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Will Stronghold caminaba tranquilamente por la cafetería escolar portando su bandeja, hasta que tropezó y esta salió catapultada a la mesa del mismísimo Peace.
—Dolerá mucho. —advirtió y Will tragó saliva ante el tono severo.
Cuando el pelinegro tomó a Stronghold de la camisa la atención de todos viajó al par. Incluyendo la de sus amigos. La rubia se levantó claramente preocupada por ambos.
Sun alzó vagamente la vista y luego la volvió a posar en su bandeja de comida. No le interesaba aquella pelea, al menos no más que terminar su propio almuerzo o hasta que viera a alguien realmente herido. Ventajas de vivir en constante conflicto con su hermano, supuso. Sunny y su hermano mayor jugaban a atacarse con sus poderes y no formaban tanto alboroto.
—Lamento que mi padre metiera al tuyo a la cárcel. —Le dijo Will.
—No vuelvas a mencionar eso.
Ups.
De un momento a otro los brazos de él estaban envueltos en fuego. Will había usado la misma bandeja azul para protegerse pero acabó siendo derretida por las llamas salientes de Warren.
—¿Ya notaste que sus poderes son contrarios a los tuyos? —Sun se giró a preguntarle a Brid jugando con su cuchara.
Brid no le contestó. Su atención estaba en los chicos.
—¡Está que arde! —exclamó Lash con entusiasmo en alguna parte de la cafetería.
Era cierto. Varios salieron corriendo de las bolas de fuego que lanzaba Peace. La pelea se tornó en una persecución contra el pobre mortal indefenso de Stronghold.
—¿Y tus asistentes, asistente? —Warren estaba subido a una mesa con Will debajo listo para cocinarlo vivo.
—¡Aquí! —Zach, Ethan, Magenta, Leyla y Brid caminaron al frente. Magenta tiró del brazo de la de cabellos rizados para que también se levantara. —Sí, aquí.
—¡No los metas en esto! —gritó Will.
Se levantó con todo y mesa hacia arriba, sorprendiendo a toda la cafetería. Era increíble. Había encontrado su súper-fuerza y la aprovechó lanzando a Warren a un lado. Ahora era una pelea justa.
—¡Es fuerte! —sonrió Leyla.
—Es súper fuerte. —corrigió Gwen, la castaña de rosa con una sonrisa orgullosa.
Mientras Will se preguntaba a sí mismo si era o no fuerte, Warren regresaba de entre los escombros listo para devolverle el golpe.
—¡Stronghold! ¿Crees que eso me dolió? —encendió de nuevo las llamas en sus brazos, esta vez con más potencia e intensidad.
—¡El extintor! —gritó alguien.
—¡Espera! ¡Puede ser peligroso! — razonó Brid con cautela.
—¡No hay tiempo!
Sucedió muy rápido.
Warren ya había lanzado el relámpago de fuego en dirección a Will al mismo tiempo en que este destapaba el extintor o más bien lo quebraba golpeándolo y abriendo una grieta. Sin embargo, la rubia logró interponerse enfriando las cosas con sus poderes de hielo.
—Parece, que han olvidado las reglas de no usar poderes fuera del gimnasio. —la directora Powers que en algún momento había llegado, los observó con severidad.
—Es que... —Powers alzó una mano para que Will se hiciera silencio.
—Los tres. —señaló. —Síganme.
(...)
Estaban en una habitación completamente blanca donde no se podían usar los poderes por la composición del lugar. Stronghold se había quedado dormido luego pasar los primeros treinta minutos intentando no ser golpeado por Warren. Claro que Brid también había ayudado con eso.
—No es culpa suya. —intentó razonar con Warren.
—Eso no es asunto tuyo.
—Estoy aquí por vuestra culpa, claro que es asunto mí. —le contestó alzando una ceja enojada por sus respuestas hostiles. —Ya deja al pobre Will, apenas puede con la presión de su padre y la de la escuela.
—¿Y por qué crees que eso me importa?
—A mí sí que me importa. No me gusta que mis amigos peleen.
—Que bueno porque yo no soy tú amigo. —se quedó en silencio inmediatamente dijo aquello. Porque no lo era, ¿Cierto? Recién se conocían, ¿no?
—Para mí sí. —la chica se recogió la melena rubia en una cómoda coleta alta. —¿Prefieres que sea tu amiga o tú acosadora? Amigos porque lo segundo suena demasiado mal. Así que acostúmbrate. —sonrió con simplicidad.
—Yo... —la voz de Warren fué interrumpida.
La directora Powers, Boomer y el profesor Médula aparecieron tras las puertas de la sala de castigo. Will se despertó automáticamente.
—Joven Peace, puede retirarse. — ordenó ella.
—Por fin. —Warren se levantó e hizo ademán de salir, justo antes de desaparecer se giró y le hizo una seña a la rubia que esta no supo interpretar.
—Bien. Dado vuestro reciente... arrebato en la cafetería hemos decidido... —Boomer rodó los ojos tras esta. La directora Powers continuó hablando. —Hemos decidido ascenderlos a héroes.
