⌒. ·˚༘✧ Sorry, really i'm sorry ೃ࿔ [ Giyuushino ] ◌ ⁺ ˖˚

05

Al día siguiente, Kochō tampoco asistió a la escuela, pero Tomioka estaba bastante tranquilo, repentinamente sonreía levemente y eso preocupaba de cierta manera a Sabito, pero decidió no decir nada más.
La tarde se desarrolló de manera poco usual, Shinobu y Giyuu recostados en un futón mirando películas en el televisor; parecía un agradable sueño, era una especie de dolor cálido en el corazón de jovén.

La semana iba a la mitad y aquella pareja inusual llegaba al instituto; sus manos entrelazadas eran lo que más llamaba la atención de los estudiantes al verlos.

Algo en el corazón de Sabito se encogió.

Al verlos aproximarse, intentó poner su mejor sonrisa que resultó en una mueca que daba miedo.

- Sabito-kun ¡Buenos días! - sonrió la mariposa mientras que Tomioka le saludó con su mano libre.

- Buenos días...es, una linda sorpresa verlos juntos - su risa nerviosa lo delataba pero había pasado desapercibida por sus amigos que lo miraban con amabilidad.

La envidia era un sentimiento destructivo, debía reprimirlo.

- Se hará tarde para la primera clase, debo ir por otro rumbo...lo siento, nos vemos en el almuerzo - se despidió agitando su mano y terminó por desvanecerse entre la multitud de estudiantes.
La pareja fue a su respectivo salón, que se alejó al llegar a sus asientos.

Nada parecía haber cambiado, pero Sabito tenía aún la imagen de las manos entrelazadas de sus amigos, por lo que verlos juntos en el descanso fue una tortura; suspiró, no llegaron tomados de la mano y eso se sintió como una carga menos pesada.

- Kochō-san, ¿Estás bien? Faltaste dos días seguidos y bueno, llegan con esta noticia - en realidad, quería saber cómo es que todo había comenzado.

- No es necesario que lo cuentes si aún duele - la mirada azul de Giyuu se centro en la figura femenina quien miraba el suelo, con una expresión de dolor.

- Mi hermana murió - soltó, haciendo que Sabito se ahogara con un pedazo de zanahoria, dirigiendo rápidamente su mirada a la chica, quien seguía con la misma mueca. - Cuando Tomioka-san fue a darme los deberes, ambos hablamos y...nos dimos cuenta de nuestros sentimientos, aún es vergonzoso contarlo, pero, agradecería que no habláramos más del tema. - miró al chico de cabellos durazno y este solo asintió.

Ahora en su mente circulaban varias interrogantes e ideas.
¿Qué tanto le había contado Giyuu? ¿Sabía la razón del porque usaba esos largos suéteres? ¿Tenía en cuenta que vivía solo?

No debes, ellos se ven felices.

No, eso no lo sabes. ¿Cuánto tiempo estarán juntos? ¿En serio crees que Giyuu sabe cómo llevar una relación?

Merecen ser felices, ella no es la única chica en el mundo, además, parece que se entienden ¿Por qué tendría que interponerme?

Tú también mereces ser feliz, además, ella ya le hizo mucho daño a Tomioka, ¿Esta bien que se haya enamorado de la chica que se burló de él y que lo dañó psicológicamente? ¿Ella sabrá que fue una razón por la que sus brazos están lastimados?

Había un caos en la mente de Sabito.

Sacudió su cabeza, alejando esas ideas, no quería seguir pensando en eso, sin embargo, con el paso de los días, al verlos juntos e incluso, ver cómo su mejor amigo había dado su primer beso le dio nostalgia combinada con rabia.
El no había dicho nada acerca de sus sentimientos por la mariposa, pero, se sentía enfadado aún sin tener el derecho de estarlo.