Corredora (The Maze Runner fanfic)

Conversación ajena

Despertaste. Para tu sorpresa no te dolía nada, no sentías nada. Luego descubriste que no podías abrir los ojos ni podías levantarte, sentías que algo pesado te presionaba el pecho, pero tu cerebro trabajaba al mil por hora.

Poco a poco una par de voces fueron audibles.

—Minho, no...

—Cállate, ¿sí? Cierra tu miertero hocico, no quiero escucharte. —Hubo un silencio que te pareció que duró horas—. Pudo haber muerto, y tú lo sabes, ¿verdad Newt? ¿Sabes que lo que le exigiste fue mucho? Eso hubiera sido demasiado hasta para mí.

¿Qué había hecho Newt? Tu corazón latía con fuerza contra tu pecho, no entendías bien de que se trataba la conversación, pero ¿Minho? Minho se escuchaba molesto por algo. Querías entender, necesitabas entender, ¿por qué no escucharlos?

—Yo no quería... No quería que saliera herida.

—Claro que no, por eso intentaste matarla. No me mires así, la chica está así por culpa tuya, si no hubieras intentado sacarla del camino estaría bien.

No podía ser, tú querías a Newt, no podía ser que tratara de matarte... Aunque tal vez fue por eso que te exigió tanto, por eso había estado tan antipático todo el día, por eso te miraba de esa forma que parecía herirte, ¿por qué Newt no te quería viva? No podía ser cierto, no podía ser Newt el chico que estaba ahí, debía ser un error.

—Y estaría haciendo su mapa, y mañana volvería al Laberinto —se defendió la voz. Aunque no estaba clara todavía, ahora podías reconocer el distintivo acento y tono grave de voz de Newt. Estaba pasándola mal, pocas veces lo habías escuchado tan preocupado y enojado.

—Y eso está bien, es lo que ella decidió hacer, es lo que decidimos que hiciera. Era lo que quería y ahora por tu causa puede que perdiéramos una buena Corredora y puede que le quitaras la oportunidad de hacer lo que quería.

—No puedo creer que seas tan egoísta.

—¿Egoísta yo? —La voz de Minho, que venía de su izquierda, soltó un resoplido—. En fin ¿sabes qué es lo peor, peor que el hecho de que pudiste matarla y que ignoraste completamente su voluntad y derecho a decidir por sí misma? Que sé que lo hiciste por otra razón además de romper tu récord y dejarla fuera del camino. Cambia eso de lugar, van a tener que cortarle el brazo.

Algo frío tocó la parte interior de tu muñeca y se mantuvo ahí mientras tres puntos cálidos recorrían desde el dorso de tu mano hasta el antebrazo: dedos. Dibujaban círculos en tu piel de manera superficial, con cuidado.

—Sé que te gusta y todo, pero...

—La amo —interrumpió la voz de Newt a la de Minho—. La... amo. Amo a la chica.

—Newt...

—Amo a Alex.

Amo a Alex. La frase rebotó por tu cabeza, girando y dando vueltas una y otra vez. Te amaba. Ese era Newt, estabas segura. Aunque el tono sonara tan lúgubre, podías distinguir su acento, la manera en que pronunciaba la O, casi podías ver sus labios rosados formando las palabras. Era Newt y acababa de decir que te amaba.

—Y creo que tú eres el último en todo este lugar en darse cuenta. —Se escuchaba la sonrisa que Minho había puesto y su tono esta vez sonaba sarcástico, no tan grave—. Ahora, chico enamorado, hay que hablar de tu castigo.

—¿Castigo?

—No crees que puedes ir por ahí matando gente sin concecuencias, ¿o sí? Uhh... Vas a... Vas a lavar la ropa, ¿suena bien?

—No, suena terrible —rió Newt.

—Oh, entonces está bien, no es tan malo como el destierro al que te condenaría Alby si se enterara, pero suena terrible igual. Vas a lavar al menos la ropa de los Corredores por los siguientes siete días. —Newt hizo un ruidito que sugería que quería contestar, pero se quedó callado—. Mañana voy a hablar con Dave, supongo que los Fregones también querrán cederte algo de la ropa, Steven te va a reemplazar toda la semana.