32🌙

1.8K 287 205
                                    

ChangBin no podía apartar la mirada de aquellos ojos verdes, como si le atraparan, como si no le permitieran mirar a otro lugar.

SeungMin se levantó acercándose nuevamente a él, ChangBin no lo aparto, su cuerpo estaba estático su rostro demostraba su desconcierto y confusión. Pero no se movía.

SeungMin, temeroso. Tomó su mano con cautela, temiendo al rechazo.

El mayor le dejó hacer, como si no tuviera otra opción, su mano se sentía tan suave... Pero fría a la vez. Sin embargo la calidez que sentía brotar de su corazón, le recompensaba.

- Bin...- pronunció a duras penas el pelimorado.

-AAAAAAAAAAH- se escuchó un gritó agudo desde afuera, haciendo que ChangBin retirara sus manos con brusquedad al instante, cosa que SeungMin ignoró casi por completo, tras escuchar el grito de uno de sus hermanos.

La puerta fue abierta, dejando ver a un Felix con los ojos bien abiertos y JiSung con dos baldes de agua en las manos.

Miró hacia ambos chicos en la habitación simultáneamente, ChangBin rojo y con los cabellos alborotados y su hermano desnudo y temblosoroso.

- Uh... Felix, te juro que no es lo que parece, yo...- dijo ChangBin,  acercándose al rubio con intención de explicarle la situación.

- SEUNGMIN. ¿POR QUÉ CARAJOS ESTÁS DESNUDO? ¡¿Y QUÉ ESTÁS HACIENDO AQUÍ?!- exclamó Felix caminando hasta el menor, dejando a un aún más confundido ChangBin.

- Yo... Lix, no lo sé, anoche yo creo que llegué aquí... Pero, quizás. Yo. ¡Ahh! No esperaba transformarme, creo que fue mientras dormía. Y luego ChangBin estaba ahí y yo- dijo SeungMin siendo interrumpido por ChangBin.

- ¿Lo conoces?- preguntó mirando a Felix, quien se volteó a mirarlo.

- Uh... Sí, es S... Kim, es Kim. Mi hermano, ¿No lo recuerda de ayer? Haha, ésto es tan curioso, no tengo idea de como llegó aquí, quizá lo dejamos sin querer anoche cuando te trajimos...- se excusó el rubio sonriendo incómodo.

- Acabas de llamarle "SeungMin".- comentó el mayor ignorando el resto.

- Ah, uh... Sí, es porque es su apellido, es Kim SeungMin.-

- ¿Tú apellido no es "Lee"?-

-... es que mi papá no era el mismo papá de SeungMin, ni tampoco el de JiSung, tenemos padres diferente y por éso nuestros apellidos también lo son. ¿No, Min?- preguntó lo último mirando a su hermano.

- Basta de mentir Lix, ya le he dicho. No me ha creído, pero no creo poder seguir con ésto.- dijo SeungMin tras un suspiro.

Felix miró a su hermano decaído, sabía bien que ésto era lo que trataba de evitar, quizá él había tenido la razón. Sin embargo lo importante era que el se sintiera bien, más en el estado que se encontraba.

- Yo... creo que es mejor que nos vayamos. Min, vamos a ponerte algo de ropa.- dijo levantando a su hermano de la cama, cubriendolo con su abrigo, que para su suerte cubría hasta sus muslos.

SeungMin permanecía cabizbajo, sentía las lágrimas llegar sus ojos, Felix lo abrazó por sus hombros. Susurrandole en el oído un:

-Todo va a estar bien.-

JiSung quién no había hecho más que observar todo el lío, se acercó al peliazul.

- No seas tan tarado. Habré un poco más tu mente, no sabes cuánto ha dado Minnie por tí.- le dijo, tomando camino junto a sus hermanos.














🌙



















-¿Qué ha pasado?- preguntó San viendo a SeungMin triste sobre el sillón abrazando a Felix, quien le daba caricias en su cabecita a forma de consuelo.

