Capítulo 10. Demonios.

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WuXian sintió como si una descarga de energía eléctrica atravesara toda su columna. La sensación de la voz de Lan WangJi era muy diferente a lo que sintió con Jun Wu.

Con Jun Wu era un sentimiento de enojo mezclado con impotencia e ira descomunal, era tan desagradable y lo único que deseaba era desobedecer a toda costa. Pero con Lan WangJi su omega interno parecía exaltado y ansioso por cumplir las peticiones del alfa.

Aún con su cuerpo en contra suyo Wei WuXian intentó resistir un poco más.

—No quiero hacer esto—escuchó decir al alfa en su oreja, la sensación cálida del aliento rozando su piel logró sacar un jadeo en WuXian: —Sólo dime tu nombre.

El omega mordió su labio inferior y negó con la cabeza desesperadamente. Sabía que si abría la boca terminaría haciendo lo que el alfa pidiera.

Wei WuXian sintió como una de las manos del mayor lo sujetaba por la cintura y lo pegaba más a su caliente cuerpo. El aroma a sándalo estaba por todas partes, las feromonas eran tan intensas que empezaban a marearle.

Tu nombre.

Ese fue el límite, su omega interno se terminó apoderando de la situación, de forma que su cuerpo cedió.

—We-Wei... Ying...

El alfa aflojó su agarre pero no lo dejó ir. En cambio lo giró para quedar de frente; con una mano sostenía las dos del menor por encima de su cabeza mientras que con la otra alzaba el rostro para verle a la cara.

—Wei Ying—pronunció el alfa.

WuXian tembló al escuchar su nombre en los labios del Lan. Los ojos grises se concentraron en la mirada ambarina del alfa, el omega tenía la sensación de ser absorbido.

—¿Qué edad tienes? —cuestionó Lan WangJi.

WuXian no quería seguir contestado, pero fue imposible cuando volvió a sentir esa descarga por su cuerpo.

Edad.

—Diecinueve...—dijo en voz baja. No sabía por qué sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas y su cuerpo comenzó a temblar. —Detente. No más...

Wei WuXian imaginó que debió darle demasiada lástima al Lan, pues incluso las feromonas disminuyeron considerablemente.

—Necesito de tu cooperación—dijo secamente Lan WangJi.

WuXian tenía la vista borrosa, eran demasiadas emociones por un día, su cuerpo no lo soportaría más: —Piérdete.

El menor observó al alfa mantener una postura estoica, como si hubiera ignorado su respuesta. Pero su olor decía todo lo contrario, pues había regresado a ser tan abrumador y penetrante; se sentía sofocado.

Lan WangJi estaba intentado controlarlo por medio de su aroma.

—Por eso detesto a los tipos como tú—murmuró WuXian mientras sentía como sus piernas temblaban. —Piensan que por ser alfas puros pueden doblegarnos a su antojo. Son despreciables.

—Tu eres quien no hace caso.

WuXian le miró con enojo: —¿Si estuvieras en mi lugar darías información de tus compañeros así de fácil?

Lan WangJi no contestó nada, sólo se dedicó a observarle.

—Eso creí...—WuXian no sabía lo que estaba pensando ese alfa y no le interesaba realmente. Lo único que quería era escapar de ahí, pero el Lan parecía no tener intenciones de dejárselo tan fácil.

El omega rio suavemente llamando la atención del alfa.

—¿Qué? —inquirió el Lan.

WuXian negó: —Ahora sé el por qué Jun Wu me dejó a tu cargo. Quiere que seas tú quien me arrincone hasta que ya no pueda más, él dijo que no me lastimaría... pero nunca dijo nada de dejar que tú lo hicieras. Maldito perro inteligente.

C O N E X I Ó N | Omegaverse & Crossover MXTX Donde viven las historias. Descúbrelo ahora