Capitulo 28

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El pequeño Jackson se acurrucaba en mi pecho, mientras sus ojitos se cerraban poco a poco por el cansancio. Acariciaba muy despacio su pelo mientras lo miraba con lágrimas en mis ojos. ¿El por qué de mis lágrimas en ese momento? Alex.

Alex conducía de vuelta al departamento, de vez en cuando apretaba el volante con fuerza, estaba furioso, y todo era por culpa de mis miedos y de mis tonterías. Sabía que me costaría mucho que me perdonara, le había dejado claro que no confiaba en el.

Así que de vuelta preferí sentarme al lado de Jackson, detrás. No tenía muchos ánimos de discutir con él. La había cagado de eso no cabe duda. Tenía que haber tenido mi boca cerrada joder.

Cuando llegamos a casa cogí a Jackson entre mis brazos, lo deje caer sobre mi cama, lo arrope con mis suaves sabanas para que su pequeño cuerpo entrara en calor. Era una noche fría, pero sobre todo triste. El cielo estaba nublado, ocultando miles de estrellas que deseaban brillar más que nunca en el cielo azul.

Deslice los short por mis piernas, me baje de esos altos tacones amarillos, saque mi suéter. Me coloque una sudadera de Alex, y unos pequeños shorts. Recogí mi pelo en una alta coleta, retire el maquillaje de mi cara. Un terrible dolor de cabeza estaba empezando a invadir mi cuerpo.

Salí de mi habitación en busca de Alex, pero no lo vi por el salón ni por la cocina. Solo me quedaba su habitación.

Sentí mi cuerpo tambalearse, perder la fuerza. Mi vista se nublo por unos momentos.

Me sujete al frio mármol con mis manos intentando que mi cuerpo no callera al suelo. Mis fuerzas poco a poco iban desapareciendo. Deje que mi cuerpo callera lentamente en el suelo, me acurruque en el suelo mientras sentía que todo mi interior se desvanecía.

No veía nada, todo era negro, mi cuerpo estaba relajado, no sentía nada. De pronto escuche unos gritos, parecía la voz de Jackson, pero mi vista era nula. Sentía unas pequeñas manos acariciar mi cara. Y delante de mí pasaron cada recuerdo vivido con Alex, como una película.

Sentí como estaba sola, intentaba hablar, gritar, moverme. Me agobiaba la situación, no sabía lo que estaba pasando en mi cuerpo y eso me ponía nerviosa. Sentía como mi cuerpo se relajaba cada vez más, ¿Os imaginas como seria flotar en una nube? Pues así me sentía, como flotando.

Unas grandes manos agitaron mi cuerpo, pude escuchar la voz de Alex. Me llamaba una y otra vez, y yo quería gritar decirle que estaba bien, pero como ya os he dicho, mi cuerpo no parecía estar por la labor.

El recuerdo de Alex recorriendo mi cuerpo con sus manos y sus labios, inundaba mi mente ahora. Beso cada centímetro de mi piel demostrándome que me quería. En ese mismo momento comprendí cual era mi miedo, mi temor, lo que me daba pánico, no era Alex, en el confiaba al cien por cien, era Lisa.

Mis ojos comenzaron a abrirse, mire a mi alrededor estaba sola, tirada en el frio piso de la cocina. ¿Todo había sido un sueño? ¿Qué coño me ha pasado? Me levante del suelo, apoye mi cuerpo en la pared y sujete mi cabeza entre mis manos. Mi respiración era irregular. Unas manos se posaron en mi cintura sujetándome con fuerza y unos pequeños brazos rodearon mi pierna derecha.

-He, ¿estás bien? - me tire a los brazos de Alex, el correspondió mi abrazo.

-Perdóname por favor... - escondí mi cara en su cuello, los brazos de Jackson rodeaban mi pierna, coloque una mano rodeando el cuello de Alex y con la otra acariciaba el pelo de el pequeño.

-Joder no me vuelvas a asustar así por favor - me abrazo más fuerte.

Compartiendo Piso {COMPLETADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora