Esta historia es la de una chica de 20 años que está cansada de vivir con sus padres. Los ama, pero ya no es una niña, tiene trabajo, y quiere vivir su vida por ella misma, vivir sin preocupaciones. Quiere poder llegar de fiesta tarde sin que nadie le diga absolutamente nada. Esa chica que se quiere independizar y empezar una nueva vida soy yo.
Camine despacio por aquel viejo pasillo que guardaba miles de recuerdos de mi vida, mire cada una de las fotos que ocupaban las rojas paredes. Las miraba como si fuera la última vez que las vería, y es que tal vez no las volvería a ver por un tiempo.
Cada habitación de esta pequeña casa tenia escondido algún recuerdo, por insignificante que fuese. En ella habían guardados 20 años de mi vida, habían risas y lágrimas y un millón de recuerdos, que inundaban mi cabeza en ese momento.
Mire aquella habitación que durante 20 años fue mi habitación, esta era, sin duda, la habitación más importante para mí de esta vieja casa.
-Cariño, ya estamos aquí.
Suspire lentamente y me arme de valor, tenía 20 años, era el momento de empezar mi vida en solitario, sin mis padres. Mientras bajaba las escaleras mi cabeza preparaba las palabras correctas.
-Mama, papa, ¿podemos hablar?
Buf, hay vamos, venga tu puedes, no puede ser tan difícil, tienes 20 años, no es momento de echarse atrás – pensé.
-¿Qué pasa hija? ¿Estás bien?
-Si papa. Veréis lo que yo quería deciros es que, ya no soy una niña, tengo 20 años y bueno ahora que he conseguido trabajo y que puedo valerme por mi misma, me gustaría independizarme.
-Hija independizarse no es un capricho, hay que pensárselo muy bien.
-Tu padre tiene razón, además, ¿con lo que cobras en el trabajo podrías pagar un piso, y a la vez todos los gastos que conlleva una casa?
-No es un capricho, estoy segura de lo que quiero hacer. Y por los gastos, buscaría un piso compartido así los gastos serán a medias.
-¿Estás dispuesta a vivir con alguien que no conoces de nada?
-Cariño tu sabes que puedes seguir viviendo aquí, no es ninguna molestia hija.
-Mama quiero vivir mi vida sin la ayuda de mis padres, quiero aprender a valerme por mi misma, además nos seguiríamos viendo, no a diariamente pero si cada fin de semana o a si.
-Hija si estás segura adelante eres mayor de edad, siempre podrás contar con nosotros.
Al final fue más fácil de lo que pensé, ahora venia la parte más difícil, encontrar un piso de alquiler compartido. Pero nada es fácil en esta vida, así que habría que ponerse manos a la obra.
Me mire en el espejo, no podía evitar sonreír como una niña pequeña a la que le van a comprar una muñeca nueva.
Algo que no me podía faltar en la vida era la música, tenía una canción para cada uno de mis sentimientos, la música a veces te puede ayudar más que una persona, otras veces puede hundirte mas de lo que estas.
Mientras buscaba algo que ponerme, One Step At A Time de Jordin Sparks sonaba a todo volumen por mi habitación.
Me senté en las escaleras de mi casa, me puse los cascos, sintiendo como la música entraba por mis oídos. Cerré los ojos sintiendo la música, simplemente disfrutando de ella.
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Compartiendo Piso {COMPLETADA}
Teen Fiction-Oh nena, ¿no me digas que te dan miedo las motos? -No es eso es que... Mejor déjalo, ya lo pienso en casa y eso... -Eh, eh no te vayas va. ¿Confiarías en este desconocido? -No sé, creo que si... -¿Creo? Eso me ha dolido eh, ahora no te subo - se hi...