Corredora (The Maze Runner fanfic)

A correr

No volviste a ver a Newt hasta el día siguiente, parecía que te había estado evitando. Te levantaste temprano, te vestiste y te colgaste el morral de Newt. Bajaste las escaleras como volando, sin sentir el piso bajo tus pies debido a la mezcla de nervios y entusiasmo de entrar por fin al laberinto. Todo estaba aún oscuro y tranquilo, los Habitantes seguían recargándose para el día de trabajo que les esperaba.

—Pensé que iba a tener que despertarte. —Newt estaba recargado en una pared dentro de la Finca mordiéndose la uña del dedo índice y jugando con una linterna con la otra mano.

Casi se te cae el alma a los pies al descubrir que si no hubiera hablado, no lo hubieras descubierto, estaba oculto en la oscuridad.

—Buenos días, Newt —dijiste con una sonrisa que el rostro serio del chico no devolvió—. ¿Qué vamos a hacer hoy?

Él te ignoró y dio media vuelta. Lo seguiste hacia afuera de la Finca, hasta el armario detrás del edificio. Siempre habías tenido curiosidad de su contenido, la única respuesta que Alby te dio fue: "Cosas de corredores".

Newt abrió la puerta y señaló con la linterna en todas direcciones, buscando algo. Finalmente la luz aterrizó en una caja de cartón, el chico la jaló y viste que estaba llena de calzado deportivo.

—¿Qué talla necesitas? —preguntó revolviendo los zapatos.

—De zapatos... —ignoraste el gesto de molestia que Newt te hizo y volteaste el zapato que traías puesto para revisar—. Seis y medio.

—De mujer. Ten, pruébate estos, se ven pequeños—. Te lanzó un par anudado por las agujetas a las manos—. No hay rosas, ¿está bien?

Newt tenía algo, se estaba portando muy hostil desde la última vez que lo viste. Decidiste dejar que terminara de prepararte antes de preguntarle si algo le pasaba.

Te quitó su morral de encima y te colocó otro parecido en el hombro, estaba mucho más limpio.

—Esto llegó en la Caja ayer, supongo que es para ti. —Te dio una caja de cartón pintada de negro con letras blancas resaltando: "CORREDORES".

—¿Qué es?

—Umm... nosotros usamos Calzones de Corredor, nos mantienen cómodos cuando corremos, supongo que eso es un equivalente para chica. —Abriste la caja, la cual tenía ropa interior y un brasier deportivo—. ¿Es para tus...?

—Sí, eso es —dijiste con una sonrisa nerviosa, hablar de eso con los chicos te ponía un poco incómoda.

—Oh, muy bien. —Te mostró una sonrisa pícara, le había dado una pequeña pausa a su mal genio, pero ahora estaba de vuelta. Puso un par de botellas de plástico en tu bolsa—. Tienes que llenarlas todas las mañanas, no quisiera verte corriendo allá como tonta sin gota de agua.

Después movió un par de cajas dentro del armario, levantó una sección del piso de madera y se dejó caer en el agujero que había quedado.

—¿Qué esperas? —dijo la voz del chico desde abajo.

Había una escalera de madera destartalada y fea, por lo que bajaste lenta y cuidadosamente.

—Wow —exclamaste casi sin querer—. No sabía que tuviéramos todo esto.

Miraste todos los objetos colgados en la pared: alambre de púas, lanzas, espadas y varios juegos de arcos con flechas.

—Es como nuestra armería —dijo Newt, incómodo—, es más preventivo que otra cosa.

—¿Tienes llaves? —preguntaste con incredulidad, aunque tenía fama de ser uno de los mejores corredores, no era el encargado.

—Desde ayer, Minho me las prestó. —Sacó el llavero se su bolsillo e hizo tintinear las llaves—. Escoge dos cuchillos de ahí.