- Uh... larga historia, me llevaré a Minnie unos días... No sé cuántos, pero hasta que se sienta mejor... creo que usted y WooYoung debería tener una conversación con ChangBin...- Respondió Felix levantándose junto a SeungMin al ver a JiSung bajar de las escaleras.

- Bien, supongo.  Por favor mantenganme al tanto de todo. Y, SeungMin.-  llamó al menor sonriendo, quien le miró con los ojos brillositos por las lágrimas.- Recuerda que éste siempre será tú hogar, y nosotros tu familia. Sin importar qué.- San tomó sus manitas, y lo atrajó hacia él en un abrazo que resultó reconfortante para él. Nunca lo había abrazado, pero se sentía como estar de nuevo en la cercanía de su madre.

- Por favor no te vayas.- dijo WooYoung caminando hacia ambos, lloraba incluso más que el menor. -¿Qué se supone que voy a hacer sin tí? ¿Quién me va a arañar los pantalones,? ¿O comerse mis galletas a escondidas?.- sorbió su nariz abrazándose a los otros dos.

- Yo también quiero abrazo.- comentó Anna tirándose contra ellos.

- No seas salida.- reprochó San, apachurrando a SeungMin más contra él.

- Adiós niño gato.- despidió WooBin sentándose en el sofá.

SeungMin sonrió. San tenía razón. Ellos eran una familia. Bastante peculiar, pero lo eran.

- Nos sentíamos fuera de lugar.- comentó JiSung quien junto a Felix se habían unido al abrazo.

- Okay, suficiente.- Habló el pelimorado apartando a todos.

- Gracias. Por todo, incluso a tí Anna, y a WooBin también.-  dijo SeungMin sonriendo.

Él estaba realmente agradecido por cada pequeña cosa en su vida, aunque no lo demostrara del todo, el sentimiento estaba ahí.

Su vida no había sido la más fácil, pero podía esforzarse en ser feliz, y con ellos, a pesar de todo lo había sido. Su amor por ChanBin no se extinguiría jamás, sin importar qué, SeungMin siempre iba a amarlo, al menos éso pensaba él. Pues no podía pensar en una vida sin ChangBin. A quien también quería agradecer, pues era la persona que más había marcado su vida, y tenía tanto para decirle, y esperaba algún día hacérselo saber de alguna manera.

Ése día ninguno pudo dormir, SeungMin además de los intermediarios espasmos en su cuerpo durante toda la noche, no podía dejar de pensar en ChangBin.

Cómo si no fuera su principal pensamiento todo el tiempo.

ChangBin no sabía ni que pensar, su cabeza estaba llena de tantas cosas que incluso dolía. Después del extraño encuentro en la mañana no había salido de su habitación para nada.

Había visto toda la escena en la entrada de su casa, lo que lo había dejado más confundido de lo que estaba.

Sus padres habían llamado a su puerta todo el día. Sin embargo el no quería hablar con nadie, por el momento.

En un momento de aquella fría noche, sostuvo una almohada sobre su cabeza, era de hecho; la almohada que solía usar su gato. Extrañaba sentir el cariño del pequeño cuerpo ronronenado sobre su pecho, mordiéndo sus orejas o lamiendo toda su cara, pisándola para intentar despertarlo. Ahora no lo tenía con él.
No sentía la calidez de su cuerpo, ni su suave pelaje. Sin embargo, la sensación de tranquilidad y serenidad que sentía al estar con su mejor amigo, era la misma, o al menos similar a la que había sentido en la mañana, al despertar junto al bonito chico de cabello púrpuras, y su aroma tan embriagador... tan suave pero ¿Por qué sentía que estaba tan acostumbrado a él?

Frustrados y con gran esfuerzo, lograron dormir al fín. Esperando ambos por un mejor mañana.











Fín.


























Ah se crean, ahora es que viene lo bueno.✋
-

"𝙇𝙞𝙣𝙙𝙖𝙨 𝙋𝙞𝙚𝙧𝙣𝙖𝙨 𝙢𝙞𝙣𝙞𝙚"  ˢᵉᵘⁿᵍᴮⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora