Pierce sostiene mi mano mientras me lleva por toda la casa, no se equivocaba al decir que me iba a encantar porque si, lo hizo. El lugar es hermoso y delicado
Juntos caminamos hacia la última puerta que queda, frente a esta Pierce gira sobre sus talones y con una sonrisa ladina habla
-Aun falta la mejor parte -este abre la puerta y cuando entramos me encuentro en su habitación. El lugar era hermoso, un gran ventanal dejaba ver toda la ciudad desde arriba y la cama de dos plazas estaba en la mitad de la habitación. En la pieza colgaban algunos cuadros de Pierce cuando era más pequeño
-¿Te gusta? -cuestiona, con una sonrisa asiento mientras me posiciono a su lado- eso me alegra
Dicho eso Pierce coloca sus manos en mi cintura mientras que yo alrededor de su cuello aferrandome a su cabello
De puntillas me inclino para llegar a sus labios, al chocar nuestros labios Pierce gruñe por lo bajo.
Sus manos comienzan a recorrer mi anatomía hasta llegar a mi trasero.-Este vestido te queda de maravilla nena pero déjame decirte que te verías mejor sin el
-¿Entonces que esperas para quitarmelo?
Dicho eso Pierce baja con cuidado el cierre de mi vestido, al estar suelto lo empuja fuera de mi cuerpo deslizandolo por mi anatomía
El castaño me mira con una sonrisa ladina en su rostro, tan solo estoy en bragas ya que el vestido no necesitaba de algún corpiño
Las pupilas avellanas de Pierce se dilatan y baje mi vista al sentir el sonido del metal-plastico que llevaba la correa del castaño
Este comienza acercarse a mi y de pronto sentí como su pequeña presa
-Anoche pediste que te follase duro -asiento intentando tragar, lo cual por cierto se me hacía imposible- ¿Aún quieres que te folle duro? -nuevamente asiento mientras veo como Pierce humedece sus labios- alza las manos -ordena con su voz ronca. Rápidamente lo hago recibiendo un cumplido de su parte- buena chica -la corra que anteriormente tenía Pierce en sus manos ahora ataban mis muñecas para así no moverme. Este me tira sobre el colchón dejándome de culo arriba, mi corazón latía más rápido de lo normal y mi respiración estaba agitada, no tenía miedo porque sabía que Pierce no me haría daño solo estaba... ¿Ansiosa? Si, ansiosa era la palabra perfecta para esta situación.
De pronto mis pensamientos se hacen a un lado cuando escucho el cierre del pantalón de Pierce, intento acomodarme en la cama pero se me estaba siendo imposible por tener las muñecas atadas. Cuando quiero acomodarme siento las grandes manos del castaño en cada lado de mi trasero alzandolo mientras yo me apoyaba con mis codos
Poco a poco el castaño baja mis bragas dejándome completamente desnuda e indefensa ante el, con una de sus piernas separa las mías poniéndose entremedio
Jadeos y gemidos se escapan de mis labios, estaba exitada y a pesar de que Pierce aún no hacia nada el hecho de pensar en la posición que nos encontrábamos me exitaba
Los vellos de mi nuca se erizan al sentir la mano de Pierce viajar por mi espalda, gimo en voz alta nuevamente
Poco a poco las manos del castaño bajan por mis piernas y lentamente las vuelven a subir dejándolas a tan solo unos centímetros de mi sexo
-Pierce -gimo
-¿Si nena? -cuestiona. Su voz grave y ronca
-Tocame -mi voz sonaba como un ruego. De hecho le estaba rogando por su toque
De pronto mi trasero choca con su pelvis y en un abrir y cerrar de ojos mi espalda está apoyada contra el colchón mientras que Pierce se posiciona sombre mi a horcajadas
Alza mis brazos y los sostiene por arriba de mi cabeza con una mano mientras que la otra se dedica y bajar por mi anatomía hasta llegar nuevamente a mi sexo. Sin previo aviso Pierce entierra dos de sus dedos en mi vagina haciendo que un gemido se escape de mis labios
Dolor no es exactamente lo que siento dentro de mi sino placer, mierda de hecho sentía más que placer ¿Eso era posible?
-Fuck -jadea para luego besar mi pecho, quiero moverme y el deseo por tocarlo me supera aún así no puedo. Estoy atada y Pierce me sostiene con firmeza-
-Sueltame -jadeo mientras me muevo-
-Quieta nena
-Porfavor -pido- quiero tocarte
Pierce mete otro dedo en mi vagina dejando escapar un gemido de mi garganta. Estaba desesperada y a medida que el castaño sacaba y metía sus largos dedos de mi interior sentía mi orgasmo aproximarse
-P- Pierce me veng -el aire se hizo más pesado al sentir como el castaño se aparto de mi lado -¡No! -exclamo molesta mientras veía su estúpida sonrisa
-¿Quieres más? -cuestiona besando mi clavícula, asiento. A pesar de que no logré tener mi orgasmo sabía que no iba a tardar demasiado
Media hora más pasamos en la misma posición, mi rostro estaba rojo igual que un tomate, Pierce seguía torturandome sin dejar que mi orgasmo llegase
-Ya por favor -hablo al sentir nuevamente su sus dedos fuera de mi
Estaba comenzando a sentir mis párpados cansados, aún no quería dormir. Quería follar con mi novio y sentirlo dentro
-Mirame nena -dice al verme los ojos cerrados. Cuando los abro muerdo mis labios al ver si erección envuelta en un condón -En ningún momento quiero que apartes tu vista de la mía -habla mientras se posiciona arriba mío-
De un momento a otro Pierce introduce su erección en mi vagina haciéndome gritar del placer, me sentía completa.
Tal y como Pierce ordeno mis iris nunca abandonaron los suyos, cada embestida era como estar en el cielo. Cada una de ellas eran rudas y exitantes
Minutos después ambos soltamos un gemido al venirnos al mismo tiempo, con una estúpida sonrisa alzo mi cabeza para besar la mandíbula del castaño quien se encontraba soltandome le muñecas
Por último, nuestros labios chocan y volvemos a fundirnos en un largo y apacionante beso antes de caer completamente dormidos abrazándonos
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Jolie Roy
ChickLitJolie Roy, una joven de dieciocho se marcha de su hogar para mudarse a Estados Unidos y así empezar una nueva vida.