haces sonar fácil, pero en realidad temo que algún homofóbico me quiera golpear, ya sabes, es muy fácil agredir a alguien como yo - puso su basura junto a la mía y ambos nos levantamos, yo fui directo al bote de basura para tirar todo para después regresar al lado del castaño

- Bueno si alguien te lastima o te amenaza, solo dímelo, yo lo hare pagar - me dijo mientras sonreía de una forma que me era difícil describir, daba un poco de miedo, pero también parecía ser cariñosa, yo lo mire confundido por su amabilidad y al notarlo hablo de nuevo - necesito a alguien que me compre comida o haga mis encargos, si estas en el hospital por la paliza que te dieron, no podrás hacer lo que te pida y eso me hará molestar - me explico, ahora tenia mas sentido su comportamiento.

- Esta bien, pensare en decírtelo - dije mientras llegábamos a mi salón de clase - supongo que nos veremos después - dije intentando despedirme y mientras sonreía el castaño me tomo de la cintura - oye ¿Qué haces? - trate de empujarlo, pero este era mas fuerte que yo y se me hizo imposible lograrlo y de nuevo sentí como besaba con delicadeza mi mejilla

- Solo me despido de ti, mi amor - dijo con una sonrisa divertido y ¡oh vaya! sonrojado de nuevo en 3...2...1 - jaja nos vemos después, virgen - susurro mientras reía y se separaba de mi

- No soy eso - dije algo irritado por su comentario

- Joder, se nota a leguas - dijo y empezó a caminar lejos de mi, su risa se escuchaban a pesar de alejarse y yo solamente mire como este caminaba hasta las escaleras para subir al segundo piso del edificio, tengo que admitir que esto empezaba a cansarme y apenas había pasado un día desde nuestro trato


Toxic Love (Wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora