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Solo algunas veces se había sentido tan custodiado u observado, éstas correspondían a cuando el omega salía con sus padres y alfas impertinentes se quedaban fervientemente mirándolo. A Jimin le incomodaba demasiado y esta no era la excepción, desde aquel día en el que el beta llamativo había cruzado la puerta de la cafetería, todas las mañanas sin falta se situaba a algunas mesas de donde el omega se encontraba y miraba cada uno de sus movimientos. Se podría decir que no se sentía como una mirada morbosa, más bien, como una de no querer dejar ninguna pieza de información que pueda reflejar el actuar de Jimin escapar. Eso le asustaba un poco a decir verdad.
A pesar de esto le tranquilizaba el hecho de que hablaba naturalmente con Namjoon, si ese beta deseaba hacerle algo se sentía seguro de que Namjoon iría a protegerlo.
El único día que el beta faltó fue uno en el que Jimin se acercó hasta el mostrador de la cafetería y le preguntó casualmente a Namjoon quién era el beta.
—El es mi primo, Kim Taehyung, recientemente vino a Seúl por razones de trabajo.
Entonces eran familia. A menos que sea por la tez su parecido no era muy similar. Incluso sus personalidades contrastaban enormemente, Namjoon se veía como alguien intelectual que resultó ser bastante amigable y un tanto sociable mientras que Taehyung se veía como alguien que atraía todas las miradas a donde quiera que vaya, despreocupado y que estaba habituado a ese tipo de atención, además de ser alguien muy insistente y perseverante.
—Lo veo muy de vez en cuando pero me disculpo si te causó alguna molestia, es muy intenso a decir verdad.
Sí, Jimin lo notó completamente. Algo fastidiado de que otra persona interrumpiera su paz, decidió dejarlo pasar. Algún día se cansaría ¿Cierto?
En cuanto a su vida en la universidad, Artes Escénicas comprende tres pilares importantes teatro, danza y música. Jimin amaba con su alma el baile, desde pequeño fue una de sus vías para poder expresarse a través de la música, pero realmente nunca fue alguna academia o presentó para alguien por lo que las clases de danza eran de sus primeras veces bailando con otras personas.
Cuando Jimin quería bailar en soledad buscaba algún hueco dentro del horario escolar en el cual la sala de danza estaría desocupada por treinta minutos o una hora. Disfrutaba mucho del poder ensayar por su cuenta de vez en cuando. Esa vez así lo hizo y se encaminó hasta dicha sala.
Una vez allí Jimin calentaba para empezar una coreografía en la que estaba practicando, intentaba con todo de él no tomar su celular y distraerse hablando con Yoongi ya que se había vuelto algo muy común para ambos. Estuvieron chateando hasta altas horas en la madrugada y sentía que sus párpados se cerraban, incluso se había levantado accidentalmente antes por una alarma sin desactivar. No obstante, Jimin era muy tenaz y aún así quería ensayar.
Poniéndose de pie, se situó en frente de una de las paredes de espejos que rodeaban la sala, daba respiraciones pausadas y lentas para mentalizarse sobre el motivo del baile que iba a realizar. Una vez hecho esto buscó la canción en su teléfono y lo dejo en una banca un poco lejos de él. Lentamente se empezaba a escuchar la melodía de un violín, pareciendo inicialmente un murmullo, conforme movía sus brazos de arriba hacia abajo, ese murmullo se volvió aun más fuerte, sintiéndose que las notas tomaban forma, consistentes y sólidas.
