"𝙇𝙞𝙣𝙙𝙖𝙨 𝙋𝙞𝙚𝙧𝙣𝙖𝙨 𝙢𝙞𝙣𝙞𝙚" ˢᵉᵘⁿᵍᴮⁱⁿ

01🌙

-¡Por Favor! ¡Sólo quiero una mascota!- ChangBin tomó el pantalón de su padre entre sus pequeños puños haciendo que éste dejase de caminar -o de intentarlo-

El pequeño ChangBin había estado todo el día diciendo que quería -necesitaba- una mascota y había sido su padre WooYoung quién tuvo que soportar a el pequeño gritón.

-ChangBin, ya hablamos de esto, no puedes tener una mascota- intentó vagamente mantener una postura demandante, sin embargo se arrepintió justo cuando el menor se soltó cayendo en el piso mientras sus ojitos empezaban a cristalizarse por la venida de las lágrimas que en cuestión de nada derramaría.

- oh, pequeño, ven- intentó levantarlo del piso, sin embargo éste sólo volteó a su diestra ignorándolo.

- No cedas ante él amor- dijo su otro padre desde el marco de la puerta.

-¡Quiero una mascota!- sin duda changbin era un niño un poco berrinchudo.

- ¡Ya estuvo! ChangBin si tu padre ha dicho que no habrá mascotas, es porque no las habrá, entendido?- San solía ser quién se encargaba siempre de poner todo en su lugar.

ChangBin se levantó del frío suelo dando zancadas estruendosas hasta llegar hasta su habitación, una vez en ella se encargó de azotar la puerta con fuerza para que sus padres se dieran cuenta de su gran molestia.

Quizás sí estaba siendo un tanto caprichoso y exagerado, pero sus papás no le dejaban tener una mascota, él sólo quería un compañero con quien pasar el rato y jugar, no tenía hermanos (al menos no uno con el que pudiera jugar) y su única compañía eran sus padres y sus juguetes, tampoco tenía muchos amigos, no solía salir de casa ya que incluso veía clases particulares -en casa- así que las pocas veces que había salido era para pasar tiempo con sus padres, quizás un paseo, un picnic o sólo ir a casa de sus abuelos. Ya que pocas veces había visitado a su hermana.

Creyó que sería una buena idea tener una mascota, cuidarla, alimentarla, jugar con ella, ¡Hasta sería como un mejor amigo!

Pero al parecer sus padres no pensaban de igual forma, haciendo entristecer su pequeño corazón.

Sería asombroso tener... quizás ¿un perrito? O podría ser un hámster, definitivamente no quería ningún pájaro, eran aterradores y muy ruidosos, o también podría ser un gatito, son adorables y no hacen mucho ruido.

Tendría que pensarlo muy bien, porque definitivamente no se daría por vencido, ¡no era sólo un capricho! Él de verdad quería una mascota.

Y la conseguiría.

🌑

Había pasado una semana, una semana en la que ChangBin no dejó de insistir con el tema de que le concedieran la posibilidad de tener una mascota, lo había pensado lo suficientemente bien y se había decidido por tener un pequeño cachorro, eran muy lindos y adorables, así que después de reiteradas veces plantearse como sería su vida al lado de su mascota, definitivamente pensó que la idea de un perrito era la mejor.

Sin embargo al parecer, a sus padres no terminaba de gustarle la idea.

A pesar de insistirles, una y otra vez, e incluso intentando persuadir a sus padres de todas las maneras posibles -a su alcance-. No había conseguido nada.

Se estaba quedando sin ideas, sin estrategias.

-papá...- San yacía sentado desde hace un buen rato intentando "leer" un libro, que para ser sinceros no estaba seguro de lo que trataba éste mismo.

ChangBin estaba ideando en su mente otras de sus maniobras para intentar conseguir su cometido.

Por otro lado San suspiró sonoramente, esperando a ver con que cosas salía esta vez su hijo.

-¿Sí, ChangBin?- preguntó posando su atención sobre su hijo.

-¿Por qué no puedo tener un perrito?- hizo un pequeño puchero.

San se sorprendió un momento, usualmente su hijo solía insistir en tener un cachorro, de cualquier forma, hacía pequeños berrinches, pataleaba, pasaba todo el día atosigándolos hasta más no poder, a como fuese no paraba, y que ahora tomara esa posición tan pacífica y se aventurara a preguntar por qué le hizo hasta titubear.

Y bien, Se detuvo un momento y lo pensó, esas dos palabras cruzaron en su mente, ¿por qué? Ahora que lo pensaba bien, ¿por qué no podían tener ellos un perro? -o una mascota, como bien sea-.

Ninguno era alérgico a ningún animal, tenía suficiente espacio incluso para más de una mascota, tenían los recursos para cuidarlo.

Él sabía bien que también algunas veces solían ser un poco molestos y al principio quizás desastrosos -en especial los perros-. Y es que su marido y los sabuesos (o cualquier animal en general) no se llevaban exactamente del todo bien. Pero nada más allá de lo normal, nada que no pudiesen sobrellevar, no era un trabajo tan pesado tampoco.

Entonces, ¿por qué no concedirle a su hijo -y a ellos también quizás- tener una criatura rondando por la casa?

Tal vez no se habían siquiera detenido a pensarlo, pero es que con un niño de 9 años gritando a pulmón día y noche sin parar que quería una mascota, lo menos que le quedaba era pensarlo.

-Papá..- San miró de nuevo al menor, dándose cuenta que se había sumido en sus propios pensamientos.

Decir que por ende, no contesto la intriga de su hijo.

-eh.. Bien...- pensó un momento. Y en realidad, no tenía una respuesta.

creyó que debería hablarlo con su esposo, quizá el tendría un mejor punto de vista y ambos podrían considerarlo.

-Escucha Binnie, te prometo que si dejas de comportarte como un bebé, y dejas de gritarnos a tu padre y a mí a cada rato... quizás podamos hablarlo- vio claramente como el semblante de su hijo cambió drásticamente, y pudo divisar hasta un destello de ilusión en sus pequeños ojos.

-Ésto no quiere decir que tendrás un perro ni nada, sólo quizás lo hablemos.

ChangBin se sintió un poco esperanzado, al menos había logrado que sus padres pensarán acerca del tema.

-¡Gracias! Gracias! ¡Muchas gracias papi!- dijo con una gran alegría plantada en su pecho.

Se abalanzó contra su padre y lo abrazó fuerte mientras repetía <<gracias>> una y otra vez.

-Tendré un perrito!- gritó haciendo que se escuchara por toda la casa.

Ahora San tendría que conseguir una forma de hablar con WooYoung respecto al tema.