- Cómo te has curado?
Pregunté asustada
-Lo siento, no puedo
Respondió.
- Jake,¡me prometiste no más mentiras!
Ahora si que estaba harta.
-Lo siento, pero juré que te protegería con mi vida, y eso es más importante.
Apartó la mirada.
-Necesito respuestas, Jake.
Le alcé la cabeza.
-Todavia te quedan cinco preguntas, aprovechalas.
Comencé a pensar, pero mi cabeza esta llena de preguntas sin respuesta.
-¿Qué eres?
Al instante me arrepentí de haber hecho esa pregunta, pues temía su respuesta.
-¿Estas segura?
Preguntó, y al instante una lucha entre mi corazon y mi cordura comenzó, no quería severlo, pero no habia otra opción y casi sin querer dije que sí con la cabeza.
-Soy... soy un ángel caído.
Mis ojos se abrieron como nunca, no podía ser, me había enamorado de un demonio, pero él no era como en las historias, ¿Porqué me protegía?, entonces su voz interrumpió mis pensamientos.
-¿Sabes lo que eso significa?
Le miré asustada mientras intentaba comprender todo lo que cambiaría entre nosotros.
-He oido historias, pero en ellas solo se habla de horribles demonios que matan y despedazan gente.
Dije intentando asimilarlo.
-Eso solo son leyendas, algunos somos buenos, confía en mí.
Sus palabras no me tranquilizaron, no podía dejar de pensar en que me habia enamorado de un demonio y pretendía que confiara en él.
-No puedo, no puedo confiar en tí después de tantas mentiras y secretos, cada vez se me hace más dificil entender el motivo.
Estaba muy confusa, mis sentimientos estaban totalmente cruzados, sentía una atracción hacia Jake que no había sentido nunca, aunque un odio tambien, un odio que fluía por mis venas intentando decirme que me alejara de él, pero no podía.
-Elisabeth, escúchame, por favor.
Le miré atenta, esperando una respuesta que me lo aclarara todo.
-Es muy peligroso, te están buscando, y no van a parar hasta encontrarte, los angeles te quieren muerta.
Le miré a los ojos y me estremecí, había miedo en ellos, un miedo que nunca habia visto antes.
-Es que no lo entiendo, los ángeles tienen que ser los buenos ¿que he hecho yo? ¿Porqué me quieren matar?
-Tranquila, tú no has hecho nada malo.
-Esto es muy injusto, quiero dejar de huir, volver a mi vida.
Volvió a bajar la mirada mientras me decia.
-Yo también.
-Esto se nos ha ido de las manos, no podemos seguir así.
En ese instante la berja de la carcel en la que estabamos se abrió, Jake me agarró la mano y me levanto de un empujón, un extraño ruido me sobresaltó, los dos salimos de la carcel y corrimos a las escaleras que subían al palacio, pero unas voces nos hicieron para en seco, padecía la voz de Marian, ¿Pero que hacía ella ahí?
Las vocez se oían cada vez mas cerca, entonces recorde una entrada a los pasadizos, le cogí el brazo, coloqué mi colgante en una ranura que habia en los muros y una puerta se abrió, entramos corriendo y la cerramos, mi corazón estaba muy acalerado, pero no tenía muy claro si por Jake o por el miedo de aquel horrible momento.
Estabamos completamente a oscuras, en unos pasadizos por los que era imposible no perderse y con Jake, la unica persona en este mundo que me ponía nerviosa sin nisiquiera intentarlo, entonces él empezó a moverse, como buscando algo y segundos despues una débil lucecita rompió la intensa oscuridad.
-Esto nos servirá.
La pequeña llama de fuego que flotaba en la mano de Jake se convirtió en una bola de luz que lo iluminaba todo, una luz blanca como la nieve y brillante como el sol reflejado en los inmensos océano que nos rodeaban.
-¡Cómo lo has hecho!, ¡Es preciosa!
Dije entusiasmada, él me miró.
-Es una de las pocas cosas que no me quitaron al desterrarme.
Entonces una luz mas brillante aun se encendió a lo lejos, era una niña vestida de blanco, su luz iluminaba hasta el mas recóndito agujero.
-Ven pequeña, no tengas miedo.
La niña caminaba despacio hacia nosotros, era rubia, con unos ojos azules, casi blancos y una sonrisa muy débil y falsa.
-No tengas miedo, ¿Qué haces aquí sola?
Me acerqué a ella, pero sentí como la mano de Jake me empujaba acia él.
-Ponte detrás mio.
Dijo, y se adelantó tapandome tras su hombro, yo le agarré el brazo asustada
-¿Qué pasa?
Pregunté intrigada, entonces la dulce niña, lanzo la bola de luz que llacía en su mano hacia nocotros, Jake me agarró fuerte la mano y nos rodeó en una bola de luz enorme y preciosa que hacia de escudo, entonces una segunda bola de fuego inpactó contra escudo y se rompió, salimos disparados.
-Ven conmigo, no voy a hacerte daño.
Dijo la niña mientras se hacercaba, Jake estaba a unos metros de mí, inmovil. La niña me cogio del brazo y me levantó, yo intenté huir pero fue imposible.
-No gastes tus esfuerzos así, es inutil.
Entonces Jake se levantó, quise volver a intentarlo y la di un empujón pero no me soltaba y Jake cada vez se hacia mas pequeño, nos estbamos alejando y no podía soportarlo, había un vacío en mí, entonces, sin pensarlo puse mi mano en su pecho y calló al suelo, yo corrí hacia Jake y le abracé.
-¿Estas bien?
Pregunto mientras me apretaba entre sus brazos.
-Sí, creo que si.
¿Cómo lo habia hecho? No entendía como podia haber tumbado a la niña así.
-Lo siento, ha sido culpa mia, yo tenía que protegerte, pero tú me pones... nervioso.
Se me escapó una sonrisa al oir sus palabras.
-A mí tú me pones nerviosa.
Entonces me dí la vuelta, la niña habia desaparecido.
¿Donde esta la niña?
Pregunté intentando asumir todo lo que habia ocurrido hoy.
-Se ha ido, pero volverá, hay que tener mas cuidado.