La ambulancia iba a velocidad considerablemente rápida , pues el estado del pobre joven que tenía las muñecas sangrando era crítico sin duda alguna. Cómo podían comenzaron a poner compresas desinfectadas en ambos antebrazos del azabache, su objetivo principal era detener el sangrado que le estaba dejando pálido. Para buena suerte de los paramédicos su corazón aún latía con debilidad, si seguía perdiendo sangre seguramente fallecería finalmente ahí en la ambulancia.
Kocho tenía los ojos inundados de lágrimas, se sentía culpable, se responsabilizaba con fuerza el haber conducido a quien se había vuelto su novio, a la muerte por sus irresponsables al haberle echo tanto daño psicológico, haberlo acosado desde que tenía memoria aprovechándose de que parecía tener baja autoestima y por ser un flanco fácil de burlas debido a su personalidad dócil, apagada y melancólica, no ayudaba que solo tuviese un amigo con el que de vez en cuando hablaba, de ahí suponía venían los sentimientos que en ese momento había considerado realmente absurdos y fuera de lugar.
— Por favor no te vallas...por favor vive...te necesito, necesito compensar todo el daño que te hice...- una enfermera apiadada de la joven mariposa comenzó a consolarla.
El trayecto que aún que si bien fue medianamente largo, pareció durar horas completas apesar de ir a toda velocidad. Habían intentando mantener al azabache en un estado estable, tenían fe una vez le pusieron oxígeno y detuvieron el sangrado cómo podían, era imposible debido a los múltiples cortes y había sido torpemente cubierto por una bata de hospital debido a su desnudez.
Al llegar y sin poder contactar con familiar alguno todos los informes y papales se vieron pesados como responsabilidad de Shinobu. Había detalles que no conocía, estaba alterada y totalmente devastada. Para su suerte un joven de cabellos durazno se acercó a ella, quitándole los papeles para ser llenados por si mismo.
— ¿Ahora sí te importa Tomioka ? .- cuestionó enojada la joven de mechas púrpuras , ante su cuestión no hubo respuesta alguna, estaba concentrado en sus pensamientos, quería intentar ordenarlos. El peso de conciencia le estaba consumiendo, por su mente solo resonaba "Pudiste haberlo salvado si no hubieses sido egoísta con la chica " pero solo los alejaba para concentrarse en los formularios para llenar un pequeño expediente médico del paciente en cuestión.
No hubo informe alguno durante al menos media hora más, la pobre chica caminaba de un lado a otro, volviendo a su mente recuerdos de como se la había pasado molestando a ese dulce joven de ojos profundamente azules como el mar. Lo había conocido poco tiempo y sin duda estaba arrepentida, él la había consolando cuando su querida hermana había fallecido y sin querer ser pesimista pero, ¿Si él llegaba a irse, quién la consolaría esa vez ? Estaba hirviendo de rabia por el supuesto mejor amigo de su enamorado, pero no estaba en condiciones para que ese rencor creciera.
Por la mente del segundo chico presente solo se repetían en bucle recuerdos preciosos con su amigo, veces en las que siendo infantes de diez años se la pasaban leyendo debajo de las cobijas con una linterna, veces en las que se habían apoyado mutuamente para aprender a andar en bicicleta, unos cuantos más de ambos lavando sus dientes en el baño frente a un espejo, recuerdos en los que iban juntos a la escuela todos los días, saliendo de su casa cuando Giyuu aún vivía con ellos y también de él yendo a despertarlo para ir a la preparatoria juntos. Sus ojos se inundaron de lágrimas completamente. Creyó que estaba alucinando cuando un al abrir sus ojos pudo observar a los padres de su amigo frente a él. Era un recuerdo de su infancia.
— Sabito, eras muy amable ~ cuida de nuestro Giyuu, si puedes hazlo cambiar de opinión para el viaje, estaremos encantados de que vallas tú también a visitarlo, no perderán el contacto, de eso nos encargaremos, solo ve, animalo y considera la posibilidad de ayudarnos. Eres un buen niño, gracias por ser amigo de nuestro pequeño .
Sin evitarlo más de pasar a estar sentado en un pequeño sofá de la sala de espera médica, cayó de rodillas al suelo comenzando a llorar desconsoladamente. Eran tan vivida la escena y el reflejo de los dos padres de su amigo junto a la hermana del mismo, está noche él se había quedado con el azabache para hablar, pero la noticia los había dejado helados. Ese recuedo aún le daba pesadillas por el impacto.
Un par de enfermeras quisieron acercarse, pero la menor de los Kocho se los impidió, debían dejar que su dolor se liberará, eso lo había aprendido de Giyuu.
El joven de hebras claras solo murmuraba entre sollozos y llanto.
— Perdón, perdóname, fui un pésimo amigo...no cumplí la promesa a tu familia, realmente lo siento .- susurraba. Se quedó un muy buen rato así, sacando todas sus lágrimas mientras algunos lo miraban con pena y tristeza. Aún amigo que se lamentaba el estado tan crítico de su amigo.
Pronto después de esa escena que llevó al menos media hora y poco más, el doctor llegó un una mueca angustiada, ambos jóvenes palidecieron pero tan pronto como el médico boceo "Tomioka " ambos se acercaron desesperadamente. Ambos tenían los ojos rojos de las lágrimas y al pobre hombre se le hizo un nudo en la garganta de verlos en ese estado. Casos de suicidio en los que los jóvenes habían sido llevados en ambulancia aún respirando eran pocos, pero a falta de padres pudo estar un tanto más al tanto de la situación. Soltó un suspiro en cuanto comenzó a hablar.
— Lo siento chicos... perdió mucha sangre incluoso cuando le intentamos hacer una transfusión. Las heridas eran profundas, sus piernas también habían derramado mucha sangre y al detener la hemorragia para cerrar heridas su corazón dejó de latir, venía muy débil...lo siento mucho. - disculpó el mayor y la desconsolada mariposa se soltó a llorar, su garganta se desgarró en un grito en el que su dolor fue palpable, sin mucho que poder evitar ambos jóvenes adultos se abrazaron entre lágrimas.
Tomioka se había ido. Había logrado su cometido, realmente había fallecido. Ahora estaba con su familia.
Era usual dar malas noticias en los médicos, por lo que aún que ambos parecían estar destrozados no muchas personas por respeto se acercaban a dar sus condolencias.
Un escalofrío recorrió la espina dorsal de la fémina mientras lloraba, casi consecutivamente esa misma sensación se hizo presente en el varón, ambos muchachos amigos del recién fallecido Tomioka mirando confundidos casi por inercia a un costado. El nudo en sus gargantas tomó más fuerza.
Ahí estaba Giyuu, con una sonrisa, tomando la mano de su hermana y siendo abrazado por sus padres, estaba diciéndoles adiós con la mano. Su usual ceño fruncido se había vuelto ligero, sus labios estaban curveados en una sonrisa pequeña y sus orbes azules brillaban con fervor. Estaba descansando. Ahora podía estar en paz.
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⌒. ·˚༘✧ Sorry, really i'm sorry ೃ࿔ [ Giyuushino ] ◌ ⁺ ˖˚
Fanfiction⸾ Sin lugar a dudas, la depresión era un estado del cual Giyuu no podía huir ¿A causa de qué? No había respuesta, solo el lo sabía, sin embargo, ¿Cómo una persona callada e introvertida podría hablar sin mayor dificultad de sus problemas? No era sen...
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