Lamborghini Azul

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Mi corazón estaba latiendo a mil, mientras el tiempo se detenía. Sus labios eran suaves y sus besos <<mierda, que besos>> me invadían. No podía parar, y sé que ella tampoco iba a parar.

Necesitaba mi autocontrol ahora mismo.

Una de sus manos agarro mi rostro y la otra mi cintura atrayéndome aún más hacia ella, sentía como su pierna se apretó directamente en mi sexo y solté un pequeño gemido. Al darse cuenta, su lengua toco la mía y entró en mi boca y la acaricio deliciosamente. Claramente el calor ya había aumento entre las dos. En ese momento comprendí que si no hacía algo ahora mismo yo exigiría mucho más y claro que mi orgullo se hubiera ido en picada. No iba a permitir eso. << ¡Pero esos besos!>>

Amé mi fuerza de voluntad cuando corrí la cara en el momento en el que ella abría la boca para volver a besarme y la deje a medias. Me tragué la sonrisa que surgía en mis labios victoriosos por haber hecho aquello. Pero aún nos encontrábamos encerradas en ese pequeño lugar.

La volví a mirar y ella soltó una pequeña risa y se mordió el labio inferior, mientras desviaba la mirada.

-Encontré la forma para que te quedaras callada - susurró con indiferencia sin siquiera mirarme. Podía sentir su respiración entrecortada y supuse que ella también podía escuchar la mía, aunque intentara esconderlo.

Lleve mi mano a mi boca para secar el resultado de aquellos besos, la mire y me di cuenta que me estaba viendo de reojo, con esos ojos tan penetrantes. Me puse nerviosa otra vez mientras ella trago saliva y volvió a desviar la mirada.

<<¿Está nerviosa?>> tal vez se está sintiendo igual que yo.

- Creo que el guardia ya se fue, salgamos. Al menos que quieras que te encierre acá - dijo mientras abría la puerta y levantaba el cráneo que había dejado en el suelo del casillero

- Me debes dinero, ¿sabes? - dije con mi tono de costumbre.

- No sabía que cobrabas para que te besaran

- No te hagas la graciosa conmigo, en ese monedero tenía el dinero para la semana.

- ¿Sí? Será bueno que le preguntes a uno de esos guardias- comentó mientras se sacaba la chaqueta.

-¡Oye, tú eres la culpable de que lo perdiera!

-Bueno, que mala suerte la tuya, nos vemos - dijo mientras cubría el cráneo con la chaqueta y se daba media vuelta.

-¿A dónde crees que vas? - la agarré del brazo y la empuje contra el casillero. Creo que se me paso un poco la fuerza ya que choco fuertemente contra el y se le cayó el cráneo de las manos.

- Si lo rompes tu tendrás que pagarme eso - dijo enojada mientras miraba como el cráneo rodo un poco en el suelo.

- No seas tonta, dudo que se vaya a romper por una caída como esa. Aparte ¡ni siquiera es tuyo! Deberías devolverlo.

-Ahora lo es - dijo mientras dio un paso hacia el cráneo que había rodado hacia un lado. La volví a empujar y esta vez no saque mis manos de sus hombros. Al hacer eso las tiras de su camiseta y sostén del lado izquierdo cayeron y quedaron en su brazo. Ella miro lo que yo había hecho y luego me miró fijamente.

- Tienes carácter Byulyi.

- Me devuelves el dinero en la semana que viene o te juro que iré con los guardias y les diré quién se robó ese cráneo del laboratorio y ahí sí que estarás en problemas, ¿entendido? - dije firmemente.

- Ah...entendido. - respondió con una cara de asombro y la solté. Esa fue la última palabra que dijo antes de agarrar el cráneo, la chaqueta y marcharse.

Inseguros Deseos [Moonsun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora