capitulo 12

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Abro la puerta y el familiar aroma a cafeína se impregna en mis fosas nasales, alzo la mirada y veo dos rostros conocidos mirándome desde el mostrador.

Sin mostrarme intimidada camino junto a mi madre siendo el centro de atención del lugar, nos sentamos en los sillones y miro a mi madre con una sonrisa en mi rostro

-Que quieres tomar? -cuestiono-

- Cafe negro, sin azúcar

-bien, ya vuelvo 

A medida que me acerco más al mostrador mis manos comienzan temblar y siento como mis piernas no son capaces de soportar el peso de mi cuerpo.
Ya frente al mostrador hablo mirando mi billetera dorada mientras sacaba la plata -Uno negro y otro mocca

-Claro -dice Anastasia con una sonrisa ladina, acomodo mi cabello y alzo la mirada para mostrar o mejor dicho aparentar que no me intimidan

-¿Podemos hablar? -pregunta Pierce mirándome, sus iris avellanas se concertan con los míos y siento un nudo en mi garganta, ¿Cómo es que una persona sin conocerla del todo se hace tan importante?

Tomo aire aún sin desviar mi mirada de la suya y hablo -Mejor no

Dicho eso camino nuevamente hacia los sillones encontrandome con mi madre, forzó una sonrisa en mi rostro y esta al verme me sonríe

- Los traen en un momento -informo-

-Claro, bien necesito que hablemos respecto a la empresa. Aquí tengo un papel que sería básicamente el contrato -dice sacando una carpeta negra de su bolso

Bajo la mirada y siento como mi respiración es pesada

-hija -llama mi madre sosteniendo mi mano mientras acaricia de ella- pedí de tu ayuda porque confío en ti, se que lo harás bien

¿Y si no lo hago bien?

- Pues vas a fallar pero como Roy que eres sé que volverás a subir y hacer las cosas mejor

Suelto un suspiro y asiento mientras recojo el papel y leo este con detenimiento

-Aqui tiene su café señorita -aparece Anastasia a mi lado con una sonrisa ladina en su rostro. La chica mira a mi madre y luego a mi -¿Cuántas cremas usa? Parece que tiene tu edad, que envidia -rie con cierta burla-

Aprieto mi mandíbula y miro a mi madre rápidamente, está tiene el ceño fruncido y me siento mejor al saber que ella no sabe nada de inglés. Vuelvo a mirar a Anastasia y me levanto del lugar para poner las tazas en la mesa y quedar a su altura

-Se ve joven lo sé -sonrío con malicia- tengo curiosidad como te verás tu a su edad -rio- ya puedes volver a trabajar Anni -dicho eso me siento en el lugar viendo cómo mi madre aún tiene su mirada puesta en mi, giro mi rostro y veo como Anastasia todavía estaba parada frente a mi con su mandíbula tensa- ¿Te vas a quedar ahí parada o que? Fuera que tengo cosas para hacer

-¿Te pone nerviosa que escuche la conversación con tu mami? -pregunta con cierta burla-

-¿Tu? -la señalo- ay por favor Anastasia no me hagas reír -arqueo una ceja- hablar italiano no es cosa para la gente como tú

-Anastasia vamos -Pierce aparece dentras de mi, sin siquiera mutarme en darme vuelta trago saliva y me acomodo en el sillon- ahora Anastasia

-Per-

-¿Acaso no escuchas a tu novio? -intervengo- está diciendo que muevas tu asqueroso trasero de este lugar y vuelvas a trabajar

- Todo está bien? -pregunta mi madre. Su rostro mostraba confucion y entiendo, ella no sabe de lo que hablamos y en cierto modo me alegra

-Sì madre,todo bien -giro para ver a la rubia- ahora fuera

Pierce sostiene del brazo de la rubia y se la lleva hacia el mostrador mientras que yo vuelvo a los papeles

-¿Quienes son? -cuestiona la mayor

- Nadie importante, ahora toma tu café o se pondrá frío

Al tomar un sorbo de su café mi madre hace una mueca de desagrado que llama mi atención, frunzo el ceño y hablo

- ¿Que sucede?

- Tiene azúcar-deja la taza en la mesa

Suelto un suspiro y recojo la taza para comenzar a caminar hecha furia hacia el mostrador. Ya en este soy la atención de ambos empleados, mientras Pierce me mira con el ceño fruncido Anastasia me mira sería

-¿En qué puedo ayudarte Jolie? -habla Pierce

Sin despegar la vista de la rubia que tenía frente a mi dejó la taza derramando café por el mesón -Lo pedí sin azúcar y esto tiene azúcar

-Ya te lo cambio -Pierce intenta agarrar la taza pero yo lo detengo en el intento -

-Tu no lo harás

-Jolie por favor

-No me hables así -alzo la voz. Mierda, veneno Roy activado- no soy una de tus amigas para que me hables de esa forma y está inútil debe entender cuál es su posición. Si yo pido un café negro sin azúcar ella debe darme un maldito café negro sin azúcar ¿Okay?

-Bien, déjame que te lo preparo nuevamente -habla por primera vez la rubia. Cuando esta se marcha y me quedo sola con Pierce decido dar la vuelta para marcharme hacia la mesa donde se encontraba mi madre

-Oye espera -dice el castaño sosteniendo de mi brazo- Jolie por favor para

-¿Parar? -alzo una ceja- ¿Parar con que?

-Con esto, tu no eres así. No eres una niña caprichosa que hace cualquier cosa para hacer sentir mal a las personas

-No soy así -repito, con una sonrisa en mi rostro- Pierce tu no me conoces porque si me conocieras sabrías perfectamente que yo soy esta persona. Tal y como lo dijo ella -desvio mi mirada al sentir mis ojos  cristalizarse-

-Es verdad, no te conozco pero desde que entraste por esa puerta eh podido ver otra faceta de ti que nadie conoce. No eres esa chica ricachona y caprichosa

-¿A no, y que soy para vos? -lo miro con cierta molestia-

-Eres Jolie -sonrie sin mostrarme su dentadura- simplemente Jolie. La chica que lee libros y que leyó mi libro favorito

Si claro, el libro que yo misma escribí

-No me conoces Pierce -aparto mi brazo que aún el sostenía poniendo distancia entre ambos- no me conoces en lo absoluto -y la primer lágrima cae llamando la atención del castaño. En mi campo de visión Anastasia camina hacia donde nosotros por lo que limpio rápidamente mi mejilla.

-Aqui tiene su café -alza el vaso, por mi parte la ignoro por completo mientras miro a Pierce. Ninguno de los dos queríamos apartar la mirada así que respondí sin dejar de mirarlo

-Sabes Anni, ya no es necesario el café. Puedes tomartelo tu ya que se nota las ojeras de tanto trabajar -la miro con una sonrisa- tranquila puedes ponerlo a mi cuenta así no lo pagas tu.

Dicho eso camino hacia donde mi madre quien me miraba confundida

-¿Y mi café? -cuestiona confundida

- Vamos a casa y te haré uno yo misma -respondo sin mirarla

- ¿Jolie qué sucede hija?

-Mamá -alzo la voz- nos vamos de este maldito lugar ahora mismo

Jolie Roy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora