Capítulo 5: En problemas.

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Me puse un vestido rosa bastante sencillo y unos tacones negros.

Casi siempre llevo taconces, ya que soy bastante bajita y con ellos luzco mejor.

María se puso un vestido azul y unos tacones iguales a los mios.

Nos montamos en un coche y nos dirigimos hacia la Teteria Romí, el lugar en el que habíamos quedado con los chicos.

*****

-¡Qué alegría veros de nuevo! -dijeron Pablo y Javi al unísono.

Nos saludamos y decidimos pedir algo dulce, gofres.

Tras comernos dicha delicia, pedimos una cachimba.

-Éste sitio está bastante bien -dijo Javi.

-Solemos venir muy a menudo, un amigo nuestro trabaja aquí -contestó María.

Justo en ese momento, recordé que ese amigo, era Lucas, el hermano de Marcos, mi ex novio.

Lucas era muy simpático y atractivo. Siempre me he llevado muy bien con él.

El problema no erá él, era que si Lucas estaba aquí, Marcos también estaría y eso no me trae muy buenas vibraciones.

-Vámonos a otro sitio, por favor -dije un tanto alarmada.

-¿Por qué? Aquí se está verdaderamente bien -me dijo Pablo, al mismo tiempo que me guiñaba el ojo.

-No quiero problemas, y aquí será lo único que puedo encontrar -dije algo alterada.

-Vamos a quedarnos y si alguien se te acerca, ese alguien será el que esté en problemas -dijo bastante seguro de sus palabras Pablo.

Consiguió que nos quedásemos y todo iba bien, hasta que apareció Marcos.

Tenía varios puntos dados en la ceja y el ojo bastante morado. Si no me equivoco, son secuelas de la pelea de anoche.

-Noi... necesito que hablemos a solas -dijo Marcos.

-Te dije que no quería saber nada más de ti Marcos, así que, por favor, déjame tranquila.

-¿Qué pasa chico? ¿No bastó con lo de anoche en la discoteca? ¡Deja a Noara de una vez! -dijo Pablo, levantándose rápidamente de su asiento y acercándose a Marcos.

-Ésto no va contigo, no sé quién eres, ni me importa. Así que no te metas donde no te llaman -dijo Marcos, dándole un pequeño empujon a Pablo.

Cogí a Pablo del brazo e intenté que se relajase, pero este no accedió y golpeó a Marcos.

De nuevo nos encontrábamos en problemas: Marcos herido en el suelo, Pablo cabreado y yo llorando.

Parecía que por un momento todo había acabado, lo único que quería era irme.

Pero, derepente, Marcos se levantó e intentó devolverle el golpe a Pablo.

Javi cogió el cuello a Marcos y le dijo:

-Como toques a mi amigo, te mato.

María y yo estábamos sosteniendo a Pablo mientras Javi le dijo:

-Vámonos tío.

Salimos de aquel sitio, Pablo golpeó un cristal y se lastimó la mano.

Javi y María se quedaron vigilando cerca de la Tetería para que Marcos no intentase hacer nada.

Yo llevé a Pablo a su casa.

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