El Rojo Significa Te Amo (Charlastor)

†La Historia de Charlotte (3/3) †

Segunda Reunión Anual de Vampiros en Nueva Orleans:

Después de haber librado de que sus padres no descubrieran a Alastor, ahora Charlotte ingresaba con ellos y los Carter al gran salón de fiestas de la mansión del Conde Jacques y en cuanto hizo gala de su aparición por primera vez en muchos años, todos los vampiros del mundo posaron sus ojos sobre ella, algunos con burla, otros con curiosidad y otros esperando ver un gran espectáculo de circo que alegrara sus tristes y miserables no-vidas y a pesar de aquello Charlotte trató de no darle importancia a esos doble cara tan soberbios y clasistas, y por sobre todas esas miradas, también estaban esos ojos verdes que tanto había anhelado ver cuando era una adolescente, esos ojos que la seguían mirando con ese mismo brillo intenso, sus miradas se encontraron a pesar de la distancia, y el volver a verlo y seguir sintiendo el suelo firme bajo de sus pies, le hizo saber que con el paso del tiempo, se fue olvidando del cariño que le tenía a Seviathan Von Eldritch y que tal vez ya no volvería sentir lo mismo por él nunca más.

- ¡Oh mira querida, pero si es el joven Seviathan! -. Su padre la distrajo de sus pensamientos, mientras su madre se alejaba de ellos para saludar al resto de los invitados, específicamente a sus amigas Stella y Bethesa, sabía lo que su esposo planeaba, y aunque no estaba de acuerdo en lo que iba a hacer, tampoco haría nada para impedírselo.

- ¿Por qué no lo vas a saludar ahora? Estoy seguro de que tienen muchas cosas que decirse -. Eso era lo que menos quería Charlotte en ese momento, su cabeza estaba hecha un lio por el tema de Alastor y no tenía idea de cómo comportarse frente a Seviathan.

-Pero padre, no preferirías que comenzara con todas las familias aristócratas de las que tanto presumes que son tus amistades, después de todo es la primera vez que asisto aquí después de tanto tiempo y tal vez quieras presentarme a todos... y quizás también quieras alardear al respecto -. Eso último lo dijo tan bajo que su padre no la escuchó.
-Nada de eso manzanita, eso puede esperar, eres una bella joven que necesita formar parte del círculo social de vampiros de tu edad, ya es hora de que comiences a involucrarte con tu gente, después de mucho tiempo de estar fuera de nuestro mundo, es momento de que pongas en alto el nombre de la familia Magne -. No hizo falta que hiciera nada más, ya que el mismo Seviathan fue quien se acercó hacia donde estaban él y su hija para saludar.

-Lord Seviathan, es un placer volver a verlo -. Dijo mientras estrechaba su mano para saludarlo.

-El placer es todo mío Conde Magne... ¡Charlotte! -. Dijo muy entusiasmado y sonriendo casi perdiendo la elegancia en cuanto vio a la joven. Se aclaró la garganta para volver a saludar correctamente. -Quiero decir, buenas noches señorita Magne -. Ella desvió la mirada y le sonrió tímidamente respondiendo el saludo con una voz apenas audible. Al ver a su hija ser demasiado cohibida con Seviathan, Lucitor decidió darle un poco más de tiempo antes de darle la noticia, por lo que optó por dejarla pasar más tiempo con el joven.
-Si me disculpan, debo ir a saludar a mi más querido amigo el conde Jacques, no te molesta que te deje con el joven Von Eldritch manzanita, por supuesto que no, sabemos que estás en buenas manos, Seviathan te dejo a cargo mi más grande tesoro, haz que pase una velada perfecta, después de todo es la primera vez en décadas que mi hija accede a venir a una de nuestras reuniones -. Ante esos comentarios Charlotte apretó los labios y sus puños se tensaron.

- ¿Accede? Pero si eres tú quien me prohibió venir durante todos estos años papá -. Masculló intentando disimular su enfado hacia los comentarios de su padre.
El Conde soltó una risa burlona pero elegante. -Pero que cosas dices manzanita, sigues conservando ese gran sentido del humor que te caracteriza, espero que sigas divirtiéndote así lo que queda de la noche y que te prepares para el evento principal que se dará al final de la fiesta, será el momento en el que debas de lucirte y demostrar que te has reformado como vampiro.