Una criatura de la noche que se supone debe ser cruel, asesina y demoniaca; sin embargo es más un ser puro y celestial conoce a un ser humano que carece de alma y humanidad, que parece más un ser infernal hambriento de sangre y poder. ¿Podrán ambos...
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- ¿Pero por qué no puedo salir a jugar ahora al jardín mami? -. Preguntó una Charlotte de 10 años de edad.
-Tienes que recordar que el sol es malo para ti, si sales tu piel se quemará querida, aun no es hora para poder salir, debemos esperar el ocaso -. Ambas miraban la ventana desde lejos y en la pequeña abertura que había entre las cortinas rojas aún se asomaba esa delgada línea de luz de sol. La pequeña Charlotte no estaba conforme con esa respuesta.
-Los humanos pueden salir al sol sin que nada les pase, ¿por qué no puedo ser como ellos? -. La miró con curiosidad mostrando un gran interés por aquella especie desconocida para ella. Ante ese comentario, su madre se estremeció por dentro, esas palabras retumbaron con eco en su cabeza, ser como los humanos, no sabía por qué, pero eso le pasaba siempre que se mencionaba algo sobre la vida humana.
- ¡No vuelvas a decir eso Charlotte! Tú perteneces a un nivel mucho más superior que ellos, nunca lo olvides, ¿Lo entiendes? -. La reprendió Lilith tratando de no ser tan rígida, se alegró internamente que su esposo no estuviera presente y escuchara aquella sandez.
-Lo entiendo mami -. Bajó la mirada y el brillo en sus ojos se apagó.
-Lo siento mi niña, no te pongas así -. Le dio un tierno abrazo y luego un beso en la frente, le hizo cosquillas en la pancita, a lo que ella empezó a reír.
-Por cierto, ya es hora de comer -. Dijo dándole una copa pequeña con un líquido rojo que sirvió de una botella fina de cristal de color verde, la pequeña lo bebió sin problemas.
-Esto sabe tan delicioso -. Sus pequeños colmillos y sus labios estaban manchados completamente de color carmesí mientras sonreía al beber la sangre, aunque desconocía de donde provenía ese líquido tan revitalizante.
-Por cierto, ¿sabes qué día es hoy mi niña? -. Le preguntó a modo de juego.
- ¡Sábado! -. Dijo con mucho entusiasmo alzando las manos.
-Exacto, y ¿sabes quién viene de visita a jugar los sábados? -. Le dio un toquecito en su nariz con la yema de su dedo a lo cual ella rio.
- ¡La princesa Octavia! -. Respondió muy alegre levantando las manos. La vida de la pequeña Charlotte era de lo más feliz y tranquila, ella desconocía todavía su naturaleza de vampiro y lo que estos deben hacer para sobrevivir.
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Actualidad:
-Mhmm Alastor es demasiado apuesto, es fuerte, poderoso y tiene mucho más carácter y seguridad que tú. Apuesto a que quieres estar a su altura, ¿no es así? Puedo verlo en tu rostro Charlotte, él ha conmovido tu corazón, pero ¿realmente sabes la razón? Él es un asesino, es capaz de hacer todo lo que reprimes en ti misma. Dime pequeña tonta si no sería fascinante verlo cubierto de sangre; verlo matar por ti -. Se quedó mirándola fijamente y pudo ver en sus ojos una chispa que luchaba por no apagarse, era esa chispa que había en sus ojos la vez que mató a aquel hombre.
