Capítulo 16: ¡Qué susto!

41 6 0
                                    

María se quedó esa noche a dormir.

Nos levantamos bastante tarde, por lo que le dije que se quedase a comer.

Respondió afirmativamente y, después de almorzar, decidimos avisar a Inés y a Alba para ir a dar una vuelta.

Antes de encontrarnos con ellas, pensamos en comprar algo en el kiosko, justo cuando íbamos cruzando, dos chicos que iban en una moto, aceleraron y ¡qué susto!, casi nos atropeyan.

Segundos más tarde, reaccioné y dije, mirando al que conducía:

-¿¡Qué haces niño!? ¡Casi nos matas!

-Venga chiquilla, no exageres -contestó uno de ellos en un tono vacilón, mientras el otro reía.

Los chicos eran bastante atractivos y uno de ellos me excitaba de cierta manera.

-No me vaciles niño, no quiero problemas -dije enfadada e intentando sonar agresiva.

-Uhh.. qué miedo... la niñita mimada me va a pegar -siguió vacilándome y se acercaba poco a poco hasta mi.

-Mira niño, no digas tonterías. No quiero enfadarme.

-Venga, pégame, no me vas a hacer daño -estaba muy cerca.

-Eres gilipollas -tras estas palabras, me armé de valor y crucé su cara con la palma de mi mano.

-Te has metido con la persona equivocada -me cogió del brazo bruscamente y me besó.

Sí, me besó. Pero... no fue un beso normal. Fue un beso bastante cálido y agradable, hizo que sintiera algo inexplicable recoriendo todo mi cuerpo, desde la cabeza a los pies.

Al principio intenté resistirme, pero no pude, besaba de una forma casi hipnotizante, que hacía que quisiera más y más de él.

Me acordé de Pablo y rápidamente conseguí alejarme de este chico.

-Eres un estúpido, ¿para qué me besas? -dije intentando sonar molesta.

-¿No te gustó? -contestó con un tono burlón.

Respiré hondo y tras unos segundos respondí, intentando desviar su mirada de la mia:

-Claro que no, tengo novio.

-No pongas a tu novio de excusa, sé que te gustó.

-¿Y por qué crees que lo sabes?

-Porque si no te hubiese gustado, te habrías retirado rápidamente de mí, y no lo hiciste -dijo mientras me giñaba el ojo.

Dios, ese chico me atraía demasiado y, más ahora que nos habíamos besado y me había giñado el ojo, tanto como a mí me gusta.

Creo que incluso me gustó más que cuando lo hacía Pablo.

Mientras yo pensaba todo esto, él se dirigió hacia su moto, la puso en marcha, su amigo se subió y se fueron.

María se acercó a mi, un poco preocupada, ella no sabía nada de lo que había pasado, ya que el segundo niño que iba con él, la estuvo reteniendo para que no se acercase a mi.

Siento haber tardado tanto en subir este capítulo y es una lástima que sea tan corto, pero estoy ocupada con muchos examenes y, no puedo dedicarle mucho tiempo a escribir.

Muchas gracias a todos los que me leéis ♥

SiéntemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora