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Dedicado a: Pequitas_of_Moon 💛


SeungMin sentía que con el pasar de los días su cuerpo dolía aún más. Hace aproximadamente tres semanas que había ocurrido aquél extraño accidente. Pero sabía lo que significaba...

El cambio.

Y tenía miedo, no sabía qué era lo que debía hacer, o qué no debía hacer, sabía que era algo muy delicado en su especie... sabía por sus padres que si no recibía un buen cuidado habrían complicaciones, podría hasta morir sí fuera el peor de los casos.

Estaba constantemente mareado, sus huesos dolían y varios de sus dientes también, sus bigotes se habían caído y aunque suene raro, tenía demasiada hambre, su organismo estaba hecho todo un caós.

Al menos las cosas raras de horrible sabor que le daban los papás de ChangBin le ayudaban bastante para disipar los síntomas, claramente temía que ésto pudiera tener efectos secundarios, o que pudiera afectarle a largo plazo en su transformación y terminar teniendo los pies en las orejas.

Pero le hacían sentir mejor así que se arriesgaba.

Changbin ha estado con él todo éste tiempo, tanto que faltó tres días a clases para quedarse a cuidarlo, hasta que sus padres le insistieron que cuidarían de SeungMin y nada malo iba a pasarle.

Con respecto a ChangBin... Todo había ido normal en su escuela, asistir a las clases, ignorar a HyunJin, comer el almuerzo, ignorar a HyunJin, hablar un rato con Chan, fastidiar a MinHo, ignorar a HyunJin, volver a casa caminando, intentando lo más posible no toparse con HyunJin.

No quería verle siquiera, ya se lo había dicho, no quería que fuese más su amigo. Y no es como que HyunJin hiciera un esfuerzo por al menos disculparse. Claramente podía sentir que lo acosaba con la mirada todo el tiempo, pero intentaba no hacer caso a eso.












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-¡Hyung!- escuchó ChangBin apenas entraba a su casa.

Vio al pequeño niño corriendo sin pañales.

-Eh... Hola Woo...- dijo a punto de estallar en risas al ver a uno de sus padres entrando al living con la cara empapada en talco, la camisa al revés y algo pegajoso en su cabello.

-¿Por qué no tiene pañal? ¿y por qué tú estás así?- preguntó señalándolo con el dedo índice de pies a cabeza.

- ¡Ya soy un niño grande! ¡no necesito pañal!- gritó su pequeño primo refunfuñando con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

WooYoung suspiró antes de contestar - dice que no necesita pañal, pero sigue haciéndose en la cama. Y ésto hijo, es la comida de Minnie.- dijo lo último señalando su oscura cabellera.

- ¿No le has dado de comer a Minnie?- preguntó preocupado.

-Hijo, ése gato come más que todos nosotros juntos en la cena de Navidad.- bufó el mayor.

ChangBin río, era cierto. Últimamente el apetito de SeungMin había incrementado en gran manera, se la pasaba todo el día maullando, y cuando de milagro se levantaba era para ir al frente del refrigerador y arañarlo hasta que alguien llegara.

-Iré a verlo, WooBin portate bien, sino tío Woonnie no hará galletas.- dijo changbin viendo severamente al más pequeño.

-¡Sí Hyung!- exclamó WooBin.

-Eres igual que tu padre, a ustedes sí les hace caso.- comentó WooYoung recibiendo una risa en respuesta por ChangBin.

ChangBin subió a su habitación, encontrándose con la misma imagen concurrente las últimas semanas. Un pequeño gato castaño durmiendo sobre un montón de sus prendas dispersadas en su cama.

No sabía por qué lo hacía pero SeungMin cada vez que él se iba a la escuela reunía toda su ropa (o la que estuviera a su alcance) y la llevaba hasta la cama y se acurrucaba entre ellas, y cada tarde ChangBin tenía que volver a organizar todo sino quería que sus padres le reprendieran por el desorden.

Se sentó a un lado de SeungMin haciendo que éste abra sus ojos de a poquito, maullando al verle.

SeungMin bostezó e hizo a estirar sus patitas... mala idea, le había dolido mucho, hoy se sentía peor que los demás días, pero era diferente, el dolor en su cuerpo había disminuido, sin embargo tenía una sensación extraña, como si quisiera ser abrazado todo el tiempo, sentía frío, y su naricita estaba acuosa al igual que sus ojos.

Changbin notó ésto y con cuidado esperando no lastimarle se acostó y tomó a SeungMin con delicadeza acostándolo sobre su pecho, viendo sus brillantes ojitos y su nariz rosita.

-¿Cuándo vas a mejorar?- preguntó viéndo a esos hermosos ojos verdes.

SeungMin quería responder, decirle que no lo sabía, quería decirle todo lo que sentía, que estaba asustado, que no quería pasar por todo eso, quería decirle cuánto lo quería y cuán agradecido estaba con él y sus padres. Sin embargo no lo hizo, no serviría de nada después de todo, ChangBin no podría escucharle, así que sería en vano.

Se limitó a maullar cual gato común, y a acostar su cabecita en su pecho, sintiendo como éste subía y bajaba por la calmada respiración.

-Extraño que juegues conmigo, o al menos que estés ahí conmigo mientras intentó jugar contigo, porque la verdad es que eres bien mañoso y siempre andas tirado en el suelo como un gato viejo.- dijo ChangBin arrugando la nariz.

SeungMin suspiró, ¿que tenía de malo que fuera un gato flojo? ¿Que no es eso lo que hacen todo los gatos?.

Pero tu no eres sólo un gato. Le dijo una voz en su cabeza.

Touché.

Quizás a él sólo le gustaba estar así, al contrario de ChangBin quien siempre era energético y podía saltar de un lado a otro cuando quería teniendo complejo de liebre.

Aún así no mentiría, sí extrañaba verlo corretear por todos lados con él en brazos... aunque después estuviera casi vomitando por el mareo.

Pero notaba que su humano estaba diferente... parecía decaído, ya no sonreía con esa gran sonrisa sincera y hermosa, sus ojos no tenían el mismo brillo, y la expresión en su rostro simplemente no era la misma.

Incluso cuando tenía a su primo con quien jugar, y a su hermana también. Lo sentía diferente.

¿Cuándo mejorarás tú Binie?

Se preguntó para sí mismo internamente, añorando que su niño sonriera otra vez.

"𝙇𝙞𝙣𝙙𝙖𝙨 𝙋𝙞𝙚𝙧𝙣𝙖𝙨 𝙢𝙞𝙣𝙞𝙚"  ˢᵉᵘⁿᵍᴮⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora