Corredora (The Maze Runner fanfic)

Parte para la que no tengo un nombre

—¡NOOOO! —Newt chocó su cabeza contra el sólido cemento de la puerta, por sus mejillas corrían lágrimas—. ¡ALEX! Alex, Alex, Alex...

Se hincó con la cabeza entre las manos, tenía miedo, no sabía que se pudiera temer tanto. Ocultó la cara para no mostrar las lágrimas que recorrían su rostro.

—Pudiste haberte matado, imbécil. —Gally escupió, se limpió la boca con una manga y le dio la espalda.

Newt sintió una ola de furia; ese chico lo empujó, impidió que entrara al Laberinto contigo y ahora estarías sola, estabas sola para... no quizo siquiera pensar en esa palabra, morir. Se levantó con los puños llenos de hierbas y tierra y se lo lanzó directo en los ojos a Gally en cuando se dio la vuelta para volver a verlo, luego se abalanzó sobre el desorientado muchacho.

Un brazo sostuvo a Newt antes de que pudiera tocar a Gally: era Minho, quien lo sostenía contra la puerta recién cerrada.

—¡Shuck! Lárgate de aquí, garlopo —dijo Minho dirigiéndose a Gally. Newt forcejeaba tratando de soltarse, llorando y golpeando a Minho, pero no se sentía fuerte, no creía poder apoyarse en sus piernas cuando lo soltara—. Ven larcho, vamos a la Finca, ven.

—¡NO! —Empujó a Minho y golpeó con el puño cerrado el concreto lo más fuerte que pudo, raspándose la mano—. Hay que... hay... hay que hacer algo, una escalera, tenemos que ir por ella, no se puede quedar ahí, tenemos. . .

—Newt...

—¡Es tu amiga!

—Newt, escúchame, —Minho sujetó sus hombros y le habló con voz firme—. No hay tiempo ni material suficiente para hacer nada, ¿qué harías, una escalera? Mira esos muros, dime cuánto miden.

Newt le dio un puñetazo en la nariz a su amigo y se echó a correr, pero fue detenido por Alby, quien lo tacleó y ahora lo sujetaba contra el suelo. Los gemidos y alaridos se incrementaron, Newt estaba llorando como un niño: fuerte y amargamente, dando golpes y patadas.

—Hay que llevarlo al Cuarto Oscuro —dijo Nick, que acababa de llegar corriendo detrás de Alby. Alby y Minho se le quedaron viendo sin atreverse a hacer nada, Minho tratando de parar los chorros de sangre que salían por su nariz—. Solo un rato, se va a lastimar si lo dejamos así, o va a lastimar a algún otro Habitante.

Afuera del Cuarto Oscuro se escuchaban los golpes de parte de Newt a las paredes y la puerta, había lanzado la silla varias veces y no dejaban de oirse sus gritos de dolor.

—Se va a lastimar si lo dejamos afuera, ¿eh? —dijo Minho tratando de no sonar preocupado.

Nick suspiró y se tomó un momento para pensar, luego dijo:

—Ve a buscar a Clint y que lo droguen.

En menos de dos minutos ya tenían a Clint frente a la puerta de la pequeña prisión. Minho decidió que Newt no se iba a dejar medicar, así que decidió que debían engañarlo.

—Mira lo que tengo, Newt. —Hizo tintinear las llaves cerca de las rejas de la pequeña ventana y el brazo de Newt salió veloz como un rayo, Minho lo sujetó y lo torció hacia un lado, de manera que no pudiera lastimar a ninguno de los dos muchachos que estaban afuera. Newt chilló—. Eso va por mi nariz.

El brazo estaba cubierto de arañazos y golpes, pero no se veía tan mal como la mano: estaba cubierta de sangre y los nudillos estaban despellejados, tenía la piel en carne viva, además casi todas las uñas estaban dobladas hacia atrás. Clint dejó salir un gritito cuando lo vio, no porque no estuviera acostumbrado a la sangre, sino porque imaginaba cuánto dolerían esas pequeñas heridas. Debido a la mirada de Minho se apresuró a meter la aguja en Newt.