~¡¿ALAS?!~

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Llegamos a palacio tras de la gran coronación, todavia me sentia mareada tenia la sensacion de que la faja del hermoso vestido apretaba cada vez mas, segundos despues, mi siervo y Marian se dieron cuenta de que llacia en el suelo jadeando, intentando llenar mis pulmones del aire que no parecia querer entrar en mi organismo.

-¿Se encuentra bien magestad?- pregunto el extraño joven.

Pero antes de que pudiera responder Marian lo hizo por mi.

-No le pasa nada, son los nervios, necesitas descansar Elizabeth.

A lo mejor tenia razon me levante con su ayuda, me llevaron a la habitacion. Me dejaron sola, comenze a desvestirme y pronto pude volver a llenar mis pulmones pero me seguia sintiendo extraña la sensacion de vacio que invadia mi pecho no cesó me sentia encerrada, presa de mi cuerpo necesitaba urgente la sensacion de libertad.

Me puse un bello y ligero vestido blanco y una capa rosa de abrigo y salí lo mas rapido posible. Tras unos minutos consegui salir del inmenso palacio y comence a correr por los jardines como una autentica niña, por fin me sentia libre, el viento en mi cara, el pelo ondeado y el sol sobre mi piel; el olor a campo y a flores frecas y el bello color de las rosas rojas me recordaban a mi madre; Marian, de pequeña me decia que me parecia a ella, que ella era muy guapa y le encantaba correr por los jardines riendo, feliz. Pero yo nunca pude, yo se que solo me lo decia para que lo soñara, pero estaba demasiado atrapada en mi rutina como para cumplirlo. Entonces, tras esos breves recuerdo, la realidad se opuso a mi sensación de libertad y me hizo frenar en seco:

- "Tu libertad volverá, te lo prometo".

El extraño joven no dejaba de repetirlo, me asusté, pero estaba intrigada, y temiendo su respuesta me apresuré a preguntarle:

-¿A que te refieres?

Entonces se desplomó, salí corriendo a ayudarle, ¿Que había pasado?

- ¿Te encuentras bien?

-Jake

Gritó tras despertarse.

-¿Qué?

-Jake, me llamo Jake, se me olvidó decirtelo.

Entramos en palacio, Marian esperaba enfadada

-¡Dónde estabais!

-Lo siento

Dije, y me subí a la habitación corriendo, necesitaba irme, escapar de todo, habían pasado muchas cosas desde aquel sueño, tenía que contarselo a alguien, la necesitaba, necesitaba a mi madre...

Aquel día soñé algo muy extraño, tras tumbarme en la cama, caí en un sueño intenso, parecía tan real... Fue todo igual que en la coronación, pero Jake tenía algo en la espalda... ¡¿Tenía alas?!

MI ANGEL DE LA GUARDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora