Capítulo 45. Dragón Blanco.

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Lan XiChen miró el móvil de sus manos, releía varias veces el nombre de la pantalla y ordenaba sus ideas. Ya era muy tarde, pero no podía esperar, mientras más pronto mejor.

Decidido empezó la llamada, el tono entrante sonó una, dos, tres, sólo hasta la cuarta la llamada fue contestada. El alfa esperó en silencio, pero el otro lado de la línea también parecía estar enmudecido, por lo que se vio obligado a buscar alguna señal.

—¿A-Yao?—llamó en voz baja.

Los primeros segundos fueron de total silencio, pero después se alzó la voz de Jin GuangYao, evidenciando que estaba asombrado por la repentina llamada del Lan, más porque había pasado bastante tiempo desde que hablaron y su último encuentro había sido bastante... ¿desafortunado?

... Lan Huan.

XiChen aclaró su garganta y habló: —Lamento importunar tu sueño, espero no molestar.

No, tranquilo, jamás me molestaría una llamada tuya—aclaró el Jin—, pero si me intriga el motivo, más a esta hora. ¿Necesitas algo? ¿Estás en problemas? O... ¿Sólo quieres hablar?

La voz gentil de GuangYao hizo que XiChen visualizar esa sonrisa que solía brindarle en el pasado cuando el alfa recurría a él para lo que fuera, incluso sólo para pasar el rato, aunque esta vez un sentimiento de incomodidad surgió de su pecho, sin embargo lo hizo de lado y fue directo.

—Seré honesto—el alfa suspiró, no se sentía del todo bien llamándole a GuangYao sólo para conseguir algo, pero el resto ya contaba con él. —Sí necesito de tu ayuda.

¿Podrías ser más específico en qué es lo que necesitas?

—Debo asistir al evento de tu padre.

XiChen esperó alguna respuesta, se sintió nervioso al escuchar silencio del otro lado. Una parte suya decía que GuangYao se negaría rotundamente, lo cual estaba en su derecho, pero la otra le decía que el Jin no era esa clase de persona, siempre se había comportado amable con él e intentaba ayudarlo en lo que pudiera. La diferencia es que en ese entonces su relación era mucho más estrecha.

Después de largos segundos una diminuta risa se escuchó, Lan XiChen no supo cómo interpretarla, esperó a que GuangYao decidiera si ayudarlo o mandarlo al diablo.

Así que es eso... —sonaba un tanto decepcionado—¿Sólo quieres una entrada para ti? ¿O también para el resto?

El indicio de una luz verde en su camino le dio la confianza al alfa de proseguir: —Lo ideal sería para los cuatro, pero no quiero meterte en problemas, si no puedes no te arriesgues.

No te preocupes, agregar un par de nombres a la lista será sencillo, más si son ustedes cuatro—dijo GuangYao afirmando indirectamente que ayudaría al alfa. El Jin se calló un momento antes de cambiar el tema, había preocupación en sus palabras. —Lan Huan, hay rumores sobre ti y el resto de colmillos... ¿Todo bien?

Lan XiChen sabía perfectamente la clase de rumores de los que hablaba. La mayoría se trataba de cómo los famosos cuatro colmillos habían traicionado a Jun Wu y ahora ellos formarían su propio imperio, otros decían que el mismo Jun Wu los había echado, y otros pocos de cómo se habían aliado con alguien más poderoso. Al final todo seguía siendo rumor, ya que ni el mismo Jun Wu había salido a dar la noticia oficial de su disgregación con los jóvenes que consideró sus "hijos".

Claro que la realidad había sobrepasado la ficción, pero XiChen no le diría nada a GuangYao, mientras menos supiera mejor, ya lo estaba involucrado al pedirle un favor, así que lo mejor sería mantenerlo a salvo y con la interacción estrictamente necesaria.

C O N E X I Ó N | Omegaverse & Crossover MXTX Donde viven las historias. Descúbrelo ahora