14. Ausencia

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Ya habían pasado dos semanas mas desde que fingía una relación con Samuel, la rutina de mi día había cambiado en este tiempo, pues la hora de comer me la pasaba con el castaño, nos íbamos a un lugar callado y conversábamos de cualquier tema que se me ocurriera, Alex y Frank no les parecía molestarles mi ausencia y eso de alguna forma me hacia sentir mal, pero quería pensar que comprendían que quería estar con mi "novio" a solas un rato, aunque esto de comer en el descanso no había sido idea mía, de hecho el castaño era quien pasaba por mi al salón, lo mismo pasaba al final de las clases, siempre me esperaba en el mismo lugar, recargado siempre de la misma forma en la pared; esto me parecía de alguna forma extraño, ya no me incomodaba su presencia y empecé a acostumbrarme a sus pocos diálogos de conversación y sus pocas expresiones, no sonreía, no se asustaba, tampoco se molestaba como alguien normal, su rostro era tan inexpresivo y solo mostraba su sonrisa cuando estaba frente a los demás, parecía ser alguien completamente normal cuando había mas personas observando y esto me parecía pensar demasiadas cosas.

He llegado a pesar que tal vez no le agrado y por eso su comportamiento frío conmigo, pero de ser así, ya me lo hubiera dicho ¿no?, siempre es muy directo al hablar sobre lo que piensa y siente sin importar a quien se lo este diciendo, entonces de no agradarle, lo diría o me lo haría saber cada que pudiese, si es así, ¿por qué su comportamiento? En realidad no pienso en ello siempre, es algo que a veces llega a mi mente sin darme cuenta, solo somos unos conocidos, tal vez amigos, pero...¿Por qué duele cuando pienso en ello? ¿Por qué sentiré esta tristeza extraña cuando pienso que no le agrado a Samuel? ¿Por qué empecé a pensar en todo esto?

- ¿De Luque? ¡Ah! Hoy no vino a clases — dijo un compañero que había visto junto a Samuel en un par de ocasiones

- Oh con razón, gracias — dije con amabilidad y camine hasta donde se encontraban Frank y Alex

- ¿Que paso? — pregunto Frank mientras caminábamos de regreso al salón de clases, era la hora de descanso y Samuel no había pasado por mi al salón, se me hizo raro aquello y iba a buscarlo al salón, pero me encontré con su compañero antes

- Parece que hoy no vino a la escuela — dije sin más y los tres nos sentamos en nuestras sillas mientras comíamos algo, mis amigos empezaron a hablar de cualquier cosa, que no lograba entender, aunque era normal, en realidad no escuchaba mucho su conversación, estaba más concentrado en pensar lo extraño que era aquello.

Esto era raro, pero creo que de alguna forma extrañaba al castaño, me daba gracia el pensar eso, pues todos los días me frustraba no saber de que hablar con él o me ponía nervioso cuando hacía algún comentario lascivo, también me molestaba cada vez que me insultaba por pura diversión y ahora aquí estoy, pensando en él, cuando debería estar más tranquilo por no tener que soportarlo.

- Adiós, nos vemos el lunes — dije mientras me despedía de mis amigos, ellos siguieron su camino y yo me quedé esperando el autobús de pie, veía los autos pasar por la carretera y solo llegaba a recordar a Samuel, sus ojos castaños, su cabello claro, su espalda ancha, sus manos delgadas las que siempre sostenían un libro cuando íbamos en el autobús, su sonrisa falsa y aquella sonrisa que sobre salia más del lado derecho de su boca cada vez que decía algo para sonrojarme, sus labios suavemente rojos, su voz más aguda que el promedio de los chicos

Mientras veía por la ventana del autobús y veía pasar las calles me preguntaba si es que me gustaba el castaño, sino no comprendía porque pensaba en él ahora y porque me sentía tan solo sin su presencia, además de que no pude evitar recordar aquellas vez que me abrazo, su calor contra mi cuerpo y su olor invadir mi nariz mientras sollozaba contra su pecho, aquel día ha sido la única vez que sentí que De Luque tenía algún tipo de sentimiento, pero solo empatía hacia mi, ¿no? Tal vez yo hubiera hecho lo mismo si molestaran a un amigo por sus gustos, pero...¿Samuel me considerará su amigo?

¡Agh! Quería dejar de pensar en él, mi cabeza empezaba a doler y más al sentir que era muy extraño de él faltar a la escuela, siempre parecía muy responsable, alguien que no faltaría a la escuela por cualquier cosa y por eso estaba aquí, porque me preocupaba, ¡si! Solo por eso vine a su casa en cuanto deje a Carol en casa, solo quiero saber si está bien, solo eso...

Toque el timbre una vez y espere un minuto, tal vez menos, que al no recibir respuesta volví a tocar y de nuevo no obtuve ninguna señal del castaño, tal vez no estaba en casa, eso pensaba, pero algo me hacía sentir inquieto y me asome por una de las ventanas, las cortinas eran delgadas asi que podía ver el interior si me esforzaba en ello, entonces vi que todo estaba oscuro, parecía que no había nadie y entonces mis ojos se encontraron con algo que heló mi sangre

- ¿Samuel? — lo llame mientras tocaba la puerta, se encontraba sobre el suelo al pie de las escaleras, parecía tener puesto el uniforme y este no se movía, aquello me hizo pensar en demasiadas cosas y recordar muchas más — ¡Samuel! — lo volví a llamar mientras intentaba abrir la puerta principal, no pude evitar recordar la última vez que vi a alguien en esa posición, aquel recuerdo...

Toxic Love (Wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora