†La Historia de Alastor Parte 3†

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Charlotte temerosa había volteado para ver la reacción de Alastor ahora que sabía la verdad y en cuanto sus miradas se cruzaron, quedó paralizada.

—¿Alastor? —Fue lo único que pudo decir al momento de ver a su novio con la sonrisa tiesa y la mirada perdida en sus pensamientos, pero con un rojo incandescente que irradiaba de sus ojos.

Alastor se puso de pie rápidamente, era obvio que la excitación en su cuerpo se había desvaneciendo por completo y ahora en su cabeza no cabía otro pensamiento más que el hecho de la pérdida de su magia y energía, su respiración ya exaltada comenzó a agitarse aún más y notó lo agotado que se encontraba y ahora sabía la razón. Su sonrisa temblaba y un tic en su ojo apareció.

—Jamás había considerado un escenario como este —Alcanzó a decir con la voz entre cortada, le dio la espalda a Charlotte y puso sus manos sobre su cabeza provocando un desorden en su cabello, pero ahora solo le importaba calmar la tormenta que se había formado dentro de él, debido a la incontrolable ambivalencia de sentimientos que yació dentro de su corazón: de rechazo y anhelo. A este punto se estaba sobre esforzando por mantener su sonrisa intacta pero la presión en su cabeza y pecho eran más fuertes que él mismo; colocó su mano derecha sobre su pecho y pudo sentir por primera vez los acelerados latidos de su corazón que indicaban miedo, confusión y la falta de control por lo que pudiera venir después.

Hasta ese momento cayó en cuenta que no estaba del todo vestido y Charlotte tampoco, por lo que para dejar de pensar en eso y centrarse en su nuevo problema, de un chasquido que dio, ambos quedaron completamente bien vestidos como al momento de encontrarse, lo que dejó a Charlotte más desconcertada y preocupada, y a Alastor le hizo sentir un mayor cansancio ese hechizo.

—Charlotte repite lo que dijiste —Alcanzó a preguntar mientras seguía sin dirigirle la mirada.

—¿Alastor? Escucha yo no quería…  —ya no sabía que decir para tranquilizarlo.

—¡Dilo otra vez! Y así tal vez pueda procesarlo del todo —la interrumpió con su voz distorsionada, pero no sonaba tan aterradora como antes. Ella con la voz temblorosa se limitó a repetir lo que dijo.

—Pierdes poder con cada gota de sangre de tomo de ti —se puso de pie en espera de un reclamo por parte de Alastor, ella sabía cuan importante era para el su magia, si estaba dispuesto a manchar sus manos de sangre con tal de conseguirla y hace unos instantes él estaba tan complacido del poder que obtuvo la noche anterior y ahora ella tomó así de fácil lo que a él le resultó bastante difícil conseguir.

Alastor permaneció en silencio, escuchó la angustiada voz de Charlotte y por muy molesto que estuviera por la situación, sabía que ella no tenía la culpa de nada y que no lo hizo a propósito. Supo que tenía que buscar una solución ahora mismo. Hizo todo lo posible por regular su respiración y calmar sus pensamientos.

Alastor decidido, se dio vuelta y tiró del brazo de Charlotte de repente para abrazarla hacia él y luego dar un rápido chasquido y desaparecer juntos como una sombra que se desintegra.

Ambos aparecieron dentro de la casa de Alastor, específicamente en su sótano donde atesoraba todos sus conocimientos vudú y realiza sus rituales especiales.  Ella se quedó observando los frascos llenos de ojos, dientes y otros órganos en un líquido traslúcido, y por un momento se sintió asqueada. También pudo vislumbrar en la pared todos sus cuchillos, navajas y otros instrumentos filosos muy limpios y brillantes colgados en orden y por tamaños y al fondo se encontraba una mesa de madera pequeña que servía como altar, con velas, un cráneo y otras cosas más que no comprendió lo que eran.

—Alastor, ¿por qué estamos aquí? —Él no respondió, se apartó de ella para dirigirse a una estantería de madera vieja llena de libros y hojas sueltas.

El Rojo Significa Te Amo (Charlastor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora