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La manager del equipo se encontraba sentada al lado del capitán del Nekoma, decir que no sufría de nervios era una vil mentira. No recordaba como no cuando se había enamorado perdidamente del peli negro, ¿debió ser su increíble liderazgo?, ¿su gran capacidad de bloqueo?, ¿qué era dedicado a su juego y equipo?, ¿qué le había invitado una paleta helada y después le regalo su basura?
Probablemente fue lo último. Sus pies se movían arriba y abajo no tenía intención alguna de hablar con él, ¡si la tenía!, pero estaba 100% segura que lo arruinaría.
La iniciativa fue de Testuro.
-Ey, manager - Llamó serio, estaba preocupado por su equipo. Odiaba estar fuera de cancha y no poder estar en el partido para hacer su aportación.
La pelicastaña salto en su lugar,sonrío o bueno era una mueca más que una linda sonrisa.
-¿sí?, kuroo-senpai. - Respondió abrazando la libreta de anotaciones en el partido de práctica.
-¿podrías dejarme ver las estadísticas del juego? - Pregunto amable, extendiendo su mano en la banca indicando que se acercará para verla juntos.
Sonrió y enseguida fue hacia donde el, acomodándose. Mostró las anotaciones orgullosa claramente; había practicado demasiado su letra por si un día esto llegaba pasar.
Gracias Dios, gracias por dejarme vivir este momento.
Era lo único que pensaba mientras observaba el rostro canela de su senpai, como esas gotas de sudor bajaban por sus mejillas y caían en la ropa deportiva. Kuroo noto esa cercanía y de que su pequeña manager no dejaba de mirarlo como si su vida dependiera de ello. Mentiría si no le pareciera atractiva, su estatura, su cabello, sus ojos, sus labios.
Era sin duda la manager más linda que han tenido.
Volteó su rostro, quedando nariz con nariz y sus respiraciones se mezclaban. Veía el rostro rojo y nervioso de su contraria, la más bajita se separó sin saber que hacer, ¡era lo más cerca que había estado de él!, tenía por seguro que jamás lo iba a volver a estar, esta noche agradecería a todas las plegarias que había hecho antes de ir a dormir.
-¡tus notas son increíbles!, deberías enseñarme a hacerlas así. - Elogió Kuroo, contento con el resultado que había logrado.
-Bueno, yo- si, gracias, deberíamos yo agradezco... - Pronto todo lo que decía se convertía en un tartamudeo, mientras jugaba con sus dedos.
-Kuroo, entraras al juego. - Habló el entrenador, interrumpiendo la escena que ocurría entre estos dos.
El más alto se levantó de la banca, no sin antes tomar la mano de la fémina y entregar su número celular.
-Llámame, muñeca. - Guiño su ojo izquierdo y salió para hacer el cambio con Lev, quien enseguida se sentó al lado de su mejor amiga.
-¿y bien? - Preguntó curioso, picando las costillas de aquella que no sabía que decir.
-Nos vamos a casar. - Afirmó meneando el papel de un lado a otro, el ojiverde no pudo evitar reír.
-Aún no se cómo van a hacer para besarse, tendrás que subirte en mis hombros. - Comentó burlándose de la estatura de su pequeña amiga.
La fémina tomó un balón estampandolo en la cara más clara.
-Callate.
Al terminar el partido había que recoger las redes, balones y limpiar esta vez sólo estaba ella, Kuroo y Kenma.
Kuroo seguía queriendo practicar y Kenma quería irse a casa.
-¡Kyanma!, vamos colocá una más. - Pidió haciendo el ademán con sus manos.
-No, kuroo. - Respondió seco centrando la vista en ese videojuego que había comprado ayer.
La pelicastaña mandó un mensaje al teléfono de kuroo, y claramente no iba a revelar como lo agendó. Aunque a estas alturas es muy obvio.
› DM
¡Kuroo!, ¡soy yo! 👁️👁️.
La notificación llegó al teléfono del más alto y sonrío, enseguida comenzó a teclear.
› DM
Lo sé, ¿te parece si la colocas para mí?, me encargaré de ayudarte. 😄
› DM
¡Claro, claro ya voy!
Salió del almacén con un balón en sus manos, una sonrisa tímida se dibujo en su rostro.
-Bien, vamos. Chibi-chan.
Ambos se dirigieron hacia la cancha, kuroo explicaba la manera técnica mientras kenma prestaba atención. No quería accidentes.
Los primeros intentos, acabaron en el suelo,en la cara de la manager, en la cara de kuroo y no podían evitar reír.
Sin duda, este era el inicio de un todo.
